Pesadilla nao tem fim

Jejejejejejejeje, se lo tienen merecido

Pesadilla nao tem fim

BOCA / SIN COPA: LA ALEGRIA ES SOLO BRASILEÑA

Pesadilla nao tem fim

Justo cuando practicaban en el estadio, fanas de Flu, en pleno tour, cargaron al plantel. Paletta los insultó y el DT los echó. 1 de 1

Se me van de acá. Ischia hizo echar a los hinchas brasileños.

El sol a pleno en una mañana fresca invitaba a sentarse en la platea baja de la Bombonera y presenciar el último entrenamiento de Boca de la semana. Por eso, con el transcurso de las agujas del reloj, la tribuna empezó a llenarse. Unos pocos eran socios, la mayoría se trataba de gente que había ido al Museo de la Pasión Boquense pero cuando llegaban a la parte del recorrido en que toca asomarse al estadio decidían instalarse ahí para ver de cerca a los ídolos. Y justo, para que el programa sea redondito, Carlos Ischia había programado por segundo día consecutivo una práctica de fútbol… Ideal para ver de cerca y en acción a ídolos como Martín Palermo y el Negro Ibarra. Ideal… Hasta que representantes de la peor pesadilla aparecieron como infiltrados en la tribuna y la mañana terminó con un sabor amargo.

De un lado estaba el equipo titular (sin los siete seleccionados) con Hugo Ibarra y Martín Palermo como figuras principales y del otro, la Reserva con Pablo Migliore, Lucas Castromán y los pibes que aparecieron en este cierre de campeonato. Cuando el Loco hizo el primer gol, con un cabezazo, todavía no había llegado tanta gente. Por eso se escuchaba clarito lo que decían los jugadores. Como cuando Dátolo, entrando por izquierda, remató cruzado, se le fue muy lejos y se reprochó a él mismo, con un grito al aire: “¡Qué burro!”.

En el ST del ensayo, sin embargo, la tribuna se había poblado lo suficiente para hacerse sentir. Cada vez más. Con carcajadas, gastadas, gritos socarrones. Porque para asistir al Museo no hay que ser hincha de Boca. De hecho, muchos son turistas extranjeros. Y había muchos brasileños, justo brasileños del Fluminense, como para alargar aquella pesadilla que empezó el 4 de junio con la derrota por 3-1 en Río de Janeiro y la eliminación de la Copa. “Flu campeao”, se animó uno, y despertó la ovación de los otros infiltrados en la casa boquense. Los jugadores, que hasta ahí sólo los miraban de reojo, empezaron a fastidiarse. Y algunos, como por ejemplo Gabriel Paletta, les saltó la térmica cuando escucharon una nueva gastada por la derrota en la semi y los insultó a distancia…

Enseguida, cuando Sebastián Battaglia (primo) le empató a los titulares, el grupo brasileño estalló en un grito de gol burlón. Para qué… Conocido como un tipo tranquilo y equilibrado, siempre de buen humor, Carlos Ischia cruzó como una bala el campo de juego, se acercó a la esquina en la que estaban ubicados los hinchas que suelen ingresar por el museo, los retó y los hizo echar. “Señores, afuera”, ordenó inmediatamente la gente de seguridad del club.

Los otros dos goles de los más pibes no los gritó nadie. “Yo no soy de enojarme, es verdad. Pero empezaron a decirles cosas a los jugadores. Son invitados acá, no pueden faltar el respeto así”, explicó el técnico cuando se retiraba del entrenamiento, ya con la calma habitual. Pero no le hablen de Fluminense.

Ledav

Jejejejejejejeje, se lo tienen merecido

Pesadilla nao tem fim

BOCA / SIN COPA: LA ALEGRIA ES SOLO BRASILEÑA

Pesadilla nao tem fim

Justo cuando practicaban en el estadio, fanas de Flu, en pleno tour, cargaron al plantel. Paletta los insultó y el DT los echó. 1 de 1

Se me van de acá. Ischia hizo echar a los hinchas brasileños.

El sol a pleno en una mañana fresca invitaba a sentarse en la platea baja de la Bombonera y presenciar el último entrenamiento de Boca de la semana. Por eso, con el transcurso de las agujas del reloj, la tribuna empezó a llenarse. Unos pocos eran socios, la mayoría se trataba de gente que había ido al Museo de la Pasión Boquense pero cuando llegaban a la parte del recorrido en que toca asomarse al estadio decidían instalarse ahí para ver de cerca a los ídolos. Y justo, para que el programa sea redondito, Carlos Ischia había programado por segundo día consecutivo una práctica de fútbol… Ideal para ver de cerca y en acción a ídolos como Martín Palermo y el Negro Ibarra. Ideal… Hasta que representantes de la peor pesadilla aparecieron como infiltrados en la tribuna y la mañana terminó con un sabor amargo.

De un lado estaba el equipo titular (sin los siete seleccionados) con Hugo Ibarra y Martín Palermo como figuras principales y del otro, la Reserva con Pablo Migliore, Lucas Castromán y los pibes que aparecieron en este cierre de campeonato. Cuando el Loco hizo el primer gol, con un cabezazo, todavía no había llegado tanta gente. Por eso se escuchaba clarito lo que decían los jugadores. Como cuando Dátolo, entrando por izquierda, remató cruzado, se le fue muy lejos y se reprochó a él mismo, con un grito al aire: “¡Qué burro!”.

En el ST del ensayo, sin embargo, la tribuna se había poblado lo suficiente para hacerse sentir. Cada vez más. Con carcajadas, gastadas, gritos socarrones. Porque para asistir al Museo no hay que ser hincha de Boca. De hecho, muchos son turistas extranjeros. Y había muchos brasileños, justo brasileños del Fluminense, como para alargar aquella pesadilla que empezó el 4 de junio con la derrota por 3-1 en Río de Janeiro y la eliminación de la Copa. “Flu campeao”, se animó uno, y despertó la ovación de los otros infiltrados en la casa boquense. Los jugadores, que hasta ahí sólo los miraban de reojo, empezaron a fastidiarse. Y algunos, como por ejemplo Gabriel Paletta, les saltó la térmica cuando escucharon una nueva gastada por la derrota en la semi y los insultó a distancia…

Enseguida, cuando Sebastián Battaglia (primo) le empató a los titulares, el grupo brasileño estalló en un grito de gol burlón. Para qué… Conocido como un tipo tranquilo y equilibrado, siempre de buen humor, Carlos Ischia cruzó como una bala el campo de juego, se acercó a la esquina en la que estaban ubicados los hinchas que suelen ingresar por el museo, los retó y los hizo echar. “Señores, afuera”, ordenó inmediatamente la gente de seguridad del club.

Los otros dos goles de los más pibes no los gritó nadie. “Yo no soy de enojarme, es verdad. Pero empezaron a decirles cosas a los jugadores. Son invitados acá, no pueden faltar el respeto así”, explicó el técnico cuando se retiraba del entrenamiento, ya con la calma habitual. Pero no le hablen de Fluminense.

Ledav

Jajjajajajjajajjajajajjajaja

matate bostero:lol:

jajajaja bostero amargooo

:lol:

Jahahahah terribleee

jajajajajaja…que cosa que son estos brasileros…me hubiera encantado ver la cara de ischia y de los demas jugadores de boca en ese momento…jajajajajaja:mrgreen::mrgreen::mrgreen::mrgreen:

jajajaj… bostero puto.

se quieren matar los bosteros

jajajaja, …como odio a los bosterosss…

JAJA,QUE SIGAN SUFRIENDO…

jajajajaa