No, no es mandarlo al muere loco, es la dura verdad, ya se llevó puesto un surtidor saliendo de un boliche, ha tenido suerte de nunca haber atropellado a nadie. Pasa que al Burrito se le perdona todo y no es así, esa no es la manera de ayudarlo, nadie mide las consecuencias que le puede traer si se lo deja hacer lo que quiere.
Ariel Ortega acelera el final de su carrera
[b]"El Burrito" tuvo anoche otro episodio de su enfermedad,[/b] lo que podría quitarle su lugar en el equipo que mañana recibirá en el estadio Monumental a Rosario Central. [b]Hay preocupación en el plantel [/b]
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Pese a los intentos de propios y extraños para iniciar un tratamiento por su adicción al alcohol, [b]Ariel Ortega vuelve a ser noticia por una nueva recaída en su enfermedad.
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El jujeño sufrió anoche un episodio como tantos otros que volvieron a exponerlo, pese a que se encontraba concentrado junto al plantel, y a que mañana sería titular, como en las fechas iniciales del Clausura, ante Rosario Central.
Aunque los detalles del hecho aún no se conocen, Ortega habría protagonizado un nuevo episodio bajo los efectos del alcohol, que ponen en riesgo su estadía en River.
Como en oportunidades anteriores, y pese a la repetición de los hechos, a todos sorprendió esta nueva recaída, ya que el jugador era uno de los habituales titulares del equipo, pese a que en las primeras dos fechas del Clausura 2010 se lo vio lento y equivocado a la hora de la distribución del juego, su principal función.
Incluso en el partido del jueves, ante Chacarita, no tuvo reparos a la hora de mostrar su fastidio durante el juego con Diego Barrado, en varias oportunidades, reacciones a las que el volante nunca respondió.
El técnico del equipo, Leonardo Astrada, vivió en noviembre pasado, en la previa de un Lanús-River (fecha 12º del Apertura '09), un momento de zozobra por el problema de Ortega, quien le pidió no jugar ni concentrar para ese partido, bajo el argumento de que estaba mal de ánimo.
Tras esa reunión que mantuvo con Astrada y su ayudante, Hernán Díaz, el jujeño llegó incluso a poner en duda su continuidad en la práctica del fútbol.
Esa tarde, River caía con Lanús por 1-0 y el propio entrenador reconocía tras el partido que lo ocurrido con Ortega fue un “golpe muy duro” para todo el grupo, pero que su decisión era priorizar la “recuperación humana” antes que la del futbolista.
En aquella opotunidad, Ortega volvió al equipo sin mayores inconvenientes. En este caso, sin embargo, el cuerpo técnico, respladado por la nueva dirigencia, podrían tomar decisiones más contundentes.
