aunque no tendria q estar abriendo este tema aca buenoo .
en ole salio una nota q se peliaron mal los pibes (buonanotte , rios , musachio , rios ,sciorilli,etc , con los referentes ja tuzzio, ortega, lusenhiogfhof jaj ferrari , belluschi,rosales y ponzio , aca les dejo la nota
Los pibes están agrandados. Andan de joda y no se entrenan como deberían. Se tienen que poner las pilas. No se dan cuenta de que están en River".
“Los grandes nos echan la culpa de todo a nosotros. Nos desprecian y nos bardean todo el tiempo. Nos acusan de no entregarnos al máximo cuando lo que más queremos en jugar en la Primera de River. Nos dicen que estamos de joda pero el quilombo por ir al Autódromo lo tuvieron ellos. Entendemos que quieran manejar el grupo, pero ésa no es la manera”.
El quiebre es clarísimo. Así está el plantel de River hoy. Por un lado, los referentes sacan a la luz su increíble calentura con los pibes porque “no se comprometen con el equipo”. Por el otro, los chicos sienten que en lugar de darles protección y apoyo, los grandes les trasladan la mochila del fracaso. Una frase de Rosales en la intimidad describe la situación: “Perdemos todos, pero los que nos quemamos somos nosotros, que damos la cara”.
Esta disputa generacional, profundizada por los mayores durante el último año, explotó por la falta de un buen conductor. Passarella nunca logró la armonía y Gordillo agarró un fierro que le quema. El Tapón no está en condiciones de intervenir con firmeza porque sabe que su lugar en el banco es provisorio. Entonces, debe cortar por el hilo más delgado y coincidir, al menos en los hechos, con el grupo de más peso. El caso testigo es el de Ríos y Buonanotte: el lunes, en el vestuario de Ezeiza, los referentes les cayeron duro por la actuación del sábado ante Colón. Y Gordillo los excluyó del equipo que será titular en Bahía Blanca. “El Enano y Andrés se la bancaron muy bien, porque era para llorar lo que les decían”, revela un compañero, quien indirectamente se sintió tocado.
El “martirio” que deben sorportar, según ellos, incluye que los traten de vagos, que los excluyan de mal modo de las reuniones grupales aunque algunos de ellos hayan hecho goles decisivos en la Sudamericana, que los tilden de “camilleros” o que les prohíban hacer notas fuera de los días permitidos cuando después ellos las hacen.
En la vereda de los líderes, además de Tuzzio, se ubican Ferrari (capitán), Ortega, Rosales, Belluschi, Ponzio y Lussenhoff (con menos ascendencia desde que perdió lugar en el equipo). Todos mayores de 25 años y con trayectoria. En la otra, la extensa lista de pichones de menos de 21 años: Buonanotte, Ríos, Bogado, Emmanuel Martínez, Musacchio, Oliva, Burzac, Cardozo, Etchemaite, Sciorilli… Todos los que asoman en Primera son evaluados con rigurosidad, aunque las exigencias son proporcionales al protagonismo de cada jugador. Y también a la experiencia: Abelairas, Lima, Domingo, Augusto y Falcao, si bien son jóvenes, están en un escalón intermedio y la sufrieron antes. “A ellos hoy los respetan, a nosotros no”, dicen los chicos.
El derecho de piso es algo frecuente, aunque desde la partida de Gallardo los métodos rozan lo absurdo: “Ortega, Ferrari y Ponzio retaron a tres chicos que estaban lesionados porque no se entrenaban. ¿Cómo van a laburar a full si no pueden?”. Para demostrar ese compromiso que exige, el Burrito quiere jugar la última fecha pese a su esguince de rodilla.
Ayer, Gordillo les aclaró a los mayores que no coincide con las formas. Igual, sacó del equipo a dos pichones. No tomó partido. Eso lo deberá hacer el nuevo técnico. Porque, así, la convivencia interna se torna insoportable. Y el problema generacional termina siendo una degenaración