De punta para River
¿Qué último?! Con un tiro libre polémico de Abelairas y una asistencia de caño de Fabbiani para Falcao, el equipo de Gorosito está primero. Pero otra vez jugó flojo y la figura fue Ojeda.
El Cholo Simeone dijo que el equipo iba a aparecer en la quinta fecha. Se supone que se refería al torneo pasado. O quizá lo suyo fue una profecía de lo que sería este modelo 2009 que juega como puede. Y puede, como se ve, ganar sin el afán de respetar los preceptos que históricamente reclama la San Martín. ¿Cómo? De punta para arriba. Para River.
Para un River que transmuta por la bipolaridad, lo de ahora es euforia. El ganar genera el efecto de esas píldoras (¿azules?) que levantan los ánimos de la dama y el caballero. Van dos al hilo, la misma cantidad que en todo el Apertura. El qué, entonces, se festeja con los ojos tapados mientras se espera la resurrección del cómo.
No tener la pelota es, acaso, el mayor de los pecados que puede cometer un equipo que se predispone a ser protagonista. Y River jugó ayer varios partidos posibles, pero en ninguno de ellos hizo bandera de la posesión. Esta incomodidad fue por carencias propias -falta de movilidad y ciertas posiciones desfavorables como la de Buonanotte, partiendo casi como gemelo de Ahumada- así como por los aciertos de un digno rival que lo obligó a saltar la presión con el pelotazo y a dividir en la zona en que Gorosito promulga el pase seguro. El toco y paso, en cambio, lo vio de a ratos en la combinación de empeines de Erviti y Bertolo, una pesadilla para Ferrari-Augusto.
Pero buscar la identidad ganando es más fácil. Fácil para pensar el próximo partido, fácil para ver el video de ayer y fácil para no sufrir en la repetición de la tapada de Ojeda -al ex Boca- que podría haber cambiado el sentido de la tarde. Porque River no fue ancho ni profundo. No desequilibró como consecuencia del juego asociado sino que, a ciencia cierta, lo hizo a partir de la causa que abrió Pompei con su dudoso gesto. Bueno, tal vez se defendió bien. Tampoco. En el primer tiempo, Banfield le encontró más agujeros que un queso gruyere a las espaldas de Augusto y Ferrari. En el segundo, le perdonó la existencia con las bonificaciones en las pelotas paradas. Más: el Tano Nasuti no jugó, y se olvidó las piernas del Diego del 94 en la publicidad. Gerlo se las quiso poner dos veces al salir jugando y sumó más (in)seguridades. ¿Entonces? Pues River resultó 100% efectivo, lo que no es poco. Y se acomodó, sin excesos de pudor, a buscar el contrapie del rival. Tambien exploró la punta izquierda que no había visitado en los primeros partidos. Recuperó otras esencias como la pegada de Abelairas y el despliegue de Ahumada que, con todos los títulos atroces que se le quieran meter, sigue siendo fundamental en el andamiaje del equilibrio. Y la entrega incansable de Falcao. Y van 466 palabras y aún no se nombró a… Fabbiani. Es cierto. ¿Cuánto tendrá que ver en esta historia? En la semana es Sportivo Verborragia. Los domingos juega para Club Atlético voy-a-entrar-e-inventar-algo. Es el que le prestó a River este nuevo momento de optimismo. De punta para arriba. Pero en la punta, al fin.
“Estoy 5 puntos”
Fabbiani, con 2,700 kilos menos, volvió a pesar en el resultado. Igual, dice que puede dar el doble…
Marcos Galarza le vio la patente que no encontraron los policías de San Cristóbal. Sin demoras, con apenas un movimiento, Cristian Fabbiani se lo sacó de encima y en un toque le sirvió la pelota a Falcao para liquidar el partido. En la calle puede ser, pero en la cancha, este Ogro no resiste controles. Nadie lo para. Luego de que la balanza le marcara 2,700 kilos menos que el anterior pesaje, Gorosito le dio 28 minutos y con eso le alcanzó para hacerse notar. “Yo quiero jugar siempre. Me siento bárbaro, pero el equipo está bien y es difícil entrar”, elogió el culpable de que las tribunas del Monumental ya no se vean rojas y blancas: el verde Shrek se sumó al look oficial de los hinchas.
Tras un pase exquisito e inteligente a Buonanotte (luego vino el centro que Falcao no pudo definir bien), el Ogro pasó de goleador en Rosario a asistidor en Núñez, pero las medallas se las colgó al técnico. “La jugada del gol es mérito de Pipo y del cuerpo técnico porque la practicamos 20 veces por día y salió”, reconoció Fabbiani y Gorosito se la devolvió redonda: “En la primera dejó solo a Buonanotte. El Tanque tiene toques de genialidad. Queremos que haga esas cosas en períodos más largos. Le daremos más minutos a medida que mejore”.
Aunque aún no le dan el gusto de ser titular, el Gordo siempre transpira optimismo. “Estamos punteros y tenemos que estar arriba hasta el final”, se propuso. ¿Por qué? “Porque esto es River”, respondió sin vueltas, como lo hizo para autocalificarse.
-De 1 al 10, ¿estás en…?
-En cinco puntos.
Sí, puede dar el doble…
“Voy a tener que pedir disculpas por ganar”
Gorosito disparó una ironía en respuesta al tono crítico de las preguntas. “Cuando los demás ganan así, tienen mística…”.
Bueno, River no jugó bien…
-Sí, tenés razón. Por momentos jugó bien Banfield, fue un partido de mucha lucha, parejo, y no tuvimos la supremacía de encuentros anteriores. Este fue mucho más disputado. Pero es bueno ganar los partidos que se presentan de esta manera.
-Más allá del 2-0, ¿el juego te dejó satisfecho?
Bastó que Néstor Gorosito escuchara la segunda pregunta de la conferencia de prensa para que su rostro se endureciera. Serio, seco, se descargó:
-Me parece que voy a tener que pedir disculpas porque ganamos… Con las preguntas que me están haciendo. Cuando los demás ganan así, es porque tienen mística o un montón de cosas. Si River gana no de la forma que venía jugando en los últimos tres partidos, hay demasiados cuestionamientos, me parece.
Ladró un poco. Pero no mordió. Pipo tampoco come vidrio: reconoció que su equipo no brilló, pero buscó que se valorara la victoria más allá de las formas. “Es lindo escuchar el ‘ole’ de la gente. Por ahí no refleja lo sucedido durante el partido, que fue mucho más disputado. En los últimos cinco minutos tuvimos más posesión. Esperamos hacer esto con mayor fluidez, y de principio a fin. Por momentos ellos tenían más la pelota que nosotros. Por eso digo que es importante ganar estos partidos”.
-¿En otro momento, River hubiera perdido este partido?
-Desde el verano, salvo los partidos con Boca, cuando íbamos perdiendo, se revirtió. Pasó ante Racing, Independiente y en la fecha pasada, con Central. Eso indica que se está mejorando en algunos aspectos. Hoy (ayer), sin jugar bien, metimos dos goles y no nos hicieron ninguno.
-¿Qué fue, entonces, lo mejor y lo peor del equipo en este partido?
-El espíritu de lucha fue bueno, pero no la generación de juego. Eso fue lo que menos me gustó: recibíamos siempre de espaldas. Banfield nos planteó un encuentro incómodo.
-River había salido último en el torneo anterior. ¿Esperabas estar puntero en la tercera fecha?
-Soy muy optimista en todo lo que hago. Creemos mucho en los jugadores. Si sos un buen asador, pero la carne que tenés es mala, te va a salir durísima… Con esto, es parecido: Tenemos buenos jugadores y trataremos de sacarles el mayor provecho.
Muñequeo
Sonó extraño que, al ser consultado sobre la ausencia de Gallardo en la lista de concentrados, Pipo explicara que “hubo un montón que no estuvieron, como Bou”. Pero luego, el técnico elogió al 10: “¿Si va a estar en el banco contra San Lorenzo? No lo queremos apurar. Quiero que cuando entre, la rompa en todos los partidos y sea el mejor de la cancha”.
Saludos!
