“Hay que acostumbrarse a ganar”
Martín Galmarini será el volante derecho ante Central y se embala con un River que deje de coquetear con las derrotas. “Si no confiás en que se puede, nunca vas a poder”, motiva.
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"Hay que contagiarse, hay que mostrar actitud y, como nos pide Gorosito, hay que intentar jugar bien al fútbol, porque hay calidad individual como para hacerlo”, afirmó el volante.
El hombre es un animal de costumbre. Y en medio de una jungla frondosa, repleta de pantanos, River anda a machetazo limpio, intenta escapar sin tropezarse y terminar embarrado por otra de sus ya recurrentes caídas. Esa búsqueda, desgastante, agobiante, encontró cierto alivio en la victoria del jueves. Sufrida. Justa en la balanza de los merecimientos pero ilícita en las formas. Esa mano de Fabbiani y ese toque de zurda de Buonanotte en offside ante Nacional de Paraguay puede y debe servir como el primer eslabón de una cadena de alegrías para un plantel que acaba de experimentar la primera sonrisa del año y que con la llegada del Ogro parece haber recibido una inyección de entusiasmo, una dosis de contagio positivo que busca su prolongación esta tarde en Rosario. “Nos vino muy bien el triunfo del otro día. Para el ánimo del grupo, que es fundamental. Pero ahora hay que acostumbrarse a ganar”, avisa Martín Galmarini.
La frase suena simple, lineal, insípida, pero enuncia un contenido complejo, porque River aún arrastra las pesadillas de un semestre estruendoso, y los apellidos que entran a la cancha hasta ahora no difieren demasiado, porque Fabbiani será suplente en el choque de hoy, porque Gallardo no integró la lista de concentrados, porque Barbosa dificilmente cambie la historia desde el arco y porque hasta acá llegaron los refuerzos. “Sin duda que la llegada de Fabbiani y del Muñeco nos puede dar un salto de calidad. Lo sabemos. Hay que pensar en los que vinieron y no quedarse en quienes no pudieron hacerlo. De todas maneras, tenemos muy en claro que las respuestas debemos darlas nosotros mismos. Hay que contagiarse, hay que mostrar actitud y, como nos pide Gorosito, hay que intentar jugar bien al fútbol, porque hay calidad individual como para hacerlo”, es el discurso motivador del Patito, que ayer por la mañana integró el equipo titular durante el ensayo de pelota parada y reemplazará a Augusto Fernández como volante por derecha. “Nos dolió mucho lo que sucedió en el semestre pasado, da bronca, pero ésta es otra historia”.
Ocho partidos oficiales -cinco como titular- en el semestre no asoman como la prestación soñada para el ex jugador de Tigre. “Me hubiera gustado aportar más, siento que no fue un semestre positivo y, como todos, me siento en deuda”, reconoce.
-¿Creer que Fabbiani y Gallardo transformarán en candidato al equipo que fue último en el torneo pasado no es una demostración de fe un tanto exagerada?
-No sé si exagerada o no, pero si no confiás en que se puede, nunca vas a poder. El torneo recién arranca y si bien empatamos un partido increíble con Colón, esta historia apenas está empezando. Necesitamos ganar otra vez, y otra, lo más que podamos, para que siga la buena onda en el vestuario, para que los hinchas se contagien y para que River vuelva a ser respetado.
Ese respeto se consigue con solidez, con una identidad pero, en lo inmediato, con triunfos. Así como el River modelo 08 se acostumbró a perder, a este River le urge espantar “la mala onda” que Gorosito respiraba antes del estreno en el Clausura. Renovado por el posicionamiento diferente en la escala de valores que le da el técnico, Galmarini busca asentarse. ¿Y aparecer en la foto del triunfo? “Sería hermoso, pero en este momento no importa si el héroe es Gallardo, Fabbiani, Buonanotte o Gerlo. El héroe tiene que ser el equipo”.
Barbosa estrenó buzo
El arquero debutó en Reserva: tapó muy bien un mano a mano y un tiro libre, pero dudó al salir. Gorosito quería un arquero para reforzar el plantel de cara al primer semestre del año. Y ayer, recibió una buena noticia: después de que llegara su transfer, Mariano Barbosa debutó en el arco de la Reserva y aprobó.
La actuación de Barbosa fue de mayor a menor. A los siete minutos del inicio, el arquero voló para tapar un tiro libre muy bien ejecutado por Paglialunga, y un rato después, le achicó el arco a Calcaterra y le ganó el duelo en el mano a mano. Metido en el juego, bien en las salidas con los pies, el arquero no paró de darles indicaciones a sus compañeros. Hasta ahí, impecable. Pero…
La actuación del ex arquero de Estudiantes se deslució con varias salidas en falso. A los 27’ del ST, pasó de largo al intentar cortar un centro al segundo palo. Minutos después, en una situación similar, chocó con un compañero y la jugada terminó en un gol mal anulado a Central. Al menos, en el gol no tuvo responsabilidad. Aprobó.
El Tigre ya volvió
Paradójicamente, fue el primero en reclamar nuevos socios para poder cambiarle la cara a River y la noche del debut de Fabbiai, él no estuvo. Aunque hoy, la historia pinta ser otra para Radamel Falcao García. Sí, después de jugar con la selección Colombia un amistoso ante Haití, el Tigre se reintegró al plantel y hoy volverá a ser el centrodelantero titular del equipo de Gorosito. Habrá que ver, claro, si el técnico vuelve a darle la chance de ingresar al Ogro (otra vez irá al banco) y, así, si juntará a los dos delanteros que más ilusiones despiertan entre los hinchas. Pero ya es alentador que estén.
El ingreso de Galmarini, en tanto, sorprendió, ya que el viernes Pipo había probado con Domingo y con Barrado, relegando al Patito y dando casi por descartada su inclusión. Pero durante el entrenamiento de pelota parada, le dio la derecha al ex Tigre para moverse por la zona en que habitualmente lo hace Augusto Fernández. Y ahí parece que se quedará. A no ser que Pipo vuelva a cambiar todo, claro
Los cucos no existen
Gallardo dijo que “Boca es el mejor”, pero avisó: “No asusta porque se le puede ganar”.
Marcelo Gallardo es un referente de discurso frontal, sincero, analítico. Y en medio del debate generado por Cristian Fabbiani (“Boca gana siempre cagando”, dijo el Ogro) y de la contestación que llegó de Carlos Ischia desde Casa Amarilla (“Boca gana porque es mejor”, devolvió el DT), el Muñeco fijó su postura. Y lejos de entrar en polémicas, sentenció: “¿Si Boca asusta? Impone respeto, porque se lo ha ganado”. Y en ese marco, agregó: “Me parece que es el mejor. Es el más consolidado. La mezcla que tiene entre consagrados y chicos con hambre lo hace pelear siempre. Eso lo convierte en uno de los mejores, si no en el mejor de la Argentina. Pero no asusta porque se le puede ganar. Si lo atacás, se le gana”.
A pesar de que hoy no estará entre los concentrados para el partido contra Central, el Muñeco se mostró comprometido con la causa y con unas ganas enormes de ponerse la camiseta de River. “Espero volver pronto. Me falta un poco de ritmo futbolístico y manejar la ansiedad de querer estar ya. Pero en 10 ó 15 días creo que voy a estar. Estoy con muchas ganas. Quiero estar bien para serle útil al equipo, y darle al técnico las mejores opciones posibles”, comentó Gallardo, en Dos de Punta, tras el entrenamiento en el Monumental.
Después de admitir que la vieja pelea con Abbondanzieri “fue una situación de mierda”, al ser consultado respecto de no haber estado entre los pedidos iniciales de Gorosito, aclaró: “Primero debo convencerme yo de que puedo estar bien y después, generarle una buena alternativa al técnico. Uno debe transmitir las ganas y seguridad que tiene al entrenador para que él lo vea”.
El Muñeco aún no está en la cancha. Pero su palabra ya tiene peso dentro del Monumental.
Saludos!
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