23 de Marzo de 2003
Juan Manuel Más
River aplastó a Huracán en cuarenta y cinco minutos
Entonado por la seguidilla de victorias por el campeonato local, River Plate goleó por 6 a 0 a Huracán como visitante, por la sexta fecha del Torneo Clausura 2003, y se mantiene a dos puntos del líder del torneo, Boca Juniors. Con el triunfo de hoy, ya son tres partidos consecutivos, en los que River se queda con los tres puntos y además, en Parque Patricios el elenco del chileno se dio el gusto de lograr la primera goleada del año, aprovechándose del bajísimo momento futbolístico y anímico que está atravesando el conjunto que dirige Jorge Célico, que pareciera que está condenado a esperar un milagro como para mantener la categoría.
Los goles riverp latenses llegaron todos en la segunda mitad por intermedio de Fernando Cavenaghi (en dos oportunidades), Darío Husain, Esteban Fuertes, Andrés D´Alessandro y Diego Barrado. De esta manera, River cosecha trece unidades y se mantiene cerca de la punta del campeonato que continúa liderando Boca Juniors, y que también tiene a Racing Club y Rosario Central (14 puntos cada uno) como animadores del mismo.
Equipo que gana, no se cambia
El chileno entrenador de River dispuso no modificar al once inicial que venció por 2 a 1 a Deportivo Cali el jueves pasado por la Copa Toyota Libertadores de América, y no se equivocó porque hoy durante cuarenta y cinco minutos el equipo de Núñez brindó una demostración de eficacia y contundencia envidiable, además de buen fútbol. Ese fútbol que tanto le gusta al hincha de River, ese juego del toque y la descarga, del pique al vacío, de la p resión constante, de los tacos y los lujos, y por sobre todos los conceptos, el equipo que arrasa con sus rivales se volvió a dar cita en el Tomás Adolfo Ducó.
Hasta ahora el Millonario venía ganando sus encuentros con más garra que fútbol, con más fuerza que sutileza pero al fin de cuentas, los ganaba y sumaba de a tres, pero si a partir de ahora, se acuerda de esa identidad histórica que siempre marcó a esta institución, el crédito con el público será aún mayor. También hay aclarar que Huracán venía con una racha negativa de doce encuentros sin conocer la victoria y se encontraba último tanto en la tabla de ubicaciones del campeonato como en la tabla del descenso, y eso influyó totalmente en el ánimo de sus jugadores quienes miraban con suma impotencia como su rival le manejaba el balón de un lado para el otro.
Pellegrini volvió a alinear a tres defensores en el fondo (Ariel Garcé, Horacio Ameli y Martín Demichelis), los cinco volantes: Eduardo Coudet, Claudio Husain, Oscar Ahumada, Víctor Zapata y Andrés D´Alessandro y arriba dispuso de la contundencia de Fernando Cavenaghi y de las gambetas de Darío Husain.
Dos tiempos, dos partidos
En el primer tiempo, el encuentro, pese a ser de ida y vuelta, navegó en el mar de las imprecisiones y el desconcierto. Los once jugadores dirigidos por Célico querían cambiar la historia negativa de su negro presente y sacar un buen resultado, pero sus tiros no tuvieron la puntería necesaria como para encontrar la red rival. Al minuto 32 Buljubasich miraba como Monsalvo le reventaba el travesaño y hacía delirar a su gente, que creía que hoy la historia se revertía. Por otro lado, River no encontraba un volumen de juego adecuado como para doblegar al conjunto local y por eso se fue al descanso con el empate a cuestas y con la necesidad imperiosa de revertir la cara para la segunda mitad. D´Alessandro no encontraba la pelota y apenas unas corridas de Eduardo Coudet por la derecha generaban cierto nivel de peligro dentro del área local.
Seis gritos, seis razones para ilusionarse
Todos los tantos, como habíamos dicho anteriormente, llegaron en la segunda mitad del partido. Primero fue Cavenaghi con su nueva especialidad (adquirida desde el último Sudamericano Sub-20) que es la pegada en los tiros libres: cara interna del botín derecho y a facturar. Llegó el primero de la tarde- noche y con el la tranquilidad de tener el resultado a favor y de poder manejar el partido con total equilibrio. Después, Coudet se juntó con el goleador de General O´brien y le colocó un pase fenomenal que Cavenaghi definió por encima de Ríos, arquero de Huracán, con una emboquillada de lujo.
Un toque suave anticipando al guardameta local, de Darío Husain, hizo que River estirase su ventaja por tres goles de diferencia y ya era goleada. Ya era un espectáculo aparte el que brindaba el equipo visitante y el ingresado Esteban Fuertes anotó el cuarto con un derechazo tras otra asistencia de Coudet. Faltaban dos goles más, dos joyitas. La primera fue un tiro de emboquillada, la famosa vaselina, que suele caracterizar a D´Alessandro por encima de Ríos y cinco a cero. El último de la goleada lo convirtió Diego Barrado por arriba para decretar la goleada final, goleada que hace mirar al futuro con ojos esperanzadores.
El próximo domingo River enfrentará como local al Arsenal de Jorge Burruchaga, con la necesidad de ganar para no perderle pisada al equipo de Carlos Bianchi y con la obligación de volver a r egalarle otra alegría a su público.
ESTE CAMPEONATO RIVER TERMINO SIENDO CAMPEON!!!CON 43 PUNTOS Y BOSTA TERMINO SEGUNDO CON 39…