Nota al Enzo

[i]Su nombre solo es marca registrada. Aunque hay quienes todavía sueñan con volver a verlo jugar, él jura que nunca sufrió la depresión post-retiro, aunque sus mismos compañeros le decían que era un boludo por largar.

[/i] - ¿Te “googleaste” alguna vez?
- ¡¿Qué?!
- Buscarse en el Google para ver qué dicen de uno.

  • Sé algo por mis chicos pero no lo hago. Siempre me preguntan por qué no me hago una Web pero no da. Yo terminé de jugar y corté con el mundo del fútbol.
    - No queres vivir de las viejas glorias…
    - Para mí fue una pasión muy fuerte y por eso cuando corté traté de acomodarme en otra vida.
    - ¿Te costó la falta de adrenalina?
    - Me cuesta hoy todavía. Las dos cosas que más me mueven son River y la Selección de Uruguay.
    - ¿Soñás con tus goles?
    - No sueño, los recuerdo en la soledad de la noche.
    - ¿Lo compartís con alguien?
  • Si estoy en mi casa, con mi señora o mis hijos. Soy un tipo cerradón, los partidos que realmente me interesan trato de verlos solo.
    - Cuando entrás a un bar, ¿estás pendiente de la mirada ajena?
  • No, me acostumbré. Sé que me van a mirar y trato de pasar lo más inadvertido posible. Viví en Miami cinco años y en ese sentido es bárbaro.
    - ¿Nunca usaste tu apellido para conseguir cosas?
  • No, siempre hago la cola, por ejemplo en el aeropuerto. La gente en la época de la locura me decía “¿por qué no pasás?". A veces dicen “qué humilde” pero es respeto.
    - ¿Nunca te putearon?
  • En la calle no, en los estadios si. En mi primer año en River en el '83 salimos penúltimos, y fue duro. En un momento que tuve una disputa ocasional con el técnico de Uruguay y no estuve yendo a la Selección, ahí también estuvo complicado con la gente.
    - ¿A qué se dedicaban tus viejos?
  • Mi viejo era administrador de empresas y mi mamá, ama de casa, clase media. Nunca me faltó ni me sobró nada. En mi adolescencia, mi viejo perdió el laburo; entonces se vivió un momento complicado.
    - ¿Tuviste que salir a laburar?
  • Salí un día a los 15 años a hacer una suplencia de mi hermano, que era mandadero de una empresa de cuero. Como siempre fui de caminar muy lento, llegaba tarde a la mitad de las cosas. No me fue muy bien, lo cagaron a pedos a mi hermano.
    - ¿Lento para todo?
  • Siempre fui así; tranqui, pausado. Si te escucha mi mujer te diría que algunas veces me pongo loco y soy insoportable. Pero soy así, me tomo el tiempo para contestar, o por ahí hago una pausa de más, muy de uruguayo.
    - ¿Se te fue el tren alguna vez por pensarla demasiado?
    - Supongo que sí, muchas veces.
    - ¿Algún amor no correspondido?
  • No, conocí a Mariela, mi mujer, a los 17 y me casé a los 22. Yo me cambié de colegio para ir de tarde cuando empecé a entrenar todos los días en la reserva. Hicimos el secundario juntos.
    - ¿Quien levantó a quien?
    - Fue mutuo porque empezamos estudiando juntos, no estudiábamos un carajo, y así empezamos haciendo onda.
    - ¿Ella es psicóloga?
    - Sí.
    - ¿Y vos te analizás?
  • Me analicé un tiempo y no de manera constante. El mayor tiempo fueron dos años y poco, los últimos años de fútbol.
    - ¿Te deprimiste?
  • No, tuve bastante ayuda por la terapia. Ese año ganamos tres campeonatos seguidos. En el segundo hice dos goles en cancha de Vélez y cuando hablaba con Astrada y con Burgos que iba a dejar, me decían “no seas boludo”. Después se jugaba el campeonato argentino y la Supercopa, que River nunca había ganado. Estuve seis meses más, me retiré y me fui de vacaciones, que fueron un clic en mi carrera.
    - ¿Cómo bancabas a las botineras?
  • Todos lo sufrimos por el tema de la idolatría, al punto que no se puede diferenciar si es por el gol del domingo o porque esa persona ve algo en vos.
    - ¿Te iban a buscar al hotel?
    - En menor medida que le puede pasar a Santiago Solari, pero sí.
    - ¿Cómo lo maneja un tipo casado?
    - Te hacés el boludo, no te queda otra.
    - ¿Nunca un escándalo?
  • He tenido mis líos pero en privado. Me he peleado con futbolistas y lo he tratado de solucionar. Sólo cuando Luis Cubilla dijo que era una mala persona públicamente no quise entrenar con él y renuncié a la Selección. No podía no hacerlo público.
    - ¿Es cierto que te quiso comprar Boca?
    - Al menos nunca lo supe. Racing sí y también el San Lorenzo del Bambino cuando yo jugaba en Wanderers.
    - ¿Te rechazaron en tu club, Peñarol?
  • No; esas son anécdotas que cuentan algunos. En Uruguay dicen que yo jugué en Fénix pero nunca jugué allí, fui a ver a un amigo. Empecé en Wanderers. A los 15 años fui a entrenar a Peñarol con mi viejo y había como doscientos chicos. Estuve toda una tarde sentado, jugué 20 minutos y me dijeron “quedaste, vení la semana que viene”. No volví más porque le dije a mi viejo “no voy a estar toda la tarde para jugar 20 minutos”. No sé qué hubiera pasado si volvía.
    - ¿Mirás tele?
  • Sí, cualquier pelotudez. Me fumo algunos programas de chimentos a la tarde para reírme un poco. Miro mucho fútbol. Voy mucho al cine y al teatro. Me gustan las películas de acción y suspenso.
    - ¿Que te gusta de los programas de chimentos?
  • La pelotudez que hacen. No puedo entender cómo alguien puede ir a la tele a contar si es virgen o no, que la desvirgaron de tal manera, pero me engancho y me río un rato.
    - ¿Te gusta trabajar en tele?
    - Me aburre un poco; cada tanto está bueno pero no tengo ganas de hablar todos los días.
    - ¿Que hacés si tu hijo viene con una botinera?
    - Problema de él. Debe haber algunas botineras divinas.
    - ¿Cuál sería tu mejor homenaje en la vida?
  • Me lo hicieron. Un día íbamos en un taxi con mis hijos hablando de todo un poco. Tenían 8 o 10 años y el tachero les dijo “¿saben una cosa?, su padre es un gran jugador pero acuérdense de esto, tienen un gran padre y una gran persona”. Te emociona que tus hijos lo escuchen de un tachero, sé que muchos le dicen “más que jugador, qué gran tipo”. Para mí el fútbol sigue siendo mi pasión pero yo quería esto: formar una familia, ser un buen tipo, tener amigos, una vida tranqui…

[i]Su nombre solo es marca registrada. Aunque hay quienes todavía sueñan con volver a verlo jugar, él jura que nunca sufrió la depresión post-retiro, aunque sus mismos compañeros le decían que era un boludo por largar.

[/i] - ¿Te “googleaste” alguna vez?
- ¡¿Qué?!
- Buscarse en el Google para ver qué dicen de uno.

  • Sé algo por mis chicos pero no lo hago. Siempre me preguntan por qué no me hago una Web pero no da. Yo terminé de jugar y corté con el mundo del fútbol.
    - No queres vivir de las viejas glorias…
    - Para mí fue una pasión muy fuerte y por eso cuando corté traté de acomodarme en otra vida.
    - ¿Te costó la falta de adrenalina?
    - Me cuesta hoy todavía. Las dos cosas que más me mueven son River y la Selección de Uruguay.
    - ¿Soñás con tus goles?
    - No sueño, los recuerdo en la soledad de la noche.
    - ¿Lo compartís con alguien?
  • Si estoy en mi casa, con mi señora o mis hijos. Soy un tipo cerradón, los partidos que realmente me interesan trato de verlos solo.
    - Cuando entrás a un bar, ¿estás pendiente de la mirada ajena?
  • No, me acostumbré. Sé que me van a mirar y trato de pasar lo más inadvertido posible. Viví en Miami cinco años y en ese sentido es bárbaro.
    - ¿Nunca usaste tu apellido para conseguir cosas?
  • No, siempre hago la cola, por ejemplo en el aeropuerto. La gente en la época de la locura me decía “¿por qué no pasás?". A veces dicen “qué humilde” pero es respeto.
    - ¿Nunca te putearon?
  • En la calle no, en los estadios si. En mi primer año en River en el '83 salimos penúltimos, y fue duro. En un momento que tuve una disputa ocasional con el técnico de Uruguay y no estuve yendo a la Selección, ahí también estuvo complicado con la gente.
    - ¿A qué se dedicaban tus viejos?
  • Mi viejo era administrador de empresas y mi mamá, ama de casa, clase media. Nunca me faltó ni me sobró nada. En mi adolescencia, mi viejo perdió el laburo; entonces se vivió un momento complicado.
    - ¿Tuviste que salir a laburar?
  • Salí un día a los 15 años a hacer una suplencia de mi hermano, que era mandadero de una empresa de cuero. Como siempre fui de caminar muy lento, llegaba tarde a la mitad de las cosas. No me fue muy bien, lo cagaron a pedos a mi hermano.
    - ¿Lento para todo?
  • Siempre fui así; tranqui, pausado. Si te escucha mi mujer te diría que algunas veces me pongo loco y soy insoportable. Pero soy así, me tomo el tiempo para contestar, o por ahí hago una pausa de más, muy de uruguayo.
    - ¿Se te fue el tren alguna vez por pensarla demasiado?
    - Supongo que sí, muchas veces.
    - ¿Algún amor no correspondido?
  • No, conocí a Mariela, mi mujer, a los 17 y me casé a los 22. Yo me cambié de colegio para ir de tarde cuando empecé a entrenar todos los días en la reserva. Hicimos el secundario juntos.
    - ¿Quien levantó a quien?
    - Fue mutuo porque empezamos estudiando juntos, no estudiábamos un carajo, y así empezamos haciendo onda.
    - ¿Ella es psicóloga?
    - Sí.
    - ¿Y vos te analizás?
  • Me analicé un tiempo y no de manera constante. El mayor tiempo fueron dos años y poco, los últimos años de fútbol.
    - ¿Te deprimiste?
  • No, tuve bastante ayuda por la terapia. Ese año ganamos tres campeonatos seguidos. En el segundo hice dos goles en cancha de Vélez y cuando hablaba con Astrada y con Burgos que iba a dejar, me decían “no seas boludo”. Después se jugaba el campeonato argentino y la Supercopa, que River nunca había ganado. Estuve seis meses más, me retiré y me fui de vacaciones, que fueron un clic en mi carrera.
    - ¿Cómo bancabas a las botineras?
  • Todos lo sufrimos por el tema de la idolatría, al punto que no se puede diferenciar si es por el gol del domingo o porque esa persona ve algo en vos.
    - ¿Te iban a buscar al hotel?
    - En menor medida que le puede pasar a Santiago Solari, pero sí.
    - ¿Cómo lo maneja un tipo casado?
    - Te hacés el boludo, no te queda otra.
    - ¿Nunca un escándalo?
  • He tenido mis líos pero en privado. Me he peleado con futbolistas y lo he tratado de solucionar. Sólo cuando Luis Cubilla dijo que era una mala persona públicamente no quise entrenar con él y renuncié a la Selección. No podía no hacerlo público.
    - ¿Es cierto que te quiso comprar Boca?
    - Al menos nunca lo supe. Racing sí y también el San Lorenzo del Bambino cuando yo jugaba en Wanderers.
    - ¿Te rechazaron en tu club, Peñarol?
  • No; esas son anécdotas que cuentan algunos. En Uruguay dicen que yo jugué en Fénix pero nunca jugué allí, fui a ver a un amigo. Empecé en Wanderers. A los 15 años fui a entrenar a Peñarol con mi viejo y había como doscientos chicos. Estuve toda una tarde sentado, jugué 20 minutos y me dijeron “quedaste, vení la semana que viene”. No volví más porque le dije a mi viejo “no voy a estar toda la tarde para jugar 20 minutos”. No sé qué hubiera pasado si volvía.
    - ¿Mirás tele?
  • Sí, cualquier pelotudez. Me fumo algunos programas de chimentos a la tarde para reírme un poco. Miro mucho fútbol. Voy mucho al cine y al teatro. Me gustan las películas de acción y suspenso.
    - ¿Que te gusta de los programas de chimentos?
  • La pelotudez que hacen. No puedo entender cómo alguien puede ir a la tele a contar si es virgen o no, que la desvirgaron de tal manera, pero me engancho y me río un rato.
    - ¿Te gusta trabajar en tele?
    - Me aburre un poco; cada tanto está bueno pero no tengo ganas de hablar todos los días.
    - ¿Que hacés si tu hijo viene con una botinera?
    - Problema de él. Debe haber algunas botineras divinas.
    - ¿Cuál sería tu mejor homenaje en la vida?
  • Me lo hicieron. Un día íbamos en un taxi con mis hijos hablando de todo un poco. Tenían 8 o 10 años y el tachero les dijo “¿saben una cosa?, su padre es un gran jugador pero acuérdense de esto, tienen un gran padre y una gran persona”. Te emociona que tus hijos lo escuchen de un tachero, sé que muchos le dicen “más que jugador, qué gran tipo”. Para mí el fútbol sigue siendo mi pasión pero yo quería esto: formar una familia, ser un buen tipo, tener amigos, una vida tranqui…

Cómo me defraudó el Enzo.

Enzo, llega a ganar D’onofrio nunca te voy a perdonar usar tu gloria en River para darle votos al hijo de mil puta del títere…y si no gana tampoco. Sos un hijo de mil puta.

“Acuérdense que además de buen jugador es una BUENA PERSONA”.

Ese verbo está mal usado.