Habló el encargado del estadio de River: “Es todo un ‘bluff’ periodístico”
Néstor Morelli, dirigente y responsable del Monumental, aseguró en C5N que él no liberó la zona para que la barra apretara al árbitro Pezzotta. “¿No voy a saber dónde están las cámaras si quiero hacer algo?”, se preguntó. La “otra” historia: una voz anónima reveló detalles del hecho a Infobae.com
“Yo soy el responsable del estadio. ¿No voy a saber dónde están las cámaras si quiero hacer algo? ¿Me entendés lo que te digo? Esto es todo… todo un gran… ‘bluff’ periodístico”. Así comenzó Néstor “Bebote” Morelli, vocal suplente de River y encargado del Monumental, su defensa sobre las acusaciones que lo sindican como responsable de haber liberado la zona para que un grupo de barrabravas de River apretara en el vestuario al árbitro Sergio Pezzota, durante el partido contra Belgrano de Córdoba que determinó el descenso “millonario”.
En diálogo con C5N, el directivo del club de Núñez destacó que “eso (en referencia a las imágenes que mostraron las cámaras de seguridad) no demuestra que hayan ido a apretar ni a matar a nadie”, y argumentó que los violentos pasaron al anillo “porque está todo abierto. La gente, la gran mayoría de la gente, habla y no tiene la menor idea de cómo es River”.
“La custodia no depende de mí, no tengo la menor idea. Depende de la gente de seguridad del club. Las puertas tampoco dependen de mí. Hay un jefe de de controles y de inspectores, que tampoco dependen de mí”, se desligó Morelli, sobre quien pesa un pedido de captura.
El directivo minimizó una y otra vez el episodio: “No es que pasaba cualquiera tampoco pero… es un mundo de gente, aparte no se ve por dónde entran (los barras). Yo justo estaba en el vestuario local, salgo y veo venir caminando a esta gente, nada más. Debo caminar con ellos dos segundos porque de vuelta me meto en el vestuario”, concluyó.
La “otra” historia
Infobae.com accedió a otra versión de lo sucedido ese nefasto domingo en el Monumental. Una fuente anónima aseguró que el recorrido de los barrabravas locales terminaría en la Centenario alta, donde se ubicaban los hinchas de Belgrano, cuya barra tiene una histórica “amistad” con la de River. ¿El objetivo? Llevarles sándwiches y bebidas en señal de camaradería.
“Los barras de River son amigos de los de Belgrano, históricamente. Cuando fueron a Córdoba, después del partido la barra de Belgrano invitó a la de River a comer un asado”, aseguró, y destacó el hecho de que los hinchas cordobeses no reaccionaran a la invasión de los visitantes durante el primer partido dela Promociónpor una cuestión de “códigos”.
Cuatro días después, en Nuñez, tuvo lugar el famoso apriete a Sergio Pezzotta, según la fuente perpetrado por el presidente “millonario”, Daniel Passarella, quien habría enviado al directivo Francisco “Jajo” Bierniakowicz –sindicado como un nexo entre la cúpula del club y la barra brava- a intimidar al referí en el vestuario.
Y prosiguió el relato: "Ya en el playón, es decir abajo de la escalera caracol, los para Jajo, lo encara al jefe de la barra, Martín Araujo (alias “Martín de Ramos”) y le dice, textual: ‘vengan que hay que hacer un trabajo’. Martín le comenta que ellos iban a llevar las bebidas y la comida a la Centenarioalta, y Jajo le explica hay que ir a apretar a Pezzotta.Entonces Martín divide en dos la barra, cuatro van a la Centenario y ocho a cumplir la orden de Jajo, que aclara se la había dado Passarella".
"En ese lugar –continúa- estaba ‘El Chino José’, hombre de Jajo y Passarella, y ‘Bebote’ Morelli, el vocal suplente. Martín pregunta por el tema de las cámaras, Morelli les dice ‘quédense tranquilos que yo los acompaño, ya está arreglado’. En ese momento es que lo llama a Daniel Bravo (secretario general de River) para contarle lo que iba a suceder: de ahí sale la frase ‘háganlo ahora, pero háganlo rápido’".
La denuncia anónima también involucra al responsable de seguridad del club, Gabriel Riccio, quien no quiso atender el llamado de Infobae.com. “Él fue el encargado de liberarles la zona”, sentencia, y concluye: "Los barras llegan al vestuario; Pezzotta se estaba cambiando la remera, los líneas estaban sentados y el cuarto árbitro le estaba acomodando el micrófono a un línea. Entran ‘El Chino José’ y Martín, le piden que cobre un penal, que sino se iba a poner difícil el tema. Los líneas y el cuarto árbitro estaban blancos, y Pezzotta les dice ‘muchachos, quédense tranquilos; váyanse, háganme caso’".
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