Matías Giménez decidió no jugar más en Tigre por las apretadas de la barra del Matador. Seguirá entrenando, pero no defenderá más la camiseta del equipo de Victoria. “Tengo dos hijos que valen más que una pelota”, explica.
La impunidad de los barras sigue dando sus frutos. Matías Giménez no aguantó más las apretadas del grupo del Matador y decidió no jugar más en Tigre. El episodio que vivió la semana pasada colmó al volante salido de las inferiores del club. " Viví un momento triste, muy feo, que me llevó a tomar la decisión. Se lo comuniqué a mi representante, a los dirigentes, en diciembre cambiaré de aire. Tomé la decisión por seguridad de mi familia, ellos son todo para mí y no quiero que les pase nada", explicó Matías.
La realidad es que no jugará más en Tigre, se entrenará en otro lado y esperará que llegue un nuevo club para el año que viene. “La decisión la tomé en torno a la seguridad de mi familia, hace poco fui papá. Tengo dos hijos que realmente valen la pena más que una pelota”, agregó Giménez.
¿Qué fue lo que rebalsó el vaso? Matías lo explicó: “A la salida del entrenamiento me venía para mi casa, en una calle en San Fernando me cruzaron unos hinchas, me recriminaron la actitud mía de juego que no era buena, que no ponía huevo, que no dejaba todo en los partidos, se tornó un poco de palabras en tono alto, se dio que discutimos un rato y bueno después terminó pasando algo muy feo. Se dio q saltó la mano, pero no voy a dar detalles, ya pasó y obviamente lo único que hice es ir a hablar con mis compañeros, pedirles perdón, porque no iba a seguir en el torneo con ellos, y al cuerpo técnico, que me brindo su apoyo, me entendió lo feo que viví, ahora estoy tranquilo. Hable con los chicos, ellos me apoyan en mi opinión, si es lo mejor para mi, que lo haga con seguridad y no sienta presión de nadie. No se si alguien tomará mi camino”.
El volante vive en San Fernando y ya aseguró que se va a mudar. El miedo es lo único que inculcan estas barras. Una vergüenza. “El hincha de Tigre que realmente me valora y me quiere, sabe que yo siempre dejo todo. Yo vengo de los 18 años jugando en primera, ascendido en dos oportunidades. Siempre me rompí el alma, trate de crecer en lo personal y lo futbolístico”, agregó. No es el único que apretó la barra, Diego Castaño y Martín Morel también sufrieron, pero sin llegar al límite de la agresión física.
Además, dejó en claro que los jugadores ayudan a estos hinchas caracterizados APRA que puedan seguir al equipo por el interior del país. “Siempre uno colabora con los chicos para q viajen a las provincias, lo del Mundial no tiene nada que ver, de eso se encargan los dirigentes con ellos. Siempre se ha juntado monedas para que ellos vayan y apoyen en todos lados”, declaró Matías, que ahora espera un club para fin de año.
Para el final dejó un deseo para sus compañeros: "Ojalá los chicos puedan seguir sumando, es un grupo excelente, con un cuerpo técnico que aportó mucho, estamos donde estamos porque siempre corrimos y dimos todos por la camiseta de Tigre. Y una certeza: “A la decisión no la voy a cambiar más”.
FUENTE: Ganó el miedo