Pablo Desimone, El Pity Alvarez del CARP

No me gusta para nada que empiecen a flashar así viejo… Después si existe (ojalá que no, por Dio’) una caída y se viene todo abajo va a ser mil veces más dura y le van a pegar con todo.

:lol:

Uh dios, está dandole a la pepa mal jajaja. Que flashero.

A ver que escribe ahora el boludo este

Se despide un crack que dejó una huella inmensa de talento y amor a la camiseta de River. Se va del club un cacho de la mejor historia de los últimos veinte años. Además de su calidad indiscutible, quedará siempre grabada su “gallarda” dimensión en los clásicos. Su pegada prodigiosa, aquellos últimos golazos a Abbondanzieri, tanto como esa viril manera de plantarse en las más bravas. Frente a Tigre recibirá el homenaje popular.

Si hubiera que definirlo por parecidos futbolísticos, yo diría que Gallardo es una mezcla de Valderrama, de Bochini y de Platini. Quizá no alcanzó a tener el impresionante poder de conducción del colombiano ni la extraordinaria geometría del Bocha, ni la increíble capacidad goleadora del francés. Pero tiene de los tres esa extraña intuición de estar un segundo adelantado a cada jugada, porque sabe leer como nadie el juego. Bien le podría caber al Muñeco aquel parangón con el que Valdano definió al máximo ídolo de Independiente, como el Woody Allen del fútbol. ¿Quién podría sospechar que en ese envase tan pequeñito se encerraría tanta inteligencia? ¿Quién podría negar que este dinosaurio “pie pequeño” no resume en la cancha lo que el fantástico director de Manhattan?

Salir de lo intrasubjetivo y llevarlo a lo intersubjetivo. Realizar el viaje del paisaje interior al maravilloso universo de sentimientos que mueven las conductas humanas interactuando. En términos de juego, propiamente dicho, observar cómo alguien sabe priorizar lo grupal por encima de lo individual. Pero también hay un Gallardo-Freud. ¿Quién puede hacer una lectura del síntoma del partido para luego acometer hasta el hueso y limpiar “lo trabado, lo que perturba, lo que no deja pensar? Lo implícito de cada jugada, aquello que está oculto. Lo obvio tiene escondites que sólo las mentes brillantes saben descubrir. Y crear la sensación visual de que la pelota siempre lo busca a él y no él a la pelota. Cuando Gallardo es manija, la pelota es el sujeto de esta historia y los sujetos los satélites que se mueven a su alrededor. El mundo alguna vez creyó que la tierra y el hombre eran el centro del universo.

Ahí ya es el Gallardo líder grupal, comprometido en serio con la producción y el gusto futbolístico del equipo. Al punto que aquellas diferencias con Mostaza Merlo produjeron el alejamiento de un fútbol que no sentía. Su juego trascendió por el entendimiento superior del quehacer colectivo. Y a veces pagó por ser portavoz oficial contra los “narcisismos” que restan en los planteles. Denunció todo tipo de ombliguismo omnipotente y a la vez improductivo, toda vez que desde chico supo entender como pocos lo que es el juego de conjunto.

Por eso fue líder sin quererlo. Por jugar y hacer jugar. Porque anduvo siempre a una distancia prudencial del sol sin enceguecerse y terminar como Icaro con sus alas derretidas. Gallardo intelectual, científico, matemático, artista. ¿Todo eso puede ser un futbolista? Alguna vez, dijo Albert Camus (argelino, premio Nobel 1957, escritor y filósofo): “Todo lo que sé de la vida lo aprendí del futbol”.

El “Muñeco” siempre fue imprescindible para desocultar lo obvio. Y lo obvio dentro del fútbol es ejercitar lo básico. Darle la pelota al compañero, ser solidario, controlar el balón lo mejor posible, desmarcarse, tener movilidad, estar bien entrenado, poseer espíritu de grupo, saber atacar y saber defender, poner la capacidad al servicio del equipo (aquello de la heladera en la cocina y el inodoro en el baño), manejar los tiempos del partido. Planteado así, lo obvio debería no tener demasiados secretos ni complicaciones. El abecé del juego por lo simple podría familiarizarse con algunas postales de la vida cotidiana que no requieren mayores explicaciones. ¿Quién puede describir la ternura mejor que un bebé en brazos de su padre?, ¿quién la felicidad que un niño domando por primera vez su bicicleta?, ¿quién la perseverancia de la naturaleza renaciendo en cada primavera?, ¿quién la locura que el gol de la victoria frente al rival de toda la vida?, ¿quién la impotencia que este mundo desgarrado por millones de niños desnutridos? ¿Quién el amor más que el sentimiento de madre?, ¿quién la lealtad que los hermanos que se eligen para andar el camino de la vida o el asombro más que un niño frente Dios, un arco iris o una estrella fugaz?

El Muñeco, está dicho, hizo arte de lo obvio y a pesar de que emerge de una mirada profunda de lo cotidiano, su estilo fue también imprescindible por lo estratégico.
Tanto necesita el hombre que produce desarrollar un arte como el hombre que juega hacer de su maestría casi una ciencia para luego disolverse en ese “chiquilín” de cuento Gallardo fue en esencia: “la madurez precoz” encabalgada en un personaje de historieta.
Fue “chuky” y “el muñe”. Terror y ternura. Minúsculo diablo para los rivales, compañero de fierro. Tan sólo 10 minutos le llevaron al Gabi Rodríguez descubrir las verdades eternas del fútbol en ese pitufo de 11 años, entre 60 pibitos, lo que para Sabella y Passarella fue toda una osadía: promover a un chico de 15 años y llevarlo directamente de Octava a Tercera. El mismo que a esa edad ya integraba el sub 17 de Merlo en Paraguay. El purrete del Nahuel supo ser mendigo y fue Príncipe de Mónaco, pudo ser sapo y es un colibrí que presta sus alas a los sueños del piberío de su fundación.

Se va también el cartógrafo del fútbol. ¿El mítico Simbad, el Capitán Garfio o el submarino de Nemo? Aquél que conoce las bahías, las penínsulas, las montoneras y los desiertos del rectángulo como pocos. El que supo extender los límites del campo y hacer la cancha tan ancho y profundo como el mar. Su GPS siempre supo a la perfección los way points que condujeran más certeramente al arco rival. En su mapa sobran las diagonales, las cortadas y los pasillos secretos por donde sorprender al rival. Y cuando irrumpen esas tardes donde las coordenadas se cruzan, la niebla desorienta y todo confuso suele aparecer su espíritu de capitán de aguas embravecidas o de pirata
indómito.

Marcelo se lleva el fútbol que teje y desteje los hilos de tantas paredes hacia otro club. Es su decisión y la respetamos. Se pasó la vida articulando ataques y enhebrando finito por donde pasar la aguja que anude su andar solidario, que sería mezquino no desearle su mejor destino. Así lo recordaremos, trepando por el campo con la pelota como una mosca atrapada en su seda. Portando el veneno mortal de su toque y pegada. Gallardo es nuestra infancia venciendo villanos. Despedimos a un símbolo. Que sea con gratitud y grandeza.

La tinta tiene la humedad del beso y la pantalla de la computadora el ir y venir de las mareas. Todas las imágenes que pueda crear este escriba serán insuficientes. Vamos a decirle adiós al maestro. No hay dudas de que la humedad de alguna lágrima se mezclará con el flujo y reflujo que nos despertará el recuerdo de tantas tardes de gloria.
Suerte Muñeco. Suerte de verdad, gracias por el fútbol.

Chau, yo me voy…

Solo una cosa: :lol::lol::lol::lol:

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[b]Volvió la magia:

EXPLORANDO EL ETER (desde LPM) [/b]

Aquí me encuentro explorando el eter, en busca de las palabras perdidas. La masa gaseosa que nos envuelve las ha devorado quizás porque le gustaron mucho o se alimente de chatarra, en consonancia con los tiempos que vivimos. Se entiende, no es barato consumir alimentos orgánicos pero más perjudicial puede ser que dichos escritos no sean dignos de una “definición” por usted requerida y el eter haya optado por atragantarse para ponerla a salvo de tantas incoherencias. Con respecto a la primera posibilidad, la veo muy remota pero no me queda más remedio de ponerla a su consideración ya que en si en la papelera de reciclaje del eter no se hallan, es más que factible que hayan sido desterradas definitivamente hacia el agujero negro de ozono, sin posibilidad de retorno.
De allí que intentaré tirar del piolín de mis archivos y usar su llave mágica “abrapalabra” – doy por sentado sus permiso-, para ver juntos que resulta.

“En mi caso el hecho de escribir es un acto compulsivo. La escritura, primero, la siento cargarse en mi cuerpo. Se manifiesta como síntoma. Hay una sensación de globo que se va inflando y piolines a punto de romperse. A medida que crece esta incomodidad va pidiendo pista un texto donde eyectar todo aquello que anda dando vueltas por mis poros, mi sangre, mis alvéolos y en algún rinconcito de mis neuronas. Ellas parece ser que son las encargadas de albergarlas antes de ser palabra escrita. ¡Qué otra sensación más liberadora, que aquella de soltarlas al universo!. Abrirle la celda al preso y escapar. Fugarse de mí, sería más preciso, de quien no es más que un tímido carcelero. Uno se hace cómplice de ello con absoluta felicidad, porque nada más injusto de retener a quienes ni siquiera merecen reprobación de producir claustrofobias, asfixias, dolores de panza, etc, si su dueño apenas las registra como fotos de la vida cotidiana. Y ellas quieren ser sentimiento, pensamiento elaborado, algo estéticamente bello. Agradar y si pueden reparar o porque no educar a aquellos que no tienen más posibilidades que leer por ejemplo una crónica de futbol. Como decía el maestro Sábato, cuando uno sueña tiene la posibilidad de liberarse de todas las conductas antisociales que conviven con uno. Lo mismo pasa con la escritura que es un “soñar” despiertos. Comienzan a errar todos nuestros aspectos sombríos en busca de personajes de ficción que rápidamente los contratan. De aquí, que comparta esta mirada catártica que don Ernesto tiene sobre el acto creativo de escribir.
Por supuesto que en ella conviven ángeles y demonios, amores y odios, miedos y deseos, la luz y la oscuridad. Como búsqueda quizás del absoluto que nos habita. Ese encuentra del Uno. ¿Cómo explicar sino que uno intente escribir unos párrafos teñidos de espiritualidad hacia miles de fanáticos, cegados de fundamentalismos pasionales, casi como una misión redentora?. Lo mismo, pero a la inversa, cuando uno intenta despabilar la abulia de los tibios utilizando la arenga como herramienta. Entonces, la creación cumple esa doble función una introspectiva y otra pedagógica, aunque el término suena demasiado pretencioso. Uno, en realidad lo hace para uno, pero inevitablemente también se hace extensivo al lector. Intenta integrar lo irracional, esos pedacitos de vida cotidiana que se nos instalaron vaya a saber por que extraña razón, pero que nos mortifican, con algo que le de sentido. Estructurar lo demasiado desestructurado y desestructurar lo estructurado.
Una simple página de futbol puede esconder los caminos más simples o los más intrincados que uno quiera recorrer. Intentar ser compasivo con los violentos, picanear a los frívolos, ser crítico de una corporación poderosa y temible son algunos de los senderos que uno puede elegir. Otros, los más cómodos, ser adulones profesionales, buscar el aplauso facil y respetar las convenciones que un deporte de masas que generalmente invita a dejarlas inmóviles. “Los códigos”, palabra que odio por la connotación mafiosa que en si misma encierra. De cosa cerrada, hermética. Cuando lo público, nunca debería ser tan secretamente escondido. Esos tics que tienen todas las organizaciones que nuclean y trafican con el poder. Mi lugar, ha sido el de intentar romperlo. El precio de la transgresión por supuesto que tiene un costo alto. Y el del status quo otro. Mi cuerpo no me ha permitido transar. Nunca pude optar por lo más conveniente ni lo que racionalmente se supone más redituable para el bolsillo. Opté por exhalar hondo. Respirar. Vomitar y limpiarme de la inmundicia, de tapar la basura, de la complicidad con un sistema, que desde algún lugar chiquito sirva para pasar un poquito la escoba. Por ejemplo, introducir algo minimamente cuestionador, puede empezar a cambiar alguna cosa. Por lo menos resonar con la sensibilidad de uno solo, no pido más, de los dos millones de lectores que visitan una página de futbol como es el caso de La Página Millonaria. Allí ando flotando intentando traducir el idioma popular en alguna métafora, una sinestesia, un paralelismo, unaimagen visual poderosa, otra auditiva, todo aquello que los que trabajamos con la “palabra” tenemos el compromiso de elegirla, diseccionarla, hurgarla, embellecerla. No hay tarea más grata ni más compleja que ser recolector de palabras de un mismo idioma pero de mundo diferentes.

:lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen:

wtf?

VIEJO FALOPERO!!! :evil: no podeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeesssssss

"Además de su calidad indiscutible, quedará siempre grabada su “gallarda” dimensión en los clásicos. Su pegada prodigiosa, aquellos últimos golazos a Abbondanzieri, tanto como esa viril manera de plantarse en las más bravas"

Qué tipo pelotudo, no sabe que el 80% de los que entran a LPM apenas saben escribir? Me imagino a todos los th intentando descifrar las palabras que escribe este salame…

:lol:

72 años dice el tiempo cronológico, inventado por occidente para medir más que el día y la noche, la jornada laboral. Sin embargo, hoy se cumplen vaya a saber cuántos según el tiempo circular que desde un pantano del Bajo Belgrano se fundó la Keops del fútbol. Allí sólo existía el desierto. La frontera era la muralla del ferrocarril Belgrano y del otro lado, bajo el líquido, la resaca que acunaba el Plata.

Hubo un hombre, que entre la locura y el ensueño armó un sueño colectivo. De un redondel del aire creó la más portentosa vasija del aliento. Ahuecó los humedales hasta el centro de la tierra y desde allí emergieron los cimientos que atraparían definitivamente el futuro, la gloria deportiva y la misa cuya primera oración reza: “¡River, mi buen amigo, esta campaña ‘volveremo’ a estar contigo!”.

Y fue así, que quedó tapiado el silencio, puertas afuera, y fue sudestada intempestiva de fervor tribunas adentro. Fueron necesarias 3.000 toneladas de acero y 26.0000 metros cuadrados de hormigón para custodiar nuestro “santo lugar”. Lo que nunca se pudo medir fue la fe que entregaron nuestros millones de templarios, aquellos hombres que acompañaron a su líder para que el “Monumento al Fútbol”, “el Monumental de Núñez” sea inaugurado y permanentemente embellecido y cuidado.

¿Cómo hicieron posibles los egipcios sus maravillosas pirámides, esos inigualables Santuarios? Unicamente, por amor a sus dioses. Ya, el oráculo de los sabios del reino el Dr. Degrossi y Don Antonio Vespucio Liberti, aquellos visionarios que se sacaban chispas, había anticipado que después del reinado de Peucelle, Bernabé y Moreno, otras deidades pedirían pista rápido. Así fue que aquel tren que pasaba a espaldas de la tribuna incompleta raudamente se instaló en el verde césped. “La Máquina” sería venerada como ningún otro equipo argentino desde las piedras escalares que conformaron las gradas más galanas, tan rutilantes como las del Colón, tan majestuosas y misteriosas como las del Machu Picchu. Desde entonces, el “único estadio” fue Circo y Coliseo de malabaristas y gladiadores adorados. Y hubo un Angel, un Pistola, un Alemán, Un Mortero, un Patón, un Botija, un Maestro llamado Adolfo, un Walter, un Cabezón, un Ronco, un Pinino saltimbanqui, un Amadeus, un pibe de Polvorines apodado “El Beto”, un Príncipe, un Pelado llamado Ramón y luego un Payaso, un Conejo, un Muñeco, un Burrito y, ahora, un Enano que enamora.

Pero si en algo se convirtió la mole del Bajo Belgrano fue de todos: “El Vaticano del fútbol argentino”. De la Selección, desde los tiempos del Flaco con el Gran Capitán y la Copa en alto, de la hazaña del mismo Daniel, en la era Bilardo. Y del Rock, desde el Indio hasta Sui Generis, de Paul, Los Rolling y The Police. Hubo tanto regocijo, pero también hubo llanto. Y para eso se hizo, para implorar con el canto. Hubo un duro maleficio, más de 17 años. Y nos dijeron gallinas y ofendieron nuestro credo. No lograron dividirnos y desde el fondo más hondo, aquél que esconde el cimiento, desde el fondo de la tierra brotó el fuego sagrado. Así como brotará siempre, por más rachas maleficios e incapaces dirigentes.

La llama riverplatense es la llama de la vida, la de una cena con velas entre dos enamorados que día a día renuevan en un pacto apasionado, serle fiel al sacramento de la fidelidad: “En las buenas y en las malas”. “Monumental” sos nuestro templo, allí donde los astros han tornado la gramilla en alfombra roja y las velas y candelabros en bengalas humeantes de color sangre y nieve. Allí donde los templarios practicamos a coro nuestros salmos paganos y donde el eco de la “o” de gol se lanza en catarata del fondo cavernoso de miles de gargantas. Retumba en nuestras bocas y estalla y se multiplica en la Sivori, la San Martín y la Belgrano, mientras la Centenario atónita observa paralizada semejante explosión del alma sonora.

A nadie le ponen Vespucio por casualidad. Si bien Don Antonio Liberti lo llevaba como segundo nombre, Vespucio como el viejo Américo, el navegante colonizador español, desde jovencito asumió su rol de fundador, de persona signada a “hacer historia”. El, junto al “ideólogo” Degrossi pensaron la majestuosa obra. Hace 72 años se inauguró nuestra Keops. ¿Hace 72 años? “El Monumental de Núñez”, más que un estadio de fútbol, una pirámide, rodeado de anillos, laberintos, puentes, túneles, piletas, es nuestro templario. Recuerdos de un futuro por nadie superado.

Gracias a nuestros templarios, los mismos que también habitan en los murales de la popular. Unos y otros son los responsables de mantener vivo el ritual pagano que nos convoca cada domingo. Una historia regada de alquimistas que con su presencia multitudinaria partido a partido siguen fundiendo la piedra en el pantano. Una argamasa única, donde se mezclan la sangre de tantos corazones que morimos por la banda roja y una pasión cementera y acerada, que nos acuna.

Imagen: La Página Millonaria.

La Keops del fútbol.Será por las ruinas?:lol:

Jajajajajajaja es un fenomeno!

Che a Pablito lo tengo en el face y ahora esta conectado. Quieren que le mande el link de este tema? :mrgreen: Si quieren que se arme puterio avisen, jeje.

Y dale, avisale y que se sume al debate!
Eso si, que largue la merca porque lo va a consumir…mal. :lol:

Es un flashero el pablin…