Las aguas volvieron calmas
[SIZE=2]Por Horacio Elizondo | Elizondo [/SIZE]
[SIZE=3][SIZE=2]Luego de la turbulenta semana en el fútbol argentino, desatada por la polémica decisión en el Nuevo Gasómetro con el gol otorgado para el empate de Colón, la corriente volvió a serenar en esta jornada. Desde el arranque de la misma, tuvimos una fecha aceptable con errores y aciertos habituales; en general, para nada determinantes en los resultados de los partidos.
Como era de esperar…
Todas las miradas posaron en el encuentro que San Lorenzo disputó con Atlético de Rafaela, para el cual fue designado Pablo Lunati, por su experiencia en este tipo de situaciones… “Calientes”.
En el complejo examen que le tocó afrontar, si bien el árbitro controló el partido en todo momento, pasó por alto de arranque un penal a Romagnoli, cuando Sara lo embistió a los 12 minutos del primer tiempo y San Lorenzo ganaba por 1-0.
A su vez a los 37,’ Lunati debió expulsar a Dario Gandín, cuando le aplicó un codazo a Adrián Martínez. Particularmente, esta es una acción muy difícil de observar para el árbitro debido a que el cuerpo del jugador local (dándole la espalda al árbitro) obstaculizó la visión de dicho movimiento. Tampoco el AA1, desde su ubicación pudo advertirlo.
No estuvo a la altura
Con Gimnasia-River en La Plata, Alejandro Toia no tuvo su mejor tarde. Su firme consigna fue llevar adelante un partido difícil, con la menor cantidad de inconvenientes posibles, pero no contó con la atención necesaria, y mostró una baja actitud de compromiso a la hora de tomar las decisiones más trascendentales del partido.
Repasemos algunas de ellas:
*A los 14’ los roces entre Marcelo Goux y Alejandro Domínguez, que terminaron con un claro cachetazo del local en la cara del jugador de River (a escasos metros del AA2) debió haber terminado con la expulsión del jugador de Gimnasia; recién 63 minutos después, Goux se retiró expulsado por un fuerte planchazo.
*A los 69’ y a los 79’ Toia no le sancionó a River, dos penales contra dos de sus delanteros. El primero a Cavenaghi, golpeado de manera imprudente con la pierna y con el brazo. Y el segundo a Trezeguet por sujeción (lo tomaron a lo largo de varios metros), ante la atenta mirada del árbitro, quien decidió no sancionarlo.
El gran acierto del partido en El Bosque se dio por parte del AA1, cuando anuló un gol de Gimnasia (Goux) por fuera de juego de extrema precisión.
Los destacados:
Saúl Laverni y Néstor Pitana fueron los árbitros con el mejor desempeño de la fecha.
En Argentinos-Estudiantes, Laverni acertó de arranque, a los 3’, cuando interpretó la mano de Pablo Barzola como intencional dentro del área de AJ, y otorgó penal para los platenses; y también a los 63’ cuando expulsó a Leonardo Jara del visitante, por aplicar un puntapié sin balón a un jugador de Argentinos.
En Arsenal-Tigre, Pitana tuvo su decisión más importante a los 37’, cuando expulsó con doble amarilla a Gastón Díaz del conjunto visitante; ambas tarjetas por acciones temerarias. El árbitro se adaptó a las exigencias del partido, convirtiéndose en un actor importante para encausar el mismo.
Cinco en siete
Por su parte, Sergio Pezzotta cumplió, y no alteró el match en Boca-Lanús. El juez controló el encuentro de manera equilibrada y ecuánime. El momento más difícil del match se dio en el segundo tiempo, después del empate del Lanús, cuando Boca cometió cinco faltas en siete minutos y fue expulsado Clemente Rodríguez por aparentes reclamos injuriosos al árbitro. Amonestados también resultaron Román Riquelme y Diego Rivero durante ese pequeño lapso. Luego de fijar estos límites, el partido continúo bajo su absoluto control.
Dos por Dos
Por último, es destacable la actitud de Carlos Maglio en sancionar bien dos penales en Racing-Unión (uno para cada conjunto), pero sobre todo en hacer repetir la ejecución ambos (por adelantamiento y por invasión). Su actuación fue buena y no influyó en el resultado del partido.
Fuente: Yahoo Deportes.
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