Considero que el modelo de Macri es un modelo Cosmético. En su gestión de gobierno sólo se ocupa del maquillaje, de arreglar veredas y baches pero hace muy poco en escuelas y hospitales. No cumple lo que prometió en la campaña, engaña a los ciudadanos y defrauda a sus propios votantes.
Esto se visualiza claramente a través de datos objetivos de información pública provenientes de organismos del gobierno de la Ciudad. Lo que verdaderamente hacen es gastar recursos públicos en aquellos lugares más concurridos por sectores medios y altos en vez de direccionar el rol del estado hacia la educación y la salud pública en beneficio de la mayoría. En el 2008 se gastaron todo en maquillaje electoral, es decir, el presupuesto disponible para baches y veredas, pero ejecutaron sólo el 57% de lo presupuestado en educación y salud.
Tienen recursos, pero priorizan por cuestiones de campaña electoral, aquellas cosas de más visibilidad y postergan las cosas más importantes.
Este modelo cosmético también se expresa en la discusión política: se plantea cuestiones estéticas o de estilo para ocultar las verdaderas intenciones de cambiar el modelo actual por uno similar al de los noventa.
Considero que el modelo de Macri es un modelo Cosmético. En su gestión de gobierno sólo se ocupa del maquillaje, de arreglar veredas y baches pero hace muy poco en escuelas y hospitales. No cumple lo que prometió en la campaña, engaña a los ciudadanos y defrauda a sus propios votantes.
Esto se visualiza claramente a través de datos objetivos de información pública provenientes de organismos del gobierno de la Ciudad. Lo que verdaderamente hacen es gastar recursos públicos en aquellos lugares más concurridos por sectores medios y altos en vez de direccionar el rol del estado hacia la educación y la salud pública en beneficio de la mayoría. En el 2008 se gastaron todo en maquillaje electoral, es decir, el presupuesto disponible para baches y veredas, pero ejecutaron sólo el 57% de lo presupuestado en educación y salud.
Tienen recursos, pero priorizan por cuestiones de campaña electoral, aquellas cosas de más visibilidad y postergan las cosas más importantes.
Este modelo cosmético también se expresa en la discusión política: se plantea cuestiones estéticas o de estilo para ocultar las verdaderas intenciones de cambiar el modelo actual por uno similar al de los noventa.
Me acuerdo en el 2007,el debate con Telerman y Filmus, que Macri le decia al pelado" esos carteles que pones de yo amo a Buenos Aires…" y hoy veo carteles aun mas pelotudos de una H negra en un fondo amarillo.:twisted::twisted:
Tanto los carteles telerman como los carteles macri, son un papelón. Ahora que heller venga a hacerse el crítico de las obras de macri, me causa gracia, por lo patético.
No cabe la menor duda… Tanto Macri como De Narvaez son productos de una gran masa consumista y fácilmente moldeable. La propaganda es su único fundamento político.
Y Heller tiene una grande a favor: Nunca ocupó un cargo público.
No son productos de una gran masa consumista y fácilmente moldeable. Son resultado del hastío frente a la inoperancia de la política tradicional. Ahora le cabe el lugar a la política “jet set”. Bueno, veamos antes de juzgar. Para mí macri no ha hecho para nada una gestión muy distinta a la de los “progre” Telerman o Ibarra… Sin embargo, se le pega por deporte, porque es de derecha, porque es Macri… Me revelo contra los rótulos, y contra los prejuicios berreta. Y eso que no lo voté y no me convence para nada. Pero una cosa es q no te guste su gestión y otra es subirse a caballo del discurso “políticamente correcto” de decir “macri facho”… Eso me parece una boludez.
No me gusta su gestión, ni su manera de hacer política, ni su procedencia. No me gustó la jugada que armó contra Ibarra cuando este era JFG, ni me gusta que no haya cumplido su promesa de hacer una estación de subte por año (para colmo hechándole la culpa al gobierno nacional), ni me gusta la forma en que dejó a cientas de familias sin techo, ni coincido con su plan con respecto a la Villa 31. ¿Prejuicios?
Y para mí Telerman más que progre es un veleta de la política. Sin embargo, no creo que su gestión haya sido tan mala.