
El presidente ídolo, que siempre divide aguas, eligió el costado humano y nunca pensó en despedirlo. Y Miguel, feliz, mostró esa sonrisa de publicidad y entregó sus últimas energías al servicio del club.
Este es un tema de discusión derivado de la entrada https://www.clarin.com/deportes/ultimos-dias-russo-pacto-secreto-riquelme-cosa-bien-va-pasar-quiero-dt-boca_0_ThJj6Ut1BU.html