El arquero volvió a resentirse en la zona que lo había obligado a parar en el semestre pasado. Dejó la práctica preocupado y con dolor.
Preocupación. Dolor. Bronca. Todas estas palabras se le mezclaron a Juan Marcelo Ojeda en el entrenamiento de la tarde, en La Carmelita, cuando se preparaba para su regreso al arco de River. El esfuerzo que realizó en una volada, durante un ejercicio físico con pelota, le provocó una gran molestia en el hombro izquierdo. El mismo que lo había dejado fuera de las canchas en las últimas cinco fechas del Apertura. El que deberá ser revisado en estas horas para determinar si podrá ir al banco en el superclásico.
Ojeda estaba trabajando al lado de Vega y enfrente de los juveniles Marinelli y Chichizola. De repente, hizo este mal movimiento que obligó a detener la práctica. Se tiró al piso. Recibió la asistencia de Luis Seveso. (Lo perdimos) Y fue retirado de la cancha con hielo y la misma incertidumbre con la que pasó sus días en Mendoza. ¿Por qué? Porque si bien en los papeles parecía el uno de Gorosito, el DT le dio descanso obligado en los dos primeros partidos porque “volvió de las vacaciones con unos kilitos de más”. Ahora Juan Marcelo, además de cumplir con una estricta dieta, estaba tratando de rendir en las prácticas a fin de recuperar el puesto que había perdido tras su primera dificultad en el hombro, el 14 de noviembre.
Al ex Central lo persiguen las lesiones desde que tuvo la respondabilidad de reemplazar a Juan Pablo Carrizo. Frente a Gimnasia de Jujuy había sufrido un desgarro en la cresta ilíaca que lo llevó a jugar infiltrado en el choque definitorio de la Sudamericana ante Chivas. Luego quedó out por su segunda lesión. Lo de ayer, en suma, le agrega vacilaciones a su presente. Ojeda con el hombro.
El arquero volvió a resentirse en la zona que lo había obligado a parar en el semestre pasado. Dejó la práctica preocupado y con dolor.
Preocupación. Dolor. Bronca. Todas estas palabras se le mezclaron a Juan Marcelo Ojeda en el entrenamiento de la tarde, en La Carmelita, cuando se preparaba para su regreso al arco de River. El esfuerzo que realizó en una volada, durante un ejercicio físico con pelota, le provocó una gran molestia en el hombro izquierdo. El mismo que lo había dejado fuera de las canchas en las últimas cinco fechas del Apertura. El que deberá ser revisado en estas horas para determinar si podrá ir al banco en el superclásico.
Ojeda estaba trabajando al lado de Vega y enfrente de los juveniles Marinelli y Chichizola. De repente, hizo este mal movimiento que obligó a detener la práctica. Se tiró al piso. Recibió la asistencia de Luis Seveso. (Lo perdimos) Y fue retirado de la cancha con hielo y la misma incertidumbre con la que pasó sus días en Mendoza. ¿Por qué? Porque si bien en los papeles parecía el uno de Gorosito, el DT le dio descanso obligado en los dos primeros partidos porque “volvió de las vacaciones con unos kilitos de más”. Ahora Juan Marcelo, además de cumplir con una estricta dieta, estaba tratando de rendir en las prácticas a fin de recuperar el puesto que había perdido tras su primera dificultad en el hombro, el 14 de noviembre.
Al ex Central lo persiguen las lesiones desde que tuvo la respondabilidad de reemplazar a Juan Pablo Carrizo. Frente a Gimnasia de Jujuy había sufrido un desgarro en la cresta ilíaca que lo llevó a jugar infiltrado en el choque definitorio de la Sudamericana ante Chivas. Luego quedó out por su segunda lesión. Lo de ayer, en suma, le agrega vacilaciones a su presente. Ojeda con el hombro.
Ese era un arquero… Ahora estamos teniendo a un chico que atajaba en la B y hace todo lo posible para no comerse 5 goles por partido con esta defensa…
Carrizo hacia todo tan fácil…
Yo lo prefiero a Vega… Que tenga suerte en su recuperacion porq no le deseo el mal a nadie aunque no lo quiera pero con esto tiene ya el puesto lo tiene asegurado Vegaa…