¡Mamita querida!
Tras los Juegos y el retiro del equipo, una gran noticia para Magui: en julio va a ser mamá. Ya está decidido: el nene o la nena será de River. NATALIA FLORIO | nflorio@ole.com.ar
Se la ve radiante. Camina, va, viene, no para un segundo. Muestra orgullosa su pancita de dos meses, y todo con una sonrisa casi sin pausa. Magdalena Aicega está chocha y, como diría cualquier abuela, tiene ojos de mamá.
A cuatro meses de haber dejado la número tres de la Selección Argentina, la ex capitana decidió ponerse otra camiseta: la de madre. Casada hace dos años con el Gallego Mariano Lorenzetti, rugbier de Hindú, tienen fecha para julio de 2009. Así, Magui estrenará nuevo título. Distinto a los que está acostumbrada. Nada de corners, palos y bochas, serán pañales, chupetes y mamaderas. A prepararse, Magui.
-¿Formar una familia y tener un hijo era lo único que te faltaba?
-Sí, puede ser. Era una cuenta pendiente. Lo venía pensando hace tiempo y después del retiro en los Juegos era un buen momento. Bueno, por suerte llegó, pero ahora me falta que nazca sanito, eso es lo más importante.
-¿Ya saben el sexo?
-No, todavía no sabemos qué va a ser. Pero que esté bien es lo que más nos importa.
-¿Y si es una nena, ya te la imaginas corriendo por los pasillos de tu club, Belgrano?
-Sí, obvio que me encantaría. Si es nena, seguro juega al hockey en Belgrano. Pero si es nene, va a jugar al rugby en Hindú. Eso ya se arregló con el padre desde antes. Pero lo que no se negocia, es que va a ser hincha de River, no de Racing como el Gallego, eso no se cambia.
-¿Sentís que estás empezando una nueva etapa en tu vida, ya sin Leonas, esperando un hijo?
-Y, obvio que mis prioridades son otras. Ahora que mi familia y el bebé estén bien es lo que más quiero en este momento. Porque si ellos están bien, yo voy a estar feliz. Sé que esto que estoy viviendo es una nueva experiencia y creo que es hermosa.
-¿Y el hockey lo dejás en un segundo plano?
-Bueno, estoy obligada por estos nueves meses a no hacer actividad. Pero la idea es volver a entrenarme después. Igual, siempre voy a hablar de hockey. Es mi vida, todo, y aunque mi prioridad sea la familia, eso no quiere decir que una deje de hacer las cosas que le gustan.
-¿Entonces, hay Magui para mucho más?
-Creo que siempre voy a estar relacionada con el deporte porque es difícil despegarse de todo esto. Nací jugando al hockey, mis afectos, amigas, mis fines de semana, todo es puro hockey. Por eso, no me puedo despegar. Pero el día que no juegue más, que decida retirarme del club, seguiré yendo a ver al equipo y apoyando como siempre.
-¿Y no te gustaría ser entrenadora?
-Bueno, en cuanto a ser entrenadora, siempre me encantaron las divisiones inferiores y, quién dice, el día de mañana entrene a una Primera, pero hoy no es mi mayor objetivo.
-El lunes te dieron un reconocimiento en los premios Olimpia junto a Amadeo Carrizo, Ricardo Bochini, Roberto De Vicenzo.
-Y tantos otros grandes. La verdad, subí a recibirlo y me sentí chiquita, y no por edad, sino porque al ser deportistas de tanta importancia para la historia del deporte argentino, estar al lado de ellos fue realmente un honor.
-¿Pero sos consciente que vos, con Las Leonas, también conseguiste grandes títulos para el deporte nacional?
-Una va siendo consciente a medida que pasan los años. Vas mirando todas las medallas y pensás: “Ah bueno, hice algo”. Igual creo que una sigue sin ser tan consciente de lo que se logró todo este tiempo. Es más fácil verlo en otros…
-¿Y cuando les tengas que contar a tus hijos lo que hiciste?
-Bueno, sí, creo que cuando les cuente a mis hijos mi carrera y todo lo que conseguimos Las Leonas, ahí si voy a decir: “Ah, realmente éramos grossas”. La verdad, todo se disfrutó muchísimo, sigo disfrutando todo lo me da este deporte y lo que me está pasando ahora.
Que grande Magui!!