Están nominados
(Investigación) En un caso curioso, y al mismo tiempo peligroso, la Asociación de Clubes generó una lista de jugadores proscriptos. Con la desaparición de River Plate de la Liga quedó el tendal de deudas que afectó a todo el plantel. Los perjudicados van contra la ADC para cobrar sus haberes y la entidad madre respondió con una proscripción para que nadie los contrate. Historia de una negación.
[16-05-07 18:12:01] Autor: Pablo Tosal (ptosal@pickandroll.com.ar)
Sigue abriéndose el agujero que lastima a la Liga Nacional. Esta vez como corolario de la falta de controles que tienen los clubes a la hora de contratar jugadores, el desquicio llegó al punto que hay un plantel completo, con técnico incluido que cobró la mitad de su salario correspondiente al total. ¿Entonces?. Lo que sigue es un menú difícil de digerir.
El génesis es la pésima administración que River Plate produjo sobre el básquetbol de Liga Nacional (y que en líneas generales hace sobre todo el club), para la liga 05/06 contrató jugadores como para pelear bien arriba y terminó envuelto en problemas internos que afectaron toda la campaña. El resultado fue un vacío dirigencial que generó deudas del plantel y terminó perdiendo la plaza en los escritorios de la Asociación de Clubes.
Hoy el único jugador que firmó el libre deuda del plantel millonario de dicha temporada es Bruno Lábaque, quien en su momento puso plata de su bolsillo para pagarles el viático a los juveniles.
El resto (Leopoldo Ruiz Moreno, Julio Mázzaro, Alejandro Burgos, Cristian Cadillac, Jorge Sánchez y Mario Guzmán) tienen una larga deuda (casi la mitad de la temporada) que buscan cobrar. Como hacerle juicio a River Plate no garantiza en modo alguno llegar a un buen puerto (al chileno Marcelo Salas le deberían cerca de 2 millones de dolares) los jugadores decidieron ir contra la AdC para cobrar sus haberes postergados. Es decir ¿quién se hace cargo del muerto?.
La situación de final de temporada se dio de la siguiente manera. Los jugadores tenían cobrado entre tres y cuatro meses (en el mejor de los casos) cuando la liga llegó a su fin. Cuando los dirigentes de River aparecieron y se sentaron a negociar ofrecieron el 50% de la deuda en tres cheques y del otro 50% debía hacerse cargo la AdC. Los jugadores firmaron.
Claro, hay un detalle insoslayable ¿Qué les hacía pensar a los jugadores que la AdC se haría cargo de la deuda?. Es más, no hubo ningún dirigente de la AdC sentando en dicha mesa que rubricara el acuerdo con su firma, por lo tanto, la entidad presidida por el contador Eduardo Bazzi reaccionó de manera intempestiva para proteger su patrimonio sin que se asiente un precedente que los condicione en el futuro.
La idea que tenían los jugadores era que al vender la plaza de River, se saldarían las deudas con dicho dinero (algo lógico) siendo finalmente Estudiantes de Bahía Blanca el club comprador. Ahora bien, hubo un detalle legal en el cual se ampara la Asociación de Clubes: para hacerse cargo de la deuda River debía renunciar a su plaza y en realidad hizo abandono de la competencia. Para las vías legales parece que No es lo mismo abandonar que renunciar. Como a la AdC no ingresó ningún fax con la pertinente “renuncia” de River, no tiene la obligación de hacerse cargo de las deudas.
De tal manera la AdC no le paga a los jugadores de River y se quedó con la plata de Estudiantes por la compra de plaza.
Hasta ahí el tema se desliza en terrenos legales de “abandono” o “retiro” y reclamos salariales, lo importante esta por venir. Según fuente confiables de Pick and Roll, la AdC en un su última reunión de categoría “A” el martes 8 de mayo de 2007 en el Hotel Imperial Park con todos los clubes (sólo faltaron Quilmes y Estudiantes) generó una movida protectora que consiste en lo siguiente: Si algún club quiere contratar algún jugador con intenciones de hacerle juicio a la AdC por motivos de deudas con clubes deben firmar una papel donde especifique que renuncian al juicio hacia la AdC, caso contrario, el club no podrá contratarlo.
Es decir que por ejemplo Burgos, Mázzaro o Leo Ruiz Moreno se ven obligados a redireccionar su búsqueda de haberes atrasados con un juicio hacia River Plate, de lo contrario, si la emprenden contra la AdC, no juegan más, al menos en la Liga Nacional.
En la reunión de AdC la propuesta no salió de Bazzi o alguno de la mesa directiva, sino de un representante de los clubes. Los 16 equipos de “A” apoyaron la iniciativa y firmaron un compromiso de no tomar un jugador si traía un juicio a la AdC para no recibir el “rebote” de lo que deben pagar.
En tal sentido, la renovación de Julio Mázzaro con Quimsa se frenó por esta situación. Está acordado de palabra pero falta la rubrica.
Nunca antes los clubes se habían animado a generar proscriptos, por lo cual ahora los jugadores quedan solos en el reclamo de sus haberes. Mientras la AdC junta plata para los juicios de los árbitros (próxima nota de Pick and Roll) le saca el banquito a los jugadores. Total… que le hace una mancha más al tigre.