Denme motivos para sentirme orgulloso de ser hincha de River.
Antes eran los logros deportivos, el estadio, los equipos
Luego era la hinchada.
Ahora, ¿que me queda para decir?
El único consuelo era ver que cuando River ganaba algo (tiempo pasado), era un espectáculo digno. Cuando los de enfrente ganan algo terminan detenidos, lesionados y alguno en terapia intensiva.
Nuestros equipos podían ser eliminados, pero en competencia, mientras en los otros veíamos con vergüenza ajena, a su técnico escupiendo rivales.
Ahora: ¿¡Que me queda?!