¿Passa el invierno?
La autocrítica de Passarella no es profunda y el plazo que se autoimpuso para fin de año se le acortó en sólo una semana. Y encima pasado mañana vuelve al Monumental.
Qué le pasa a River? ¿Por qué parece el mismo del semestre pasado? ¿Por qué no le puede ni empatar a un equipo recién ascendido? ¿Por qué el técnico no encuentra el equipo? ¿Por qué?¿Por qué? ¿Por qué?
Preguntas con respuestas. Aunque son respuestas que Passarella no da. “Yo hablo del partido, nada más”, explica el técnico cuando la consulta lo incomoda. Entonces, la frase se repite una y otra vez.
—¿Hay jugadores que no entienden lo que es jugar en River?
—Yo hablo del partido.
—Sí, te lo pregunto por lo que se vio en el partido.
—…
—¿Recién contra Estudiantes, en el Monumental, van a poder palpar el ánimo de la gente?
—Hablo de este partido, eso es para el miércoles.
—¿Este arranque puede modificar el plazo que le puso a su continuidad?
—Yo hablo del partido.
El Kaiser esquiva el bulto, elige qué responder y, cuando lo hace, su análisis carece de la profundidad que debería tener. Pero más preocupante aún es que esas palabras se repitan de la puerta del vestuario para adentro, donde le pidió serenidad y trabajo a sus jugadores, a los que parece no llegarles el mensaje, los que responden con caras fastidiosas por los constantes cambios y la falta de respaldo. “Está en su nebulosa, como si no dimensionara lo que está pasando”, cuentan desde los alrededores del técnico.
Razones no le faltan a esa definición si se tienen en cuenta las declaraciones de Passarella. “A esta altura pensábamos tener más puntos, claro, pero pudimos haber ganado alguno de los tres partidos”, se conforma y, aunque aclara que no lo quiere poner como excusa, reitera que “era complicado ganar por el estado de la cancha”.
Dentro de 48 horas, Passarella se volverá a reencontrar, en un Monumental caliente, con los hinchas de River, ésos que lo llevaron en andas por el hall luego de ganarle 3-1 a Boca en el Apertura 06, los mismos que fueron hasta ese lugar para pedirle que se vaya en el torneo pasado. A ellos, los verdaderos hinchas, el Kaiser les leyó que “no se puede persistir en el fracaso” y les prometió irse “si no hay éxitos hasta diciembre”. Mientras tanto, los dirigentes prefieren morderse los labios antes que opinar de la continuidad del DT porque saben que Aguilar no le pedirá la renuncia ya. De hecho, el presidente llamó anoche al Kaiser para apoyarlo. Pero si sigue por esta senda en el Apertura, el futuro del técnico quedará atado a la Sudamericana. Y si no, a Devoto.
Diario Ole
Yo creo, que, a pesar de que me da muchisima bronca, era algo obvio, es un ciclo que termino el dia q quedamos eliminados en Colombia(!!!), contra el Caracas(!!!). Ahora, mi unico miedo es que no se quiera ir en diciembre, porque, lamentablemente, estoy seguro de que no vamos a ganar ninguno de los 2 torneos.