Pipo y pala
El DT no quiere perder el invicto el sábado y pone lo mejor que tiene, aunque eso incluya a un improvisado Quiroga en el medio o a un infiltrado Cabral en el fondo.
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Un entrenador completito. Sí, se lo ve entero y sólo le falta ir al piso y trabar. Pipo sigue de cerca las corridas de Maxi Coronel y Leo Ponzio.
La urgencia que atraviesa River no le permite a Néstor Gorosito siquiera pensar en un equipo muletto para el primer superclásico del año. La realidad le ofrece pocas alternativas a un equipo en muletas…
En el partido que nadie quiere perder, justo en ése, Pipo arriesga mucho más que su invicto como técnico de la Banda. Sabe que podrá recibir una linda bocanada de aire fresco o que la frescura de Boca lo deje con nada. Por eso se arremanga y mete Pipo y pala, que bajo el intenso calor mendocino esos rulos ya se achicharran de tanto cranear quién será el 5 de su súperbautismo.
Es que la expulsión del capitán Ahumada sobre el final del 1-1 con Racing entregó un panorama inesperado y, ahora, sin los refuerzos pedidos (Juan Mercier y Jonathan Santana), Gorosito se encuentra en una encrucijada. Arriesgar a Nicolás Domingo o Leonardo Ponzio, dos reemplazantes naturales pero que apenas salen de lesiones, o improvisar con Facundo Quiroga, hoy por hoy la posibilidad más viable.
Ya en el arranque de la pretemporada en esta ciudad, Pipo experimentó con el zaguero en el centro de la cancha y, llegado el caso, el ex Wolfsburgo (ahí tuvo algunos ratitos de 5) ya avisó que se le animaría al desafío. Claro, siempre y cuando no tenga que cubrir el bache de otro de los machucados. Gustavo Cabral sufrió un esguince acrobio clavicular en el hombro derecho, pero no se baja del clásico. Las placas que le realizaron determinaron que no tiene nada roto y, si bien siente dolor y aún se lo ve con el brazo vendado, mantiene su postura heroica y lo más probable es que juegue infiltrado.
Pero si el Sargento recibe la venia es porque desde el cuerpo técnico lo ven en condiciones para aguantar los 90 minutos. No ocurre lo mismo con los casos de Domingo y Ponzio. Quizá tenga una pizca más de chances Nico, ése que por el momento realiza trabajos al 60% después de sufrir un esguince de rodilla y el que lucha por ganarse un cupo como refuerzo para no ser solamente considerado en la Copa Libertadores. Motivo, este último, por el cual el rubio ya le dijo al técnico que quiere estar incluso corriendo riesgo, ya sea para convencerlo o para alimentar una posible contratación. Es cierto que también Leo (fractura en un dedo de un pie) se puso a las órdenes, pero Gorosito prefiere no apurar la recuperación de un jugador que supone clave para el Clausura y la Copa. De hecho, la idea embrionaria del entrenador era que tanto Domingo como Ponzio recién tuvieran algo de acción en el segundo superclásico y hoy estamos a tres días del primero…
Sí, a sólo tres días. Y Pipo pone todo. Al menos todo lo que tiene a mano.
Gorosito sabe lo que quiere el hincha de River
Ganarle a Boca, donde sea, por lo que sea y como sea, es uno de los dogmas del hincha de River. Néstor Gorosito ya dio cuenta de conocer ese principio, pensando el superclásico como el partido del verano. Terminó de pie tras los empates ante Independiente y Racing, pero ahora es consciente de que la etapa de preparación no cuenta a la hora de analizar el próximo match. Por eso, no escatima esfuerzos a pesar de que del otro lado le mandan señales de que guardarán, por ejemplo, a Riquelme.
Pipo elige el molde más clásico para la ocasión. Su mayor riesgo es la inclusión de Quiroga como volante central. Para bien o para mal, la decisión será juzgada con el resultado puesto. Pero, debe ser dicho, al hombre no le quedó otra. Otra que arriesgar como hincha de River que es.
Será una hora muy amistosa
A las 22.10, River juega dos tiempos de 30’ con San Martín.
Su cabeza está en el superclásico que se viene, en los refuerzos (o en la falta de) y en cada detalle. Pero Pipo Gorosito, como el plantel de River, puede parar la pelota y ayudar. En este caso, al Banco de Alimentos de la provincia, ya que haci allí irán todos los alimentos no perecederos que se canjearán en el estadio Malvinas Argentinas para poder ver el partido entre un mix de suplentes y juveniles de River enfrentando al San Martín de esta provincia, que juega en el Argentino B, desde las 22.10.
En los dos tiempos de 30 minutos que están previsto jugarse de manera no oficial (River había pedido oficializar el amistoso pero desistió cuando supo que no le servía para limpiar la roja de Ahumada), Gorosito le dará minutos de fútbol al Tortuga Fernández, el Keko Villalba, Coronel, Parnisari y varios de los que no jugaron o lo hicieron poco hasta ahora, como Gerlo, Galmarini, Flores o Archubi.
Ojeda con el hombro
El arquero volvió a resentirse en la zona que lo había obligado a parar en el semestre pasado. Dejó la práctica preocupado y con dolor.
Preocupación. Dolor. Bronca. Todas estas palabras se le mezclaron a Juan Marcelo Ojeda en el entrenamiento de la tarde, en La Carmelita, cuando se preparaba para su regreso al arco de River. El esfuerzo que realizó en una volada, durante un ejercicio físico con pelota, le provocó una gran molestia en el hombro izquierdo. El mismo que lo había dejado fuera de las canchas en las últimas cinco fechas del Apertura. El que deberá ser revisado en estas horas para determinar si podrá ir al banco en el superclásico.
Ojeda estaba trabajando al lado de Vega y enfrente de los juveniles Marinelli y Chichizola. De repente, hizo este mal movimiento que obligó a detener la práctica. Se tiró al piso. Recibió la asistencia de Luis Seveso. Y fue retirado de la cancha con hielo y la misma incertidumbre con la que pasó sus días en Mendoza. ¿Por qué? Porque si bien en los papeles parecía el uno de Gorosito, el DT le dio descanso obligado en los dos primeros partidos porque “volvió de las vacaciones con unos kilitos de más”. Ahora Juan Marcelo, además de cumplir con una estricta dieta, estaba tratando de rendir en las prácticas a fin de recuperar el puesto que había perdido tras su primera dificultad en el hombro, el 14 de noviembre.
Al ex Central lo persiguen las lesiones desde que tuvo la respondabilidad de reemplazar a Juan Pablo Carrizo. Frente a Gimnasia de Jujuy había sufrido un desgarro en la cresta ilíaca que lo llevó a jugar infiltrado en el choque definitorio de la Sudamericana ante Chivas. Luego quedó out por su segunda lesión. Lo de ayer, en suma, le agrega vacilaciones a su presente. Ojeda con el hombro.
Zapping
Baldassi será el árbitro vs. Boca
El Colegio de Arbitros designó anoche a Héctor Baldassi para dirigir el superclásico del sábado en Mar del Plata, con Hernán Maidana y Francisco Rocchio como asistentes. Será el sexto en la carrera de la Coneja, quien hasta ahora pitó tres triunfos de River y dos de Boca.
Oscar Ahumada
El que más me sorprendió de los nuevos fue Fernández. Es un tanque.
Pipo mantiene la forma a lo Bielsa
Gorosito aprovechó que sus jugadores estaban trabajando intensamente con el PF para dar varias vueltas a la cancha del complejo La Carmelita, a lo Bielsa, buscando reducir las calorías que había incorporado al mediodía en el asado que compartió con su cuerpo técnico y el dirigente Fito Cuiña.
¿Mañana Fabbiani?
Hoy habrá una cumbre entre Aguilar y Lorente para tratar de acordar el préstamo del Ogro. En Núñez creen que en las próximas horas se podría sumar al equipo.
Es un día decisivo. Hoy se conocería el final de la trama que envuelve a Cristian Fabbiani, Newell’s y River. En la cumbre que reunirá a los presidentes de ambos clubes, habría un sí o un no irrevocable. En Núñez, lugar del encuentro, creen que se impondrá la primera de las alternativas, la misma que le permitirá al jugador sumarse al equipo en las próximas horas. ¿Mañana Fabbiani?
El escenario está dominado por intereses que se cruzan. Newell’s ya no quiere al Ogro con su camiseta pero sí pretende una buena indemnización por los seis meses que restan de su contrato. River ofrece alternativas para resarcir a los rosarinos pero en la caja dispone de pocos billetes. Y el jugador no ve la hora de cumplir el sueño de su vida, aunque sabe que para eso deberá tirar de una soga en la que corre el riesgo de recibir una sanción por abandono de trabajo. “Necesito tocar una pelota”, manifestó ayer. Pero eso no es todo. Al costado, mirando cómo se van sucediendo los hechos, aparece Vélez, dispuesto a sacar provecho del desgaste que lleva la negociación entre los otros clubes (cedería a Rodrigo López) y de la urgencia del Ogro para no quedar colgado hasta julio.
Lo concreto es que la visita de Lorente al Monumental es un signo positivo tras el revés que la semana pasada les dieron a los vicepresidentes Díaz y Macchi en el Parque Independencia. “Falcao y plata”, fue el pedido que ahora se transformaría en un “Salcedo más cash”. Lorente, en cambio, dijo que “el interés de River no quedó claro en la anterior reunión. Ahora queremos llegar a un acuerdo”. Para River Fabbiani es prioridad, pero no está claro qué futbolistas ofrecerán. ¿El paraguayo? ¿Salcedo? ¿Archubi?
Mientras tanto, Fabbiani se sigue entrenando por su cuenta. Continúa transpirando sus sueños de jugar en el Monumental, aunque públicamente reconoce que “Vélez es un equipo grande de la Argentina”. ¿Un guiño? Por ahora es sólo eso. El cónclave Aguilar-Lorente lo dirá. Dirá si River logra que sea mañana Fabbiani.
Son el Gordo y el Flaco
Además de Fabbiani, River va a negociar por Nicolás Spolli, el lungo de 1,92. Otro central y ya van…
Ni Humberto Mendoza, ni Aquivaldo Mosquera ni Andrés Scotti. Ahora el central que puede llegar a River es Nicolás Spolli. Y lo haría en un combo con Fabbiani. Puede ser el Gordo y el Flaco. O ninguno.
Pero la intención está y Aguilar ya se la anticipó a su colega de Newell’s. A Gorosito no le disgusta la posibilidad de contar con el lungo de 1,92 y 86 kilos que, a punto de cumplir 26 años (el 20 de febrero) ya tiene 105 partidos en Primera sobre el lomo, diez goles, seis expulsiones y un promedio Olé de 5,56.
Esta no es la primera vez que River se interesa por el Flaco, aunque en las dos oportunidades anteriores no pudo llegar a un acuerdo con el ex presidente Eduardo López por la alta cotización. Pero ahora que los rosarinos están dispuestos a negociarlo (se desprenderían de él o de Germán Ré, en conversaciones con Independiente), la situación cambia. Encima, hay otra cosa que puede hacer más factible la llegada del zaguero a Núñez: el empresario Fernando Hidalgo se quedó con un porcentaje de los derechos económicos del defensor a cambio de una deuda y estaría dispuesto a cedérselo a River para elevar la cotización. Si se concreta, para Pipo sería una solución central.
Abrazo:D