“Me gusta jugar con unos kilos de más”
Fabbiani dice que no le molesta que hablen de su peso y que así se siente más fuerte. Hoy supera los 100 kilos y revela que en Newell’s jugó con 97. “Depende de la época”.
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CRISTIAN Y SU ENORME FÍSICO. EN LA COPA VA A USAR EL 23.
Gordo. Para muchos, esa palabra es despectiva, agresiva. Algunos tienen un karma con ese adjetivo, tan despreciado y traumático en esta generación ligth. La Real Academia Española define a este vocablo como: 1) de abundantes carnes; 2) muy abultado y corpulento; 3) que excede del grosor corriente en su clase; y 4) muy grande, fuera de lo corriente. Sin embargo, para Cristian Fabbiani es sólo un apodo simpático que lleva desde sus comienzos en el fútbol. “No me molesta que se hable de mi peso. Al contrario, porque lo uso a mi favor”, dice con su habitual desfachatez.
El Ogro se muere por debutar con la camiseta de River mañana frente Nacional de Paraguay. Pero Gorosito le tiró con la balanza a esa ilusión. “El Tanque debe bajar de peso. Hoy está para jugar diez minutos”, dijo el DT ayer al mediodía en La Red. De todas maneras, Pipo admitió que el 9 (que usará el número 23 en la Libertadores) “está acostumbrado a jugar con sobrepeso, porque le sobra talento y calidad para jugar así”.
¿Cuántos kilos arriba tiene el Ogro? Desde el cuerpo técnico y médico de River dicen que pesa 102. Según Gorosito, “el peso normal de Fabbiani es entre 92 y 93”.
-¿Cuál es tu peso ideal para jugar, Cristian?
-Depende cómo ande de fuerza. En Lanús jugué con 95 y en Newell’s con 97. Depende de la época. También hace bastante que no hago una pretemporada y eso influye.
-¿El peso te perjudica?
-No, al contrario. Incluso yo le dije al Profe Agustín (Buscaglia) que siempre me gusta jugar con algunos kilos de más porque me siento más fuerte.
-¿Cómo te ve el cuerpo técnico? ¿Qué te dicen?
-Me ven bien. Se sorprendieron porque me encontraron mejor de lo que esperaban. Estoy muy motivado y ojalá que Pipo me dé la chance de ir al banco el jueves (por mañana).
-¿Estás pagando el hecho de no haber hecho una buena pretemporada?
-No. Y no me arrepiento, porque hoy estoy acá en River y soy feliz.
El Ogro no se reprocha nada en la charla con Olé. Todo lo contrario: celebra su decisión de no haberse presentado a entrenar en Newell’s porque así empezó su pelea para terminar en River. Igual es consciente de que aún está lejos de su mejor forma: “Pipo tiene razón”, admite. Por eso, desde que estampó esa ansiada firma en el Monumental, trabaja a destajo en doble turno para cumplir su sueño de triunfar en River. Ayer, por ejemplo, estaba citado en el estadio para iniciar el entrenamiento a las 17 y llegó dos horas antes. Como la lluvia le impidió hacer ejercicios aeróbicos en el campo, Cristian trabajó en la cinta y la bicicleta en el vestuario local.
“Yo tengo ganas de jugar. Si el técnico me pone, juego, me siento bien”, repitió desde que se sumó al plantel. La puerta se le abrió de par en par con la convocatoria de Falcao a la selección colombiana y porque Pipo no cuenta con ningún juvenil con genes de 9 de área para debutar en la Copa. Pese a ese panorama, mañana Fabbiani sólo se sentaría en el banco y jugaría los 15 ó 20 minutos finales.
-¿Cómo te imaginás tu tan esperado debut en el Monumental?
-No me quiero poner a pensar mucho en eso, quiero disfrutarlo cuando se dé, que ojalá sea el jueves (mañana). Ya se me pasó ese momento de ansiedad que tenía antes de firmar con el club. Ahora tengo ganas de entrar a jugar. Ya.
Cien Kilos De Calidad
Fabbiani es groso. Para jugar, no necesita tanto estar en peso como entrenado. Si tiene aire y se la banca, puede jugar aunque tenga unos kilos de más. No necesita recorrer muchos metros, hacer el ida y vuelta ni perseguir contrarios. Su misión es jugar cerca del área, cuidar la pelota, girar y patear, aguantar y apoyar, tocar e ir a buscar. Para Ahumada, estar 8 kilos arriba es eliminatorio; para Fabbiani, no. Pero ojo, necesita entrenamiento. Porque si está gordo y encima sin moverse, no la va a poder agarrar y él necesita amigarse con la pelota para hacer la diferencia con su talento en los últimos metros.
Fabbiani es el sucesor de Funes. Como el Búfalo, puede utilizar los kilos de más a su favor. Insisto: en este tipo de físicos, no importa tanto lo que diga la balanza sino el aire que les permita mover semejante estructura, por supuesto, dentro de parámetros razonables. Lo dice un permanente militante del fulbito con asado y amigos, que de tan pesado que está, llega justo para el asado…
Le sacan el caparazón
Tortuga Fernández debutará en River por la Libertadores.
Empezó en Defensores de Nébel de Concordia. Pasó por Renato Cesarini. Llegó a River hace dos años. Un día le metió cuatro goles al Milan. Llegó a cobrar por esos goles que hacía en Inferiores. Un compañero de Entre Ríos le puso Tortuga (“pero soy rápido”, aclara). Fue el último juvenil en sumarse a la pretemporada y a Gorosito enseguida le hizo recordar al Mencho Medina Bello (“al principio no sabía si era malo o bueno eso”, dice el pibe). En su primer partido en Primera, en el verano, entró y la metió ante Independiente. Sólo fue titular con San Lorenzo en esos amistosos y no completó ningún partido. El domingo fue al banco. Mañana será titular y debutará oficialmente en River por la Libertadores.
El breve repaso sobre quién es Gustavo Fernández muestra, además, la urgencia de Pipo en el ataque para el estreno en la Copa. Con Falcao en su selección, Fabbiani poniéndose a punto, Salcedo en Newell’s, Maxi López pispeando desde Rusia y Andrés Ríos recién regresado de Venezuela, el DT sonrió en la práctica de ayer cuando advirtió que la torcedura que Tortuga había sufrido en la práctica de lunes era apenas un mal recuerdo.
Dónde nació tanto amor
El Ogro cuenta cómo se hizo de River y su historia de hincha.
Soy de River desde chiquito". Muchas veces se escucha esta frase, pero no muchos la justifican con historias y anécdotas. Cristian Fabbiani, en cambio, se acuerda de cada detalle de su amor millonario. “Mi mamá es hincha de Boca y mi hermano también. Mis tíos son de Racing y San Lorenzo. Mis abuelos, de Platense y Huracán. Cero gallinas hay en mi familia. Pero yo jugaba al baby desde muy chico y una vez enfrentamos a un equipo que tenía una camiseta igual a la de River y me encantó. Me gustaron los colores. A partir de ahí me hice fanático a full”.
El Ogro recuerda que la primera camiseta se la regaló “alguien para una Navidad”, pero se emociona más cuando cuenta que “yo le compraba camisetas a mi hermanita Yesica, desde que tenía siete meses; la hice de River y va a venir siempre a verme”. También tiene muy presente cuando “pegaba las figuritas de los jugadores de River en el respaldo de la cama de mi mamá: estaban Francescoli, Ayala, Rivarola, Burgos, Gallardo… Ese equipo espectacular. Y ahora soy compañero del Muñeco, increíble”, dice.
Su primera visita al Monumental fue a los nueve años. “Pero vine muchas veces. Me traía un amigo, Fernando, que estaba en la comisión de básquet”. También tuvo un paso por las Infantiles. En su adolescencia, apostaba por River en la pensión de Lanús. “Había muchos de Boca y mi aliado era Manicero. Apostábamos la comida y morfábamos gratis muy seguido, je”.
Todavía hay lugar en la lista
Ojeda, Vega y Barbosa serán los arqueros. Cabral, Nico Sánchez, Gerlo y Quiroga, los zagueros centrales. Ferrari y Villagra, los laterales con Galmarini como variante posible. Ahumada, Abelairas, Augusto Fernández, Buonanotte, Barrado, Flores y Archubi irán como volantes. Y para el ataque ya están seguros Rosales, Falcao, Fabbiani y Gustavo Fernández. Son 21 de los 25 nombres en la lista de buena fe para la Libertadores que River debe entregar mañana antes del partido. En la nómina de concentrados para el debut con Nacional que ayer entregó Gorosito aparecen Domingo y Sambueza, además inscriptos por Argentinos y supeditados a lo de Mercier. Si el Pelado no viene, Nico es una fija, en tanto a Cañito le surgió una chance para regresar a México (al Cruz Azul, por el lesionado Carrusca). En caso de no hacerse, con ellos serían 23 y quedarían dos lugares que deberán definirse entre Musacchio, Mauro Díaz, Bou, Ríos y el Keko Villalba. A menos que aparezca algún tapado sólo para la Copa que por ahora esta cubierto de frazadas.
¿Le ponen la plancha?
Después de una nueva reunión por Mercier, en River lo dan por caído mientras que en Argentinos dicen que hoy vuelven a juntarse. Dólares, Abán, Nico Domingo y Sambueza están en el medio…
Se cayó, piden demasiado", anunciaron en el Monumental. “Nos reunimos, avanzamos y quedamos en hablar mañana (por hoy) para definirlo”, explicó Luis Segura, el presidente de Argentinos. Sí, la negociación por Juan Mercier también entró en el rubro de las novelas. Y, encima, los protagonistas intercambiaron los roles. Antes los optimistas estaban en Núñez aunque desde La Paternal mantenían el pulgar hacia abajo constantemente. Ahora, parece todo al revés.
Lo concreto es que por la tarde se produjo un encuentro en el que participaron Fito Cuiña, del Consejo de Fútbol de River, el presidente de Argentinos y Jorge Cyterszpiler, representante y dueño del 50% del pase del volante. En la reunión se habló de una operación combinada que incluye efectivo y jugadores. Así, para quedarse con la ficha del Pelado, River debería pagar un millón de dólares más el 50% del pase de Gonzalo Abán (el delantero que está a préstamo en Argentinos) y la cesión por seis meses de Nicolás Domingo y Rubens Sambueza. Sin llegar a un acuerdo definitivo, las partes propusieron comunicarse hoy para definir la situación, aunque más tarde en Núñez ya la daban por terminada. ¿Será así? ¿O es una movida para bajar las pretensiones económicas y cerrar un mejor arreglo?
Las respuestas seguramente se conocerán hoy. Para Gorosito no es un tema menor, todo lo contrario. Pipo insistió desde el primer día con la llegada de Mercier y no se cansa de presionar públicamente. Es más, les dijo a los dirigentes que no le interesa el paraguayo Víctor Cáceres porque “yo pedí a Mercier o Santana”, quien arregló con San Lorenzo. Mientras, Aguilar fue contundente: “El técnico es un empleado del club, que le pone a su disposicón un plantel y él decide quién juega y quién no. Pero del patrimonio del club se encargan los directivos. No es un tema de opinión, es un tema estatutario. El que no lo quiere entender…” (que hijo de la gran puta este aguilar)
“La altura no es determinante…”
Desde su 1,90 metro, Barbosa defiende a Ojeda. Y aunque entiende que esté molesto por su llegada, avisa: “Quiero empezar y no parar”
Bueno, a ver: vos medís 1,86, ¿no?
-Eh, no, ahora 1,90.
-¿Un estirón tardío?
-Yo también me sorprendí en la última medición que me hicieron en Estudiantes… El otro día, buscando camisetas viejas, me probé el primer buzo que usé en el Villarreal. ¡Y los puños de las mangas me llegaban hasta el codo! Lo que pasa es que ahí… Recién llegaba y con 20 años, por la fase previa de la Champions, jugué contra el Everton. Todos kamikazes: fui a buscar un centro y uno me saltó con la rodilla en el pecho, tremendo. Entonces me puse las pilas con el gimnasio. Si no, al partido siguiente terminaba en coma. Y se ve que crecí, tarde pero crecí…
Mariano Barbosa sonríe. Ya se sometió a la revisión médica, ya firmó su contrato (a préstamo hasta el 30 de junio, con opción de compra) y ya es el ¿tercer? arquero de River. “Ahora, a pelear por el puesto. En Estudiantes estaba rezagado. Sé que es un momento caliente de River y que el arco es un tema complicado. Lo único que necesito es continuidad. Pero aún no hablé con el técnico”.
-¿Entendés a Ojeda, que dijo que le molestaba que llegara otro arquero?
-A mí me pasó lo mismo en Villarreal… Llegué de Banfield, empecé atajando, nos habíamos clasificado bien, cómodos, a la fase de grupos de la Champions, y trajeron al uruguayo Viera. Yo consideraba que no lo había hecho mal, pero son las reglas del juego. Si estuviera en su lugar tampoco me sentiría cómodo.
-¿Viste River-Colón?
-Sí… Son goles que… Tal vez se critica de más. Hay que estar ahí. Si eran sacables o no, si estaba bien o mal parado… Por ahí volás con alma y vida, y la pelota en el último instante se te va, y adentro. Son muchas cosas en un segundo: pensaste en dar un paso más, dudaste, lo que sea, y la tenés atrás. Le están dando mucha manija al tema de la altura. No sé, por ahí en un equipo grande es así…
-Al contratarte, River buscó tener mayor talla: sos 11 centímetros más alto que Ojeda.
-La altura no es determinante. Fillol no era un lungo ni medía dos metros. Todo depende de la fuerza de piernas. Si sos bajo pero rápido, tenés fuerza, y compensás la falta de talla con mucha saltabilidad, llegás a todas.
-Gorosito dijo que va a atajar el que esté mejor.
-Lo escuché. Buenísimo, es lo único que quiero.
-¿Alcanzan seis meses para demostrar?
-Espero. Tengo muchas ganas de arrancar y no parar, porque estar en River es palabras mayores.
-¿Tus amigos hinchas de River te preguntan si sabés adónde te metiste?
-Están contentos. River pasó un mal momento, pero identificarse con esta camiseta debe ser espectacular. Seas hincha o no, desde ahora mis colores son el rojo y el blanco.
[SIZE=7]Otro revés para Alan y Adrián
La Justicia no les da respiro. Los hermanos Alan y William Schlenker y Adrián Rousseau siguen sumando reveses en sus causas judiciales. Ahora, por la gresca de los quinchos ocurrida el 11 de febrero de 2007, previa a un partido con Lanús, el juez Luis Rodríguez los procesó por instigación a la formación de grupos violentos, ampliando la decisión inicial que era enjuiciarlos por lesiones leves.
En realidad, Rodríguez ya había tomado esta determinación el año pasado, pero los barras recurrieron a Cámara y ésta determinó que el juez no había puntualizado qué delitos les achacaba en cuanto a esta calificación y por eso revocó el dictámen. Así, el magistrado volvió a indagarlos y ahora resolvió procesarlos nuevamente describiendo por qué los considera a los tres como jefes de la barra. La decisión volverá a ser apelada.
En esta causa, el juez había sobreseído a la dirigencia de River por este mismo delito que ahora le adjudica a los Schlenker y Rousseau. Lo hizo aún cuando en sus primeros escritos sobre el caso Acro manifestaba una convicción casi total sobre la supuesta relación entre los dirigentes y los barras, que después adujo no poder probar. Ese fallo le trajo alivio presente y futuro a José María Aguilar y compañía, puesto que en caso de que en otra causa vinculada a la barra se los intente acusar del mismo delito (que tiene penas de hasta seis años de prisión), ellos podrían aducir que ya fueron investigados por esa calificación y ver si pasa la estrategia defensiva de que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo hecho.
Con el arco cambiado
Barbosa sólo atajó un partido en los últimos 18 meses.
Ese partido contra Argentinos fue atípico. Se notó que no era el Barbosa que conocían todos. Dudaba al salir… Si estás falto de distancia, se nota. Por eso, más allá de que quiero atajar ya mismo, analizaré si Gorosito prefiere ponerme un par de partidos en Reserva. Porque no vine para hacer las cosas mal", avisa Mariano, quien aquel 16 de noviembre, en un 0-5 de Estudiantes, jugó su único partido en los últimos 18 meses, ya que no vio el arco durante el último semestre del '07 en Recreativo. A su favor, pese a que sólo tiene 24 años, le juega su experiencia: en dos años en el Villarreal atajó en 27 encuentros, y en tres de los seis partidos que disputó en la Champions League mantuvo su valla invicta.
“Esa plata por Ariel rozaba la administración fraudulenta” (la concha de su madre gordo maraca)
Aguilar explicó por qué no estaban dispuestos a pagar u$s 800 mil por el regreso anticipado de Ortega. “Ahora, en cuatro meses lo recibiremos como un prócer”.
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EL PRESIDENTE HABLÓ POR PRIMERA VEZ DEL TEMA Y ASEGURÓ QUE AVILA NO LO TRAÍA GRATIS.
Era la voz que faltaba para cerrar un tema que sí o sí tendrá final en julio, con el regreso del ídolo. Luego de que el tesorero Héctor Grinberg iniciara las negociaciones, él apareció para intentar resolver la situación, no pudo y no le quedó otro que admitir que no sería posible la vuelta anticipada de Ariel Ortega. ¿Por qué? “Porque pagar 800.000 dólares por cuatro meses y medio rozaba la administración fraudulenta. No por lo jurídico, sino porque se maneja dinero que no es propio”, se justificó José Maria Aguilar. ¿Pero Carlos Avila no había destrabado esa negociación con los mendocinos y se lo daba gratis a River? “La gratuidad no existió nunca, jamás fue así”, aseveró el presidente. ¿Entonces, hasta el Apertura no hay Burrito en Núñez? “En cuatro meses vuelve sin poner un peso”, agregó JM.
Sabía que una nueva frustración vinculada al jujeño sería un tema de conflicto con el propio jugador y con los hinchas que tanto desean disfrutarlo en vivo con la camiseta de River y no por TV en Independiente Rivadavia. Por eso, Aguilar se tomó unos días para hacer su aparición pública y dar sus motivos. Después de que el domingo la gente utilizara el “Orteeega, Orteeega” como un grito de guerra, el presidente dio su explicación de una novela que expone versiones contrapuestas y en el camino le pegó (a Simeone) mejor que Prediger. “Ortega no se fue de River porque a nosotros se nos ocurrió echarlo. Recuerdo que River hizo esfuerzos enormes para que volviera a la Argentina, primero ayudando a Newell’s con la FIFA y la AFA, y después para que regresara a River. Porque no vino gratis: costó 2.500.000 dólares. Y se fue porque el técnico Diego Simeone puso un límite”, recordó el presidente en charla con Fernando Niembro y enseguida trató de amortiguar el golpe: “No lo hizo porque Ortega le cayera antipático. Al contrario, le caía bien y le parecía un gran jugador”.
Luego de recordar los por qué del exilio del Burrito, el presidente no aseguró ni desmintió que el ídolo esté cumpliendo con el tratamiento para recuperarse de su adicción al alcohol (que debía cumplir por contrato a lo largo del año del préstamo) y prefirió pensan en lo que ocurrirá una vez que el paso de Ortega por la B Nacional sea una simple anécdota: “Lo vamos a recibir como corresponde, como un prócer, como un héroe de River. Ha ganado casi todo lo que se puede ganar y le ha dado muchísimas gambetas y alegrías al club, como también algunos dolores de cabeza”, resumió Aguilar sobre su futbolista fetiche, el que tanto le costó traer y que, Cholo mediante, tanto le cuesta recuperar.
Saludos:D
