Murio Jose Soriano

El adiós a un gran caballero


Postal en el arco que defendió con gloria, hace 12 años. En River ganó el título del 45.

José Soriano, arquero de La Máquina, ejemplo de fair play e impulsor de Agremiados, murió en Perú a los 92 años.

José Eusebio Soriano, un hombre hecho de cortesías e hidalguías, se tomaba unos dos minutos para saludar al prójimo. Los que lo conocieron y los que lo conocimos nos tomaremos mucho más tiempo para recordarlo. Murió ayer, en su Perú natal, a los 92 años. Dejó una huella en este mundo y una memoria infinita en River. Fue el uno de La Máquina. Fue el capitán del equipo. Y fue, esencialmente, el Caballero del arco.

Soriano fue muchas cosas a la vez a pesar de que sólo estuvo cinco años y medio en el profesionalismo. Trabajaba como agrónomo especializado en el cultivo y la elaboración del azúcar. En las horas extras, jugaba por placer en Los Diablos Rojos de Chiplin. Un amistoso cambió su historia: el DT de la selección de su país lo citó tras verlo en acción. De ahí al Sudamericano de 1942 en Montevideo. De ahí a Banfield para firmar su primer contrato. Y de ahí a Núñez. “Antonio Liberti le preguntó a Florencio Sola cuánto valía mi pase. Le respondió 100.000 pesos como para sacárselo de encima. Al otro día llegó Liberti con el dinero. Yo sólo puse la condición de no tener que enfrentar a mi ex club”.

No tardó en adaptar su 1,90 metro de altura al arco más grande del mundo ni en ganarse el respeto de sus compañeros (“La Máquina era un ballet”). Su periplo fue tan corto como intenso: 71 partidos y la vuelta olímpica en el 45.

Quizá un gesto, apenas un hecho minúsculo, pintó su esencia. La primera vez que le tuvo que ir a hablar a un árbitro, se sacó la gorra. “Cualquiera lo hubiera hecho. No podía dirigirme a la autoridad con la cabeza cubierta. Hubiese sido un patán”, recordó mucho tiempo después en Olé .

En 1946 citó en su casa a los capitanes de la A y la B. Sin saberlo, Soriano estaba impulsando lo que sería Futbolistas Argentinos Agremiados. El hecho le costó la salida del club. Por seguir a Pedernera, jugó dos meses en Atlanta. Luego se retiró, sin rencor. Hasta ayer sentía orgullo por sus días en River.

El adiós a un gran caballero


Postal en el arco que defendió con gloria, hace 12 años. En River ganó el título del 45.

José Soriano, arquero de La Máquina, ejemplo de fair play e impulsor de Agremiados, murió en Perú a los 92 años.

José Eusebio Soriano, un hombre hecho de cortesías e hidalguías, se tomaba unos dos minutos para saludar al prójimo. Los que lo conocieron y los que lo conocimos nos tomaremos mucho más tiempo para recordarlo. Murió ayer, en su Perú natal, a los 92 años. Dejó una huella en este mundo y una memoria infinita en River. Fue el uno de La Máquina. Fue el capitán del equipo. Y fue, esencialmente, el Caballero del arco.

Soriano fue muchas cosas a la vez a pesar de que sólo estuvo cinco años y medio en el profesionalismo. Trabajaba como agrónomo especializado en el cultivo y la elaboración del azúcar. En las horas extras, jugaba por placer en Los Diablos Rojos de Chiplin. Un amistoso cambió su historia: el DT de la selección de su país lo citó tras verlo en acción. De ahí al Sudamericano de 1942 en Montevideo. De ahí a Banfield para firmar su primer contrato. Y de ahí a Núñez. “Antonio Liberti le preguntó a Florencio Sola cuánto valía mi pase. Le respondió 100.000 pesos como para sacárselo de encima. Al otro día llegó Liberti con el dinero. Yo sólo puse la condición de no tener que enfrentar a mi ex club”.

No tardó en adaptar su 1,90 metro de altura al arco más grande del mundo ni en ganarse el respeto de sus compañeros (“La Máquina era un ballet”). Su periplo fue tan corto como intenso: 71 partidos y la vuelta olímpica en el 45.

Quizá un gesto, apenas un hecho minúsculo, pintó su esencia. La primera vez que le tuvo que ir a hablar a un árbitro, se sacó la gorra. “Cualquiera lo hubiera hecho. No podía dirigirme a la autoridad con la cabeza cubierta. Hubiese sido un patán”, recordó mucho tiempo después en Olé .

En 1946 citó en su casa a los capitanes de la A y la B. Sin saberlo, Soriano estaba impulsando lo que sería Futbolistas Argentinos Agremiados. El hecho le costó la salida del club. Por seguir a Pedernera, jugó dos meses en Atlanta. Luego se retiró, sin rencor. Hasta ayer sentía orgullo por sus días en River.

http://www.turiver.com/foros/los-ex-river/62398-fallecio-jose-soriano.html

Que en paz descanse, un minuto de silencio antes del partido no vendria nada mal :cry: