[b]Sólo eso, como ese nro. no se cumplen todos los días, quería saludarlo. Aunque nunca lo vaya a leer.
¡Felicidades![/b]
[b]Sólo eso, como ese nro. no se cumplen todos los días, quería saludarlo. Aunque nunca lo vaya a leer.
¡Felicidades![/b]
[b]Sólo eso, como ese nro. no se cumplen todos los días, quería saludarlo. Aunque nunca lo vaya a leer.
¡Felicidades![/b]
Que onda, no es idolo bostero ese ?
Va más allá de eso, es el único sobreviviente de la Final de 1930. Es un orgullo para todos los argentinos.
Feliz cumple tocayo.
Coincido. Gran ídolo Tripero… y encima hace unos años se ganó la loteria!
Feliz cumple siglo Pancho!
Feliz Cumpleanos !!!
Si no me equivoco, aquel Mundial se desarrollaba en Uruguay ?
feliz cumple viejo choto bostero…
:lol::lol::lol::lol::lol:
[b]Si, Uruguay 1930.
Feliz cumpleaños, no se cumplen 100 todos los dias.
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:|:|:|:|:|:|.
c
Mis saludos para un gran jugador.
Mis respetos, Señor.
Mantequita, mantequita, mantequita…
Cuando nació Francisco Varallo, Boca era un club del ascenso, la Selección Argentina sólo había jugado 14 partidos y en Gimnasia y Esgrima La Plata no existía el fútbol. Hoy cumple 100 años el enorme goleador y último sobreviviente de la final del Mundial de 1930.
Nacido en Los Hornos, Pancho Varallo jugaba como adolescente en el club 12 de Octubre, y a los 18 años se probó en Estudiantes. Los directivos pinchas lo querían incorporar, pero sus pares de 12 de Octubre eran hinchas de Gimnasia y prefirieron que el goleador jugara en el equipo tripero. Luego de pasar la prueba, en el primer partido en tercera convirtió nueve goles, hecho que lo catapultó a la primera división. Jugó su primer partido contra Tiro Federal y convirtió su primer gol en el segundo encuentro, ante Huracán.
Al año siguiente se dio el inusual gusto de ser campeón con Gimnasia. Por problemas de calendario, el torneo se disputó con formato de conferencias. El equipo platense ganó el grupo impar y venció en el “super bowl” a Boca, 2-1 en la cancha de River de Alvear y Tagle. Con 19 años, Francisco Varallo convirtió 8 goles en la campaña de 18 partidos que llevó a Gimnasia al título.
Meses más tarde, ya con el mote de “El Cañoncito del Bosque”, debutó en la selección argentina en un partido ante Uruguay por la Copa Newton. El encuentro terminó 1-1 y Varallo convirtió para Argentina en el minuto 11. Fue el 25 de mayo de 1930.
En julio se disputó en Montevideo el primer Mundial. Pancho Varallo contó así cómo fue designado para integrar el plantel argentino: “había postulados cinco insiders derechos: Rillaga, Zito, Marazzi, uno que no me acuerdo y yo. Votaron los dirigentes de la Asociación, y recuerdo que Mario Zureda [delegado de Gimnasia] lo convenció al de Independiente: ‘si me votás al pibe no se van a equivocar‘. Y me eligieron”.
El delantero de 20 años jugó cuatro de los cinco partidos (sólo faltó en la semifinal) y convirtió el cuarto gol en el triunfo 6-3 contra méxico por la primera fase. Estuvo presente en la final, pero no pudo hacer mucho porque había entrado a jugar desgarrado. No fue el único problema que sufrió el seleccionado argentino, y Uruguay se llevó el título con el 4-2 final.
Tres años más tarde convirtió el gol con el que Argentina venció a Uruguay en el Centenario, en lo que fue tomado como una revancha de la final perdida. En total jugó 16 partidos con la albiceleste y convirtió 6 tantos. Su último partido en la Selección fue el 1 de febrero de 1937, en el desempate ante Brasil por el Sudamericano ganado por Argentina en Buenos Aires.
Luego del Mundial fue cedido a préstamo para una gira que realizó Vélez por varios países de América, en la que convirtió 20 goles y compartió delantera con otro gran cañonero, Bernabé Ferreyra.
El Cañoncito Varallo era un delantero que no se destacaba por la habilidad sino por la potencia y el oportunismo para el gol. “Yo era muy metedor, entrador, hacía goles, pero era medio atropellado”. Le pegaba con las dos piernas, pero su déficit era el cabezazo: “si hice cinco goles de cabeza, es mucho”. Él mismo comparó su potencia con la de jugadores como Funes, Palermo o Batistuta.
Sus características despertaron el interés de Boca, y firmó para el club de la ribera en el inicio del profesionalismo. Con el dinero del pase compró la casa de La Plata donde todavía vive. Inicialmente jugó de insider derecho, pero a los pocos partidos, cuando lo pusieron de centrodelantero, comenzó a hacer goles para Boca en cantidad. En el campeonato de 1931 convirtió 27 goles en 24 partidos y contribuyó así a que Boca se llevara el primer título profesional. No obstante el promedio, no fue el goleador de ese torneo, galardón que consiguió por única vez en 1933, cuando hizo 34 goles en 34 partidos. En tres domingos seguidos convirtió sobre la hora y se ganó la fama de autor de goles “de la agonía”
Fue protagonista de la jugada decisiva del primer superclásico profesional, jugado en la vieja cancha de madera de Boca (por cierto, Varallo nunca jugó en la Bombonera). Con el partido 1-0 para River, Boca tuvo un penal. Lo pateó Varallo y el arquero Iribarren dio rebote. La pelota fue hacia Varallo, que volvió a disparar y el arquero volvió a rechazarla. Varallo atropelló y consiguió meter la pelota en el arco, parece que con foul. El árbitro convalidó el tanto y se armó una batahola en la que terminaron expulsados tres jugadores de River. El partido se suspendió y más tarde la liga se lo dio como ganado a Boca.
Su campaña goleadora con Boca fue espectacular. Hasta 1937 no bajó de los 18 goles por año y mantuvo un sensacional promedio de 0,93 goles por partido. La cifra más baja la obtuvo en el campeonato de 1934, cuando Boca fue campeón. En tres temporadas tuvo un promedio de un gol por partido o más. No en vano fue el máximo goleador de Boca del profesionalismo hasta que lo pasó Palermo, otro animal.
Luego sufrió una lesión en la rodilla que le permitió jugar sólo un partido en 1938 (algunas fuentes dicen que la lesión se produjo en un partido de la Selección contra Chile, pero las fechas no concuerdan). Sú único partido de ese año (derrota 2-1 ante River) fue el último jugado en la cancha de madera de Brandsen y Del Crucero, que fue desmantelada para construir la Bombonera.
En el campeonato de 1939, cuando ya necesitaba ponerse hielo durante toda la semana para poder estar el domingo, se las arregló para jugar 24 partidos y convertir 9 goles. Se despidió de los campeonatos de AFA en diciembre en Chacarita ante Ferro. Una semana después, el 8 de diciembre, jugó su último partido, ante Huracán por la Copa Adrián Escobar en el Monumental, y convirtió su último gol. Perseguido por su lesión, Pancho Varallo se retiró del fútbol a los 29 años. Fue hace 70.
Sus números finales en Boca son 222 partidos y 194 goles (incluyendo copas varias), con un promedio de 0,87. Ganó tres campeonatos: 1931, 1934 y 1935. En Gimnasia convirtió un total de 29 goles en 64 partidos.
Desde su retiro vive en La Plata, donde puso una agencia de quiniela y pasó gran parte de las últimas décadas recordando sus hazañas en numerosas entrevistas donde hace lucir (y da práctica a) su memoria. Entre 1957 y 1959 fue director técnico de Gimnasia, pero él mismo reconoció no haber nacido para ser entrenador. Hace poco, cuando Palermo amenazaba con alcanzar su marca, declaró que “si me pasa, vuelvo al fútbol”. Se comprueba así que la capacidad de oscarusear no se pierde con los años.
En los últimos tiempos, su condición de protagonista y último sobreviviente del primer Mundial lo ha llenado de galardones y homenajes. Se ha convertido en una presencia más o menos frecuente en los medios gracias a su longevidad y memoria, pero fundamentalmente por su extraordinaria carrera de gran goleador.
Feliz cumpleaños,aunque haya jugado en boca,lo respeto por ser el unico que queda vivo de la final del 30 y por cumplir 100 que no es algo comun
Increible! nada más ni nada menos que 100 años!
Felicidades!!
Mirá vos, no sabía… jugó en 12 de octubre, igual que yo. Seré el futuro Pancho Varallo (?) :mrgreen:
“Nacido en Los Hornos”
100 años cumple el pancho ? Que groso loco. Clavarse uno a la tarde con una coquita bien fria y abundante mostaza en la playa no tiene precio. Mis felicitaciones al que lo invento.
Felicidades por llegar a los 100.