Me abandonaste River. ¿Por qué?
Siempre supe que River nunca iba a morir, pero jamás pensé que se suicidaría así. Siempre pensé que “el enemigo” estaba afuera, nunca adentro.
Hoy me avergüenzan sus hinchas, su barra, sus dirigentes, sus agrupaciones, sus programas partidarios, sus periodistas identificados.
Me avergüenzo yo de haber sido tan iluso de creerme que River Plate era el club más grande en serio y no un slogan trillado, triste, avasallado, derrotado y desacertado, vagando ante la risa de todos. Desacreditado y humillado.
Y es que si a este presidente nadie la ha puesto un freno, una mano en el pecho para decirle pare y fíjese lo que esta haciendo con nuestro club, quiere decir que este presidente ha creado un precedente peligroso. Hay un antes y un después de estos 7 años. Luego de estos 7 años queda una puerta abierta para que más aguilares u otros aves de rapiña parecidas vuelvan a entrar en River como si nada, con la comodidad y la mirada cómplice de todos.
Estos 7 años fundaron un nuevo River. El River impotente.
De eso no quiero ser parte. Acá termina mi fe en esta ilusión. Seguiré usando la camiseta solo por costumbre y por mí, ya no por River, porque no cambiaré de cuadro, pero para mí, River se murió y ese espacio vacío jamás lo llenará nadie. Seré un fantasma eterno vestido de blanco y rojo. Pero ante tanta basura, demagogia, mentiras y mentiras, esta mentira se terminó.
Mi cementerio es el Monumental, ahí yacen los restos de mis años de pasión e ingenuidad. Alguna vez los iré a visitar, pero nunca los podré resucitar.
River te quise hasta el final. Hice todo lo que pude para salvarte, pero vos te mataste solo, quizás no pudiste contra la eterna, minoritaria y poderosa impunidad. Hice todo con amor, pero con amor no se le gana a la poderosa corrupción.
Leopoldo Jacinto Bard.
Fundador, Jugador y Primer Presidente del Club Atletico River Plate