Maximiliano Coronel, que debutará esta noche en Primera, asegura ser un experto en la fricción. “Lo mío es el combate, para jugar están Ortega y Gallardo”, afirma.Federico Rozenbaum | frozenbaum@ole.com.ar [
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A MAXI LE SOBRA HINCHADA. SU FAMILIA LLEVARÁ UNA BANDERA CON SU NOMBRE Y YA LE PIDIERON 30 CAMISETAS DE REGALO.
A su juego lo llamaron. Mejor dicho, a su fricción. Maximiliano Coronel, que se siente como pez en el Riachuelo en el arte de elaborar sutilezas con la pelota, cayó en el momento y en el lugar indicado. Gorosito reclamó vigor defensivo. Y él se ató los botines. “Soy de marca, de lucha, no tan técnico. Es lo que me dijeron que necesitaban. Así que voy a hacer lo que sé”, asegura a horas de su debut absoluto.
Coronel formará esta noche una castrense dupla central al lado del Sargento Cabral. Se trata, acaso, de una de las apuestas más fuertes que montó el entrenador para la presentación de su equipo en la Sudamericana. Sin Gerlo pero con Nico Sánchez con otra cuota de experiencia, eligió a este zaguero que ya realizó dos pretemporadas en Primera. “Creo que crecí mucho en el último tiempo. No sólo por la oportunidad que me dio Pipo de entrenarme con la Primera sino también por los partidos que sumé con Zapata en Reserva”.
-¿Cómo vivís las horas previas a tu debut?
-Tranquilo, con confianza. Es una mezcla de ansiedad y de emoción. No me quiero poner nervioso para rendir al máximo.
-¿Cuándo te enteraste que serías titular?
-En el momento en que se paró el equipo en el entrenamiento de pelota parada. Pipo nos dijo que debemos salir a ganar, que tenemos que defender la camiseta.
-Te toca entrar en un partido complicado…
-Sí, Lanús tiene un gran equipo. Pero nosotros también. Queremos que se preocupen más por nosotros que nosotros por ellos. Es lo que intentaremos.
-¿Qué te pide Gorosito?
-Que trate de ser simple.
-¿Es lo tuyo?
-Yo, como decía, soy fuerte, de fricción, de lucha y de combate. No tanto de juego. Para jugar están Marcelo y Ariel, que son dos fenómenos.
-O sea que difícilmente se te vea salir jugando…
-Si se puede, sí. Pero no tengo dramas si hay que tirarla a la San Martín. Y que se arreglen los puntas.
-¿Admirás a los centrales más rústicos?
-No, a los tiempistas. Trato de aprender de Roberto Ayala y de Demichelis. Soy de mirar mucho fútbol. Me encanta superarme.
-Por eso fuiste el fin de semana a ver los superclásicos de Inferiores.
-Claro, fui a ver a los más chiquitos. Porque también de los pibes se aprende.
-¿Sos consciente de que hace tiempo no se consolida ningún defensor central del semillero?
-Es cierto. Hubo pocos jugadores que se consolidaron, y eso que de acá salieron un montón de juveniles. Por eso es una responsabilidad grande. Espero estar a la altura.
Su carrera empezó en las baldosas del baby de Jorge Newbery. “Defensor”, respondió cuando le preguntaron de qué quería jugar. Al tiempo conoció las canchas grandes con la camiseta de All Boys. Y su última escala fue River, en el 2006. Hoy tiene 20 años, 80 kilos, 1,80 de altura y una personalidad granítica. Así vive el desafío, tirándose a los pies de la gloria.
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hoy debuta oficialmente vamos a ver como le va
