Ningunear también puede ser una forma de criticar… Al menos así lo entendieron los jugadores de Boca tras las recientes declaraciones de Daniel Passarella, quien mencionó a su River, a Independiente y a Vélez como los equipos más ofensivos del campeonato. Sin salir la palabra Boca de su ídem, el dardo del Kaiser dio en el blanco en la vereda de enfrente, más precisamente en Casa Amarilla. Ahí, los muchachos de Russo, con respeto y sin querer polemizar con el DT rival, dejaron en claro que este Boca es ofensivo. “Que se fije en las estadísticas”, “No estoy de acuerdo con eso”, “Somos muy ofensivos” o “No importa lo que diga”, fueron algunas de las respuestas que surgieron espontáneas ante los dichos de Daniel Alberto.
¿El equipo con más goles es siempre el más ofensivo? ¿O el que tiene más llegadas? ¿O el que pone más gente en ataque? La discusión está abierta a partir de la declaración de Passarella. En realidad, es una polémica retro que, ante frases de ese tipo, adquiere actualidad. ¿La intención vale? ¿O sólo importa la eficacia? Los números fríos, en la tablita de goles a favor del Apertura, ubica a Independiente como el máximo anotador con 13 gritos. Lo siguen River y Lanús (11 cada uno), Vélez (10) y luego Boca con nueve. Todos sobre seis fechas disputadas. Si se tomara en cuenta solamente ese rubro, Passarella tendría razón…
Pero así como en el fútbol no es una ciencia exacta, para determinar si un equipo es ofensivo no sólo alcanza con contabilizar sus goles. Influye la cantidad de llegadas al arco rival, la presencia en ataque, el rol de protagonismo. Y ahí, Boca empareja. Según Olé, el equipo de Russo lleva 84 tiros al arco en este Apertura. ¿River? Apenas un remate más. O sea, parejitos. Y en el famoso ping-pong de TyC Sports, que cuenta y muestra las llegadas de todos los equipos, Boca es el que lidera el ranking.
A la hora de justificar el poderío ofensivo de River, Passarella habló de la gente que ubica en ataque. “Acá jugamos con Augusto por derecha, Belluschi por izquierda y Ortega de enganche. No son de contención. El único es Ahumada”. Veamos Boca… Por derecha juega Ledesma, volante más ofensivo que defensivo que pisa bastante el área contraria (sin contar que es el goleador del equipo). Por izquierda está Dátolo, que va mucho y vuelve poco. En la contención surge Battaglia, y Banega que es un volante mixto. O sea que, nombre por nombre, River pondría un jugador más en ataque que Boca. Aunque eso no garantice el éxito. Un ejemplo: el Independiente campeón de Gallego metió 48 goles en 19 fechas y jugaba con un solo punta (Silvera), pero con volantes y laterales que iban siempre. Es decir, así como los números son relativos también lo son los dibujos tácticos. En este tipo de polémicas se debe tener más en cuenta la actitud ofensiva y la búsqueda que los nombres o el sistema. Otro ejemplo: aquel River de los cuatro fantásticos que no funcionó.
River, Independiente y Vélez son ofensivos por goles, ambición y llegadas. Sin ser contundente como en el semestre pasado, para los jugadores de Boca es injusto que este equipo, aun con Palacio y Palermo peleados con el gol, no integre ese selecto club. El de la ofensividad al palo.