Norberto Alonso - Consejo de Fútbol

Era un partido de 0 a 0. Las llegadas se las jugaron al truco, Alario tuvo 2 que fueron sacando la del segundo tiempo el centro de Sanchez fue la unica llegaba “elaborada”, Boca tuvo alguna que otra mas por horrores de defensa nuestros, con Casco jugando de extremo/lateral.

Me hizo mierda ayer en Estudio Futbol, el gordo Palacios le preguntaba que pensaba sobre que aveces los jugadores o técnicos actuales, se enojan o les cae mal que un ídolo o referente de ese club haga criticas sobre ellos y el Beto le responde “pero que queres? que hablemos de falopa? de mujeres? si yo con tantos años en una cancha no puedo hablar…” :lol:

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Yo le tengo muchísimo respeto al Beto, y la verdad que se lo ganó

Me parecen coherentes las cosas que dice tambien

Campeon local con River (7 veces) - Campeon de la Copa Libertadores 1986 - Campeon del mundo con River 1986 - Campeon del mundo con Argentina - Vuelta en la Bombonera (anotando los goles él)

Como carajo le decis algo? jaja

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el beto puede hablar lo que quiera, algunas copitas gano… este tipo es river en vida.

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El único en River que le puede decir algo al Beto es Labruna si baja del cielo.

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Tira la posta siempre, aunque duela, pocas veces creo que estuve en desacuerdo con lo que dice, mas allá del tono. Como vienen diciendo tiene todo el derecho, es el único 10 campeón del mundo con River, y aunque en japon volvamos a conseguir la gloria, en lo que se dice “10”, lo va a seguir siendo.

El Beto sobre Donofrio

“En estos dos años que llevamos al frente del club, me ha convencido de que es una persona seria y por eso lo manifiesto. Es hincha de River. Tiene muchas a favor que se vieron a lo largo del mandato y espero que sigan”.

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El Beto ayer en la presentación de la estatua de Labruna

“No dejes nunca a un grande vivo, podés esperar cualquier cosa. Si dejás despierto al león, te puede comer en cualquier momento. Viene bien el parate, sobre todo para los que están en bajo rendimiento”.

“River no ejerce la presión que ejercía en los primeros seis meses, eso hace que vos te retraces un poco del mediocampo. Además los jugadores la revolean porque no se les acerca nadie”.

está tirando mierda en radio cooperativa…
http://www.enlaradio.com.ar/listen/cooperativa/

Le hicieron una entrevista al Beto, con el titulo ya dice todo, tiro para todos lados sin pelos en la lengua :lol:

Pero se nota que la tiene clarísima, dijo unas cuantas verdades también y deja a entrever algunas cosas con respecto a su función y la dirigencia, cuerpo técnico y demás, la nota es larga, pero vale la pena

“Quiero que juegue Messi porque no ganó nunca una final”

[SPOILER][i]-¿Cómo ves el presente de River? ¿Qué te genera?

-Bajó mucho el rendimiento. A todo esto con el agregado de que se fueron jugadores importantes como Teo, Rojas y Funes Mori, que forman parte de la columna vertebral. Cuando a un equipo se le va la columna vertebral es difícil conseguir jugadores con las mismas características. A todo eso hay que sumarle los bajones psicológicos y físicos. Una arrastra la otra. Ya el contrario se te planta de otra manera también. Ya te van estudiando como jugás. El técnico no le ha conseguido el puesto a determinados jugadores. Mayada por izquierda, Bertolo por izquierda, en Banfield jugaba de 8. Acá veo que les cuesta mucho perfilarse. Le da la espalda a la cancha. Casco va a ser un jugador importante, pero necesita a Vangioni más adelante. Tiene el problema de que los 6 que están jugando, tanto Balanta como Mammana, no rinden lo mismo que rendía Ramiro.

-¿Por qué no Vega? ¿Cómo lo ves a él?

-Lento. Mammana tiene un gran defecto, que lo vengo diciendo desde que arrancó. Se lo decía a Amadeo: “este chico no sabe cuándo la tiene que revolear, no se puede salir siempre jugando”. Con San Lorenzo se mandó un par que no fueron goles por que River estaba pasando un buen momento. Tiene demasiada calidad, le gusta mucho la pelota. La trata de vos cuando otros la tratan de usted. No sé si puede jugar de 6 porque, con Huracán, lo vi revolear muchas pelotas a cualquier lado. Igual, ningún jugador se le acercó para que se la dieran. No veo al equipo como para recuperarse pronto. Vos en el fútbol te tenés que cuidar, y yo no sé si todos se cuidan.

-¿Querés decir que están relajados?

-No. Por el cuidado en sus vidas personales. Si vos amas esto te tenés que cuidar. Sino, das ventajas. Cuando vos salís, y vas perdiendo piernas, después para recuperarlas

-¿El bajón es de los jugadores o también hay cierta responsabilidad en Gallardo?

-Sí. Por ejemplo, no sé de qué juega Viudez. Tiene muchos problemas este equipo. Saviolita se fue como Saviola y volvió como Saviolita. También a nivel dirigencial hay que ir a ver si el jugador está o no jugando. Si estás 6 meses parado te va a costar muchísimo. Como le cuesta a Lucho, que igual es más dúctil con la pelota. Va a agarrar rápido la parte física pero con la pelota va a tardar más. Es un jugador con calidad, pero se encontró con el equipo que no es el de hace 6 meses, le va a costar. Por otro lado, Pisculichi tiene que levantar el nivel y jugar siempre.

-Te quiero preguntar por el heredero de tu camiseta, la 10, Martinez.

-Hay que fijarse bien en lo que te decía recién. Si vos amás al fútbol, te tenés que dedicar al fútbol. ¿Se entiende, no? Lo digo con buena leche y lo quiero a River, soy hincha, y la viví. Entonces, quiero dejar algo de mi experiencia. Porque de repente alguno se puede enojar. Como yo cuando hablaba con Labruna, Sívori, agarraba sus consejos. Eso es tener humildad. Hay que agradecer la experiencia que me fueron dejando mis maestros.

-¿Hablás con ellos?

-No, no sé si quieren que me acerque. No voy al vestuario. No me consultan nada. Sólo puedo hablar en notas. Si de repente digo algo que para ellos es fuerte, se pueden enojar. Pero yo hablo siempre con buena leche.

-Con respecto a la dirigencia actual y a la vuelta de los ídolos, los títulos… ¿Qué cambió?

-Hay que seguir con humildad, no subirse arriba de la soberbia.

-Dijimos dirigencia y soberbia y se me hace imposible no pensar en Passarella. ¿Si te lo cruzás en la calle, lo saludás?

-No, terminantemente no. Si pasa por la puerta del club es un cara dura.

-Volviendo a los juveniles, ¿por qué creés que cuesta que los chicos se adapten a la primera?

-Hay que ver los maestros de divisiones inferiores. A nosotros nos enseñaban cosas, sabían cuándo tenías que marcar en puntas de pie, cómo esperar al delantero. Uno venía con la picardía del potrero. Lo que afectó, no a River, sino al fútbol argentino. Ahora no se puede dejar a los chicos en la calle. Se perdió el amor por la pelota. No aparecen talentos, porque hay mucho representante, los padres a lo mejor si el pibe no hizo un gol no le dan el postre. Hay muchas cosas que hay que hablar. Cómo y quién. Hay que hablar desde abajo, charlar con los padres, que no se metan ni presionen a los pibes. Eso afecta al chico y a su juego. Doy un voto por el tercer tiempo, que hay que sacarlo del Rugby.

-Eso y la tecnología…

-Totalmente, las dos. En frente tenés un ser humano, no un enemigo. Esa patadita que quedó, con una gaseosa y un sandwich, en el tercer tiempo lo arreglás. Si no, queda para el otro partido.

-Como la de Tevez a Ham…

-Sí, fue arriba. A mí me queda una duda, porque los delanteros no sabemos pegar. Son jugadas muy desafortunadas.

-Recién hablabas de los jugadores que extraña River y no lo nombraste a Cavenaghi, ¿A él se lo extraña también?

-Creo que jugando así, River extraña hasta a Amadeo Carrizo. Qué querés que te diga

–¿Cómo te cayó su ida?

-Son arreglos que, como yo no estoy ahí adentro, no los conozco. Hoy hablamos de Cavenaghi porque el equipo está así. Pero, ¿qué pasaba si el equipo seguía ganando? En este equipo, juega, por que bajaron todos el rendimiento. No se salva ninguno.

–¿Creés que van a levantar para el mundial de clubes?

-Jugando así no sé si ganamos la semifinal. Tengo mis grandes dudas.

–¿Qué similitudes encontrás entre el River del 86 y el campeón de este año?

-Compararlos es una falta de respeto. Los equipos son todos diferentes. El del 75 era más lírico. Tenía jugadores que tiraban sombreros, caños… El del 86 no te regalaba nada. Se te ponían 2 goles arriba y te pegaban un baile…Yo, que estoy desde los 9 años en el club, creo que es el mejor equipo de todos los tiempos. Ese equipo tenía campeones del mundo del 78 y del 86. Es una ventaja terrible. Con ese equipo le voy a jugar a cualquiera. Me hubiera encantado jugar contra el Barca. Es una nostalgia. Un equipo de guapos, pero no por pegar patadas, eh, se la bancaba en cualquier lado.

–¿No ves un Ruggeri, un Gallego, un Alonso en este River?

No, porque no veo nadie que hable. Si no se habla es muy difícil jugar al fútbol. Yo no escucho ninguna voz. Ninguno que diga “Marcá allá”. O una puteada. El fútbol es todo psicológico. Yo a Mostaza lo puteaba, y él a mí. O a Jota Jota. Pero yo sabía que a Pedro González no lo podía putear, porque se me caía. Entonces tenía que decirle “Pedrito Vamos”.

–¿Creés que así está Balanta? ¿Caído psicológicamente?

-Es un pibe muy sano. Me tocó compartir asiento en un viaje a Córdoba, y le decía: “Vos tenés que hablar. Vos sos número 6…”, y me respondió: “Si, me lo dicen todos los profes”. ¡Entonces tomalo! Si hay un problema psicológico del chico tiene a la psicóloga, la señora Rossi. Si no te lo salva la psicóloga…Nosotros éramos indios, nos salvaba la calle. Ahora tienen de todo.

–¿Qué se hace en un caso así?

-Yo lo agarro y le digo “Te doy estos diez partidos, la tenés que romper, sos el mejor”. Pero no estoy en la práctica como para ver.

–La gente hoy habla más de Japón que de otra cosa, y se deja como en segundo plano lo mal que se está jugando, ¿qué pensás de eso?

-Muchos no saben ver fútbol. La gente, vos te das cuenta, cuando un tipo se tira al piso o la tira afuera, aplaude. ¿Qué aplaudis? Hacés un lateral, se la das al contrario, y aplauden. En su favor, están necesitando tipos que inventen. En el fútbol argentino no hay más. Vamos a ver este fútbol siempre. No salen más esos jugadores que en el camino a casa merecen un comentario !Qué jugada hizo este muchacho!

–¿El último fue Ortega?

-De River sí. Y del fútbol argentino Riquelme. El último diez. El único capaz de ponerte una bocha y dejarte cara a cara con el arquero.

–No nos olvidemos de Aimar ahí ¿Creés que hizo bien en retirarse?

-Tenés razón. No sé, si bien hablé por teléfono todavía no pude conversar con él. Qué pasó ahí

–¿Escuchaste el audio que se filtró?

No, no.

–Básicamente, dijo que si de seis jugadores que entraban para la copa, sobre cinco, el que quedaba afuera era él, era señal de que no iba más.

-Es un gran pibe. Pero no tiene el carácter mío. Yo estoy dando vuelta el club si me pasa eso

-A favor de River, como hincha, ¿no te parece que Aimar podría haber vuelto antes? El hecho que se haya ido a Malasia el hincha se lo reclama mucho.

-A veces el de hecho apresurarse, los representantes, el dinero, son cosas que juegan en la cabeza del jugador para mal lamentablemente. Yo no sé ni donde estaba él. A veces cometés errores de los que después te arrepentís. ¿Qué hacés en Malasia? ¿Contra quién jugás? ¿Es competitivo el fútbol? Yo me quedo en mi casa, termino acá mi carrera y listo. Te das cuenta de que es un distinto. Cuando entró contra Rosario Central tuvo cinco toques de distinción de los de él e iba en el aire. Me puse contento, ¡tenía una alegría! Dije ‘bueno, vamos a ver algo increíble’. Pero después tuvo un partido que no tocó la pelota y ahí empecé a dudar. Por eso digo que lo físico lo podés agarrar, pero el tacto con la pelota te lleva mucho tiempo. Le está pasando a Saviola, le pasa mucho a Lucho González y yo le he comentado esto a muchos periodistas. Pero no estoy en un lugar en el que me puedan aprovechar.

-¿Cómo viviste el viaje a Japón?

-Primero, me quería tirar del avión, porque son 36 horas y viajamos en el furgón. Hoy viajan en primera, es otra cosa. Hubo un momento en el que me levanté del asiento y te juro que me quería tirar, no aguantaba más. Encima los japoneses comían con palitos y yo agarraba una cuchara. Llegamos y nos tiramos ahí porque no estaba arreglado el tema del micro, tuvimos que esperar una hora más, nos tiramos a dormir en el piso. Llegué y le dije a Nacho Paladino, que era el médico, que me mande un sándwich y una Coca Cola al cuarto porque estaba muerto. Después, a los entrenamientos, tardábamos una hora y media en llegar porque en las horas pico hay mucho tráfico y en Japón hay mucha población. Hora y media para ir, hora y media para volver. Llegó el jueves y me agarró una tristeza, me quería volver. No veía la hora de que empiece el partido. Y pasó lo que pasó, estos partidos se ganan con la picardía. Ellos se durmieron y fueron cartera. En el gol, pedí la pelota rápido, porque estaban peleando Bumbescu con Búfalo Funes por un foul. Agarré la pelota rápido y lo miré a Alzamendi que era muy bicho. Mis compañeros sabían que tenían que estar atentos porque en cualquier momento algo iba a sacar. Y saqué el pelotazo ese para el Loco, que tuvo un poco de suerte porque la pelota le pasa por arriba al arquero, pega en el palo y de cabeza la metió. Ese fue el gol que me hizo retirar. Después de ese gol dije: “Ya está, hice todo”. Era el final de una carrera en la que después tenés que mantenerte, porque el no ir al entrenamiento y todo ese tipo de cosas te da un poco de nostalgia, pero poca. Cada año que pasó me dije a mi mismo que había hecho muy bien en retirarme. Podía jugar haber jugado dos años más, pero iba a perder mucho. En cambio, así, gané mucho. La verdad es que soy un agradecido a la vida, un agradecido a las decisiones que he tomado, incluido la de irme de River.

-¿Te arrepentís de haberte ido de River?

-No. Soy un convencido. Las veces que me fui fueron porque tuve problemas con algún técnico. Me fui convencido de que había una traición de parte de un técnico, entonces si hay una traición yo te la sigo a muerte. Son temperamentos, es el carácter. Son formas de ser que, por ejemplo, te llevan a jugar en la cancha de Boca. Que te puteen no me importaba, me gustaba más que me putee a que me aplauda el hincha de Boca, yo quería que me putee, eso quiere decir que le hiciste daño.

–Contame alguna anécdota del día de la pelota naranja, ¿Cómo fue el antes, el durante y el después?

-Arrancó un sábado, cuando llegó un telegrama del gobierno que decía que, por precaución, el no querían que demos la vuelta olímpica. Cuando leí eso, en una reunión en la habitación del Cabezón Ruggeri, les dije que a mí me iban a sacar muerto pero yo la vuelta olímpica la iba a dar, y los muchachos también. Son compañeros que cuando los recuerdo me sale una sonrisa porque realmente iban al frente. La decisión era que íbamos a dar la vuelta olímpica. Apenas llegamos al estadio cayó una barra de hielo arriba del micro e hizo una explosión. Pero yo había jugado en Polvorines y me pegaban cada patada cuando tenía 15 años. Jugábamos contra los grandes y no pasaba nada. Entonces ir a la cancha de Boca para mí era natural, y bueno dimos la vuelta olímpica y yo me peleaba porque pusieron de alcanza pelotas a tipos de la barra, entonces me iba puteando. Para que no diéramos la vuelta, nos querían parar, ¿pero qué nos iban a parar si nosotros nos llevábamos puesto a cualquiera? Fue pesado: candados, botellas de vidrio, todo nos tiraban. Cuando bajamos del colectivo, había muchas mujeres que paraban al lado de la cancha de bochas, y ahí no pasaba nada. Me preguntaban por mi vieja, me conocían porque yo era de Villa Martelli y algunas conocían a mi mamá. Cuando están mano a mano no te dicen nada, típico de cobarde. Volví a esa cancha en un Boca – Chacarita, y cuando estaban lejos me puteaban, pero cuando fui al comedor a los 15 minutos me pedían autógrafos. Eso es de cretino, porque si me quieren decir algo que me lo digan de frente. Hoy ya se generó respeto: cuando no jugás y no les hacés más daño, están fríos y dicen: “No, a este tipo hay que recordarlo entre los diez jugadores de los últimos tiempos”.

-Nos pasa con Riquelme a nosotros, yo cuando jugaba me he cansado de putearlo, ahora que se retiró lo extraño. ¿Sos de los que creen que un ídolo es el jugador que el equipo rival respeta?

-Sí, sin duda. Son los tipos que, como te dije recién, te sacan comentarios como “¿viste qué jugada hizo?”, “¿viste qué gol hizo?”. Y eso pasaba con Riquelme, él nos hizo muchos goles. ¿Pero a esos jugadores cómo no los vas a querer? Son diferentes.

-¿Creés que se le puede ganar al Barcelona?

-Es once contra once. Los partidos hay que jugarlos. Primero tenemos que pasar la semifinal, y jugando así va a ser difícil, hay que ver cómo reacciona el equipo. Si la misma pregunta me la hacías dos o tres meses atrás, te decía que River le puede ganar a cualquiera. Pero perdimos cinco o seis partidos en los que no le encontramos la vuelta. Por eso vamos a jugar primero la semifinal y ver. Si jugamos contra el mismo que enfrentó a San Lorenzo (Oakland City) tengo más temor todavía porque tienen orden, no se salen del libreto y saben lo que tienen que hacer. El Barcelona no es el mismo Barcelona de hace también ocho meses, trajo algunos jugadores rústicos. Depende de Suárez y de Neymar, no sé cómo estará Messi.

-¿Querés que juegue Messi?

-Sí, porque no ganó nunca una final.

-Sí, hay que ganarle al mejor.

-A Messi siempre le costó jugar contra los latinos. Se nota cuando viene a jugar la clasificación acá. Porque el jugador colombiano, uruguayo, te marca escalonado, de otra manera y te cuesta entrarle más. En cambio allá, no sé si hay una orden de que no hay que pegar, pero de repente te salen cuatro de golpe, y en esa salida te podés filtrar y hacer un gol. Es mucho más fácil.

-La diferencia que hay hoy entre River y el Barcelona, ¿la había ya en el 86?

-En una final no se sacan tanta diferencia, porque terminan los mejores y los partidos finalizan muy cerrados. Es muy difícil que veas una goleada, hay mucho cuidado de los dos equipos. Y con el Barcelona yo creo que si llegábamos a una final le ganábamos también, si le ganamos a los rumanos que fueron los mejores, ¿mirá si no le íbamos a ganar al Barcelona? Y era un equipo muy cerrado, un equipo que no te regalaba nada, aparte tenía jugadores muy duros, compacto, no se dormían nunca. Cuando se durmieron una vez, chau.

-¿Creés que por ser contra ese equipo se desprestigió aquella intercontinental?

-La gente no conoce. Hablan muchas tonterías, no entienden nada. Los de Boca no saben ni como se llama ese equipo. Ojalá nosotros hubiéramos jugado contra el Barcelona, el Real, el PSG, con cualquiera. A Boca le sacamos once puntos en la primera instancia, ¿qué puede hablar? El único partido que jugamos mal fue contra ellos que empatamos 1-1 con el gol de Alfaro, después los limpiamos a todos. Una sola vez perdimos por una equivocación del Bambino, que quiso hacerse el lírico con Argentinos Juniors. Jugábamos sin cinco o cuatro jugadores importantes, no jugaba Gallego y no jugaba yo que terminé expulsado en Ecuador. Quisimos hablar con él y no le entraba por ningún lado. Queríamos empatar. Con un empate ya estábamos clasificados. Y después tuvimos que ir a la cancha de Vélez a jugar una final anticipada, un 0-0 infartante, si empatábamos íbamos a la final. La gente se olvida de que ese equipo le ganó al América de Cali que hacía 18 años que no perdía en su cancha. Le ganamos allá y acá. En la copa del 96’ River perdió con un gol allá. Acá ellos no se avivaron que habían tirado papelitos, no pasaron aspiradora. En el primer gol que hizo Crespo, que le tira el centro atrás Ortega, se confundieron entre el dos y el arquero. Córdoba salió mal y se la dio a Escudero que pateó al arco, vino Crespo y la metió. ¿Cómo no vas a sacar los papelitos? Esas son cosas que te hacen perder una final.

-¿Qué opinás del campeonato que ganó ahora Boca?

-Uno fue un robo, una vergüenza para el fútbol. El lineman ve la jugada del offside de Marco Ruben que dice que la tocó Larrondo. Si ve una cosita así de finita, ¿cómo no va a ver que fue un metro y medio afuera ese penal? ¿Para qué tenés comunicación con el árbitro? Eso y también que el partido acá nos equivocamos también nosotros, fuimos a jugarle a Boca como si le fueras a jugar a un equipo chico. Y Boca siempre es Boca y es el rival que hay que pasarlo por arriba. Encima se lesionó Gago y le vino bien a ellos. A mí dejámelo siempre a Gago.

-¿Creés que River perdió mucho con Ponzio en ese partido?

-Sí, pero ahí también se equivocó Gallardo, porque Ponzio casi se va contra Chicago. No lo pongas el otro partido, porque sabés que el referí lo tiene en la mira. Hace un cambio innecesario.

-Y encima lo de Lucho.

-Eso es mala suerte, una lesión es otra cosa. Pero preveer que Ponzio puede ser expulsado, esas cosas ya las tenés que tener pensadas. Prefiero poner a cualquier otro que no lo tengan condicionado. Y después fíjate lo que es un cambio, le queda justo esa pelota a Lodeiro, ese rebote. Porque si le queda justo a un jugador que sea derecho se tiene que acomodar, y no sé si patea de entrada. Justo le quedó a un zurdo, es el destino, le quedó justo para que la meta allá arriba. Pero River jugó muy mal, fue a ver qué pasaba, y contra Boca no podés ir a ver qué pasa. Yo al único equipo al que le quiero ganar siempre es a Boca y el jugador de River no lo entendió así, se quedó en el festejo.

-¿Qué te genera que ellos, que decían que los campeonatos nacionales no valen nada, ahora los festejen tanto?

-¿Qué no vale? Ellos hablan cuando les conviene. Aparte, con lo que hicieron en la Libertadores…Esa es la gente de Boca. Son los mismos locos que nos tiraban a nosotros las cosas que nos tiraban cuando íbamos a dar la vuelta olímpica. Es un público muy especial.

-¿Y de Arruabarrena qué pensás?

-También, habla cuando le conviene. Yo lo tenía por buena persona, pero si está condicionado que no hable. Menos puede hablar en contra de River, porque hasta ahora les llevamos más ganados que ellos a nosotros. Los tuvimos de hijos todo el 2014, no pueden decir nada. ¿Vos sabés lo que es aguantar a un hincha de Boca? Son insoportables.

-¿Cómo ves la nueva camada de técnicos jóvenes? Gallardo, Guillermo, Sava, Cocca…

-Coudet también es una aparición. A mi criterio, Rosario Central fue el mejor equipo del campeonato. Lo dije cuando empezó a jugar y cuando llegó Pinola. El Chacho armó un equipo muy equilibrado. Tiene comunicación con el chico por las edades, pero eso no quiere decir que esté en desacuerdo con un técnico que tenga 55 o 60 años. Vos tenés que aprender de la gente grande. Cuando llegás y hablás es simplemente decir: “Bueno muchachos, el que no esté de acuerdo que levante la mano ahora”, ahí te das cuenta si alguien quiere confrontarte o no. Cuando nadie dice nada, callate la boca y listo. Los puntos los tenés que poner y el respeto tiene que existir, eso es lo que veo yo y no te puedo decir lo que pasa en un vestuario. Antes te decían: “Cavenaghi te maneja un vestuario”, y no sabían lo que pasaba ahí adentro. Decían que habían seis o siete camarilleros. Ojalá que hayan siete tipos que vayan para adelante y te los lleven a los otros cuatro. Lo criticaban mucho a Angelito, decían que tenía siete muchachos que por ser camarilleros ganaban todos los partidos. Hay cosas que la gente habla de afuera.[/i][/SPOILER]

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Mostro de la vida, Mago del Balompié!

Gracias por tanto! Feliz Cumpleaños!

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[TWEET]684015494169518086[/TWEET]

//youtu.be/tGUoRZrUw2A

//youtu.be/KWxZaqwi_8c

//youtu.be/c_CXTe6cNik

Te amo para siempre beto, sos lo mas grande que hay

Feliz cumpleaños mostro, amor eterno por vos.

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GIGANTE

[video=youtube_share;gzyrndH7xNQ]Beto - Ignacio Copani - YouTube

FELIZ CUMPLEAÑOS IDOLO MIO: EL MAS GRANDE DE TODA LA HISTORIA DE RIVER

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me hubiera encantado haber vivido esa epoca, el idolo de mi viejo… feliz cumple betito !!

El Beto

“Ángel fue mi segundo padre. Con Àngel teníamos un ida y vuelta muy lindo. Cuando fue a River, una mirada sobró para nos entendiéramos a la perfección”.

“Contra el Sanfrecce japonés, River ya mostró dificultades y venía sin jugar bien. A Marcelo (Gallardo) le vendieron tres jugadores claves y él dio el sí para que eso ocurriera. Podía pasar cualquier cosa y ahí está el resultado. Si no fuese por la actuación de (Marcelo) Barovero, la cosa podría haber sido peor. Lo de River contra el Barcelona se veía venir”.

“Siento mucho el amor de la gente. No son desconocidos -agregó- sino la gran familia de River. Al salir de casa, todos me dicen: ‘Hola, Beto’. ‘Te quiero’. Yo también los quiero y les entregué el corazón”.

[b]“Siempre digo que quedan pocos números 10 u 8 clásicos. Me cuesta encontrar jugadores para ver adentro de una cancha de fútbol”.

“Tenes que amar lo que haces. El amor por la pelota hay que conservarlo”.[/b]

El Beto sobre los refuerzos y mercado de pases

“Yo no estoy en la contratación de jugadores, no me han pedido que tire algún nombre. Esas cosas las maneja el presidente, aunque me gustaría participar. Igualmente, siempre estoy para dar una mano”.

Para estar bien, River tiene que vender, a mi criterio, dos jugadores por año. Encima Europa ya no compra ni paga como antes. Entonces, por ahí tenés que vender a tres para que las cuentas le den bien. En el último tiempo, River tuvo que desprenderse de Funes Mori, Rojas y Teo Gutiérrez, la columna vertebral del equipo que es muy importante para cualquier entrenador”.