Mira que distintos somos

56.790 personas reventaron el Monumental. Le pusieron color, papeles y mucho griterío a una nueva noche de Copa Libertadores. Esas noches en las que generalmente el hincha de River sufre, pero en las que se encarga de engalanar el Monumental como nunca. Un estadio bellísimo para este tipo de movidas que realiza el hincha común, el hincha de toda la vida. Eran las 20 y el Monumental ya era una caldera. Faltaba media hora y ya la cancha estaba poblada en un 85%. Ellos también fueron en gran número y también aportaron color a la noche, pero claro, insignificante ante el aliento sostenido y la increíble batería de bengalas que conocieron el cielo de Núñez cuando el reloj marcaba las 20.20.
Aproximadamente cinco minutos después saltó River a la cancha y el Monumental se conmovió, de una manera que no se recordaba desde la semi del 2004. La gente, una vez más, decía presente. No conforme con haber arrasado en boleterías ahora se encargaba de que la fiesta fuera sólo “millonaria”. Papelitos y serpentinas saludaron al equipo, mientras éste iba corriendo con paso decidido hacía el círculo central. Lo que vale la pena destacar es que la gente de River, el pueblo millonario, copó el Monumental y armó una fiesta maravillosa a días de haber caído en la Bombonera… Sí, en las buenas y en las malas, como indica el manual de todo hincha de River.
Se venía de perder el Súper, de caer contra San Lorenzo y así y todo la gente fue como si ésta fuera la final de América y River hubiese ganado 4-0 el partido de ida. Con esa fe la gente de River llenó el Monumental. La fe moverá montañas, pero aun no puede hacer que las pelotas entren en el arco ajeno, así como tampoco que no entren en el propio. Después lo que pasó ya todos lo sabemos. River dejó que un partido servido se le escurriera de las manos. River hizo, nuevamente, que miles de personas se sintieran defraudadas con un equipo que desde la cancha no logró lo que fue a buscar: el pase a cuartos.
Pero que nadie dude algo. El hincha de River se merece ser campeón del mundo. Mientras otros ponen parlantes (para las trompetas o para lo que sea, no importa), River pone el alma en la tribuna. La deja partido a partido, serie a serie, año tras año y el equipo muchas veces no devuelve, ni siquiera, el precio de la entrada. Pero no importa, el hincha podrá ir al hall, podrá decir “loco, quiero ser de Racing” en un impulso desesperado surgido desde la impotencia, pero el domingo vuelve al estadio, renueva su fe, apoya, alienta y hace fiesta. Porque es distinto. La canción no es sólo una suma de palabras, el hincha de River es distinto a todos los demás de verdad.
Quizá ningún equipo tenga que soportar que su clásico rival gane todo lo que juegue, el hincha de River sí. ¿Y quién va primero en la tabla de recaudaciones? River. ¿Qué hinchada copa todas las canchas? River. Es así, no le busquen más vueltas. El hincha de River es distinto. Ama a su equipo como a nadie. Si no me creen vayan a ver cómo gritan, cómo sufren los que vayan el domingo. O sino miren la fiesta de ayer, viniendo de perder el clásico dejando una imagen pobrísima.
Quiero dejar este párrafo final para quienes hoy tienen el inmenso honor -aunque a algunos parece que todavía no se dieron cuenta- de vestir el manto sagrado. Señores jugadores de River: aún pueden salir campeones de la Argentina. Todo está en juego y, de hecho, River es uno de los líderes. ¡Háganlo carajo! ¡Sean campeones! Esta gente, la que ayer se encargó que el Monumental fuera una fiesta, se lo merece.

56.790 personas reventaron el Monumental. Le pusieron color, papeles y mucho griterío a una nueva noche de Copa Libertadores. Esas noches en las que generalmente el hincha de River sufre, pero en las que se encarga de engalanar el Monumental como nunca. Un estadio bellísimo para este tipo de movidas que realiza el hincha común, el hincha de toda la vida. Eran las 20 y el Monumental ya era una caldera. Faltaba media hora y ya la cancha estaba poblada en un 85%. Ellos también fueron en gran número y también aportaron color a la noche, pero claro, insignificante ante el aliento sostenido y la increíble batería de bengalas que conocieron el cielo de Núñez cuando el reloj marcaba las 20.20.
Aproximadamente cinco minutos después saltó River a la cancha y el Monumental se conmovió, de una manera que no se recordaba desde la semi del 2004. La gente, una vez más, decía presente. No conforme con haber arrasado en boleterías ahora se encargaba de que la fiesta fuera sólo “millonaria”. Papelitos y serpentinas saludaron al equipo, mientras éste iba corriendo con paso decidido hacía el círculo central. Lo que vale la pena destacar es que la gente de River, el pueblo millonario, copó el Monumental y armó una fiesta maravillosa a días de haber caído en la Bombonera… Sí, en las buenas y en las malas, como indica el manual de todo hincha de River.
Se venía de perder el Súper, de caer contra San Lorenzo y así y todo la gente fue como si ésta fuera la final de América y River hubiese ganado 4-0 el partido de ida. Con esa fe la gente de River llenó el Monumental. La fe moverá montañas, pero aun no puede hacer que las pelotas entren en el arco ajeno, así como tampoco que no entren en el propio. Después lo que pasó ya todos lo sabemos. River dejó que un partido servido se le escurriera de las manos. River hizo, nuevamente, que miles de personas se sintieran defraudadas con un equipo que desde la cancha no logró lo que fue a buscar: el pase a cuartos.
Pero que nadie dude algo. El hincha de River se merece ser campeón del mundo. Mientras otros ponen parlantes (para las trompetas o para lo que sea, no importa), River pone el alma en la tribuna. La deja partido a partido, serie a serie, año tras año y el equipo muchas veces no devuelve, ni siquiera, el precio de la entrada. Pero no importa, el hincha podrá ir al hall, podrá decir “loco, quiero ser de Racing” en un impulso desesperado surgido desde la impotencia, pero el domingo vuelve al estadio, renueva su fe, apoya, alienta y hace fiesta. Porque es distinto. La canción no es sólo una suma de palabras, el hincha de River es distinto a todos los demás de verdad.
Quizá ningún equipo tenga que soportar que su clásico rival gane todo lo que juegue, el hincha de River sí. ¿Y quién va primero en la tabla de recaudaciones? River. ¿Qué hinchada copa todas las canchas? River. Es así, no le busquen más vueltas. El hincha de River es distinto. Ama a su equipo como a nadie. Si no me creen vayan a ver cómo gritan, cómo sufren los que vayan el domingo. O sino miren la fiesta de ayer, viniendo de perder el clásico dejando una imagen pobrísima.
Quiero dejar este párrafo final para quienes hoy tienen el inmenso honor -aunque a algunos parece que todavía no se dieron cuenta- de vestir el manto sagrado. Señores jugadores de River: aún pueden salir campeones de la Argentina. Todo está en juego y, de hecho, River es uno de los líderes. ¡Háganlo carajo! ¡Sean campeones! Esta gente, la que ayer se encargó que el Monumental fuera una fiesta, se lo merece.

realmente me importa muy poco este tipo de creencias con respecto a la hinchada y blablaba

no ganas campeonatos por la gente, no safas de la verguenza por la gente

preocupemosnos por nosotros y no por los otros

me siento pisoteado por estos jugadores…

SIMULTANEAMENTE A QUE EMPEZAMOS A SER HINCHAS DE LA HINCHADA, EL FUTBOL PROFESIONAL EMPEZO A ANDAR CADA VEZ PEOR… NO ES LA PRINCIPAL RAZON, PERO PESA… SINO, NO QUISIERAMOS ACIRDARNOS DE ESA TRISTE SERIE DE 2004, Y SIN EMBARGO MUCHOS LA NOMBRAN ORGULLOSOS…

somos el boquita de los 90?

No, nos falta Saturno. :twisted::twisted::twisted:

jajajaj… si hasta le festejaban la famosa bicicleta los propios hinchas de la bosta… :lol:

me chupa un huevo…:twisted:

A mi no me chupa un huevo, para nada, somos LOS UNICOS q mantenemos el nombre de River en alto, si fuese por los jugadores estariamos aun mas abajo de lo que estamos.

Esto ni me importa ya, PORQE A LOS PECHOS FRIOS ESTOS NO LOS INCENTIBAS CON NADA .

Lo q hace q River siga siendo asi de grande es la gente… no desmerezcamos eso…

Al menos en algo teniamos q ser los mejores jajajaj

river es grande por la historia que tiene sobre sus espaldas, entre esas historia esta la gente

pero no le demos mas protagonismo a los que no deben ser protagonistas

el domingo a llenar la canchaaa

Nosotros tenemos a alesi.

Coincido con vos… y a cantar mucho…
porque despues todos se llenan la boca diciendo que somos “San Silincio”!!!

La grandeza de River la mantiene su gente, eso está claro. Pero con una hinchada no ganás nada. Sino miren a Racing, hasta hace poco vivían recordando el gol del chango Cárdenas y ahora recuerdan a Mostaza como un héroe. Y es una gran hinchada.
Soy de los que cree que la hinchada de un club no es más importante que el equipo y las victorias a través de los años. Por creer eso estamos así.
Los hinchas alentamos, sufrimos, escuchamos y vemos los partidos. Defendémos a River a muerte, pero los logros, los triunfos son de los equipos y de los grandes jugadores que han forjado el prestigio de esta institución.
Ver que ayer 60.000 ó 600 tipos en la cancha; no cambiaban nada.

Para mi si importa es un orgullo que la gente este siempre