Yo creo que muchos técnicos actúan por tendencia y no por convicciones o conocimiento. Por caso, si un equipo es exitoso con un 4-4-2, la mayoría se sube a esa moda, pero no repara ni en las caracterísiticas de los jugadores ni en el funcionamiento. Meramente, los desparraman de esa manera sobre la cancha.
En un 4-4-2, al prescindir del enganche, los volantes externos tienen que ser profundos y tener gol. Esto, anclando en equipos ambiciosos, que quede claro. Quien mejor interpretaba esta forma de jugar era Lanús, con Salvio y Blanco. Bastante distinto era lo de Arsenal, que solía apostar a marcadores de punta en el medio.
Por otro lado, muchos entrenadores se casan con su librito y tratan de acomodar a los jugadores al esquema que pretenden, cuando, la mayoría de las veces, debería darse el proceso inverso.
Por último, varios de los esquemas del fútbol local están condicionados por las urgencias y el corto plazo. De lo contrario, no se explica que el 70% juegue al pelotazo al campo rival para ganar el rebote cerca del arco contrario e iniciar allí su avance, o que se ejecuten tiros libres hacia el área rival desde el campo propio. Ni hablar del poco laburo en ofensiva que hay en la semana, o la poca libertad y uso que se les da a los volantes creativos. A veces me pregunto, ¿de dónde quieren sacar juego elaborado si de un lado están Sena-Perez Castro-Álvarez-Yacuzzi, y del otro, por caso, Zarif-Pereira-Vismara-Centurión. Nadie utiliza el espacio que hay entre los volantes centrales y los zagueros. Eso sí, la mayoría de los equipos campeones a nivel local y continental apuestan a esquemas donde el enganche tiene un lugar más o menos acorde a sus características, o a sistemas donde el inodoro está en el baño.
En síntesis, con cualquier estructura se puede ser exitoso y jugar bien. El tema es saber quiénes son los jugadores ideales para cada dibujo y cada forma de juego (ir a buscar el partido, apostar por la contra, manejar los tiempos, etc)
Abrazos.-