“La emboscada la organizó Alan”
Adrián rompió el silencio y acusó a Schlenker y su gente por lo ocurrido. “Hace diez días, contactaron a los sicarios”, afirmó.
GUSTAVO GRABIA ggrabia@ole.com.ar
Habló. Y lo que dijo, amenaza con cambiar el curso de las cosas. En una entrevista con el periodista Lucas Cremades de la revista Veintitrés, Adrián Rousseau confirmó que el asesinato de Gonzalo Acro fue por la interna de la barra y reveló detalles de quiénes y cómo, según él, habrían planeado la emboscada: Alan y la plana mayor del grupo de Palermo.
“Alan ya tiene coartada, aclaró que estaba tomando un helado a esa hora. Pero hará diez días se reunieron en la confitería Jonathan (cercana al Monumental), Alan Schlenker, Rubén Pintos, alias Oveja, Matías Kraft, alias Kevin, y Luna, alias Colorado. Ese día citaron a una persona para organizar una emboscada. Y también se encargaron de contactar a unos diez sicarios. Eso dice mucho”.
Rousseau suena terminante. Y sus palabras están en sintonía con la investigación que lleva el fiscal Campagnoli (ver página 14) sobre que el motivo del crimen fue la interna de Los Borrachos del Tablón. Y ante la pregunta del periodista sobre si habrá venganza, Adrián responde: “Sí. Pero la venganza es divina. Y nosotros no haremos nada raro. Esta vez voy a presentarme a la Justicia y voy a mandar en cana a todo el mundo. Cuando ocurrió la guerra de los quinchos me negué a prestar declaración ante la fiscal. Pero a partir de ahora, se terminó. Hace un rato llamé a mis abogados para preguntarles si podía realizar declaraciones sobre ese día y me dijeron que legalmente estaban dadas todas las condiciones. Pronto se sabrá la verdad de lo que ocurrió ese día” (en esa causa Adrián y los hermanos Alan y William Schlenker están procesados por instigación a cometer delitos y lesiones leves, que contempla penas de hasta seis años y medio de prisión).
La entrevista, según narra Cremades, fue realizada el miércoles en el patio interno del Hospital Pirovano, cuando el cuadro de Acro era irreversible, y ante la presencia de 40 barras. Y por lo que deja traslucir, Adrián estaba shockeado. “Nunca pensé que podían llegar a hacer algo así. Ni siquiera le pegaron un tiro en la pierna para asustarlo. Simplemente, le dispararon dos tiros en la cabeza. Estamos hablando de un asesinato premeditado, pactado, diagramado por gente que sabe lo que hace. A mí jamás se me hubiese ocurrido tomar una decisión así. Puedo ser líder de una barra y discutir por muchas cosas, pero esto es demasiado y creo que llegó la hora de hacer justicia. El día de los quinchos vinieron a desatar la guerra. Ese fue un aviso de que estaban dispuestos a todo. Pero yo no dije nada. Me aplicaron el derecho de admisión, me suspendieron como socio, pero opté por quedarme callado porque siempre respeté los códigos. Pero esto es terrible”, agregó Adrián quien sobre Alan, disparó: “Lo conozco hace 17 años. Pero todo terminó así por la ambición de poder, por traición. Alan es el típico nene rico y caprichoso que todo lo quiere. El problema es que nunca iba a poder gobernar la hinchada de River como pretendía”. Y para echar más nafta, también dejó una frase intrigante sobre el menor de los Schlenker: “Hay muchas cosas que se van a saber. Sería bueno que empezaran a averiguar cuál es la relación que une a William con Moria Casán”.
Ahora todos se preguntan cómo seguirá la guerra. Y la contradicción que manifiesta Adrián entre entregar datos a la Justicia terrenal para que dé con los autores del crimen y su apelación a la Justicia divina, parece delatar que la interna se cobrará más víctimas. Por lo pronto, Adrián dejó sobre el final una premonición: “Todos los que suben terminan bajando. Y los que se paran frente a las cámaras, mucho más. Le pasó al Abuelo, le pasa a Rafa Di Zeo y ahora, le pasará a Alan”. Por qué él no se anotó en esa lista, es un interrogante que aún no tiene respuesta.
