Carrió, la Cappa de la oposición
Ayer me quedé despierto hasta tarde viendo la sesión de diputados donde se intentaba tratar el presupuesto 2011. No quisiera detenerme en las bajezas y oportunismos de los sectores contrarios al Gobierno que intentan decirles cómo administrar, con qué números, partidas y tiempos podrán hacerlo el año que viene, cuando deberían constituirse básicamente en un mecanismo de contralor. Estuvo bien Rossi al decirles que parecía que actuaban como si no creyeran en que podrían ser gobierno el año siguiente.
Pero voy al punto: la irresponsabilidad, la ligereza, la liviandad con la que Angelito Carrió se expresa es –justamente- de proporciones bíblicas. La mirada fija sin parpadear, los movimientos de su cabeza hacia los costados, un pensamiento basado en axiomas (que sabemos que no se demuestran) con el que ha podido construir una carrera política básicamente a fuerza de epítetos y un jarabe léxico si bien bien articulado, vacío de toda aplicación en la realidad. Carrió nunca ha gestionado, nunca ha gobernado nada, ha desmembrado todos sus partidos y vuelto a fundar otros, ha visto “cosas terribles” y ha callado. Hasta ha visto el futuro. Como bien la denominó Mario Wainfeld, la “pitonisa chaqueña” se sostiene –quizás, por qué no- en base a un gran delirio construido alrededor de la política. Un mundo que existe en su cabeza y los miles que la votan. Ayer decía que el gobierno tiene que cambiar, que la Argentina de la prepotencia terminó (¡ja!) y que gracias a que ella impulsó que no hubiera derrota en Diputados, las cosas podían seguir funcionando. Denunció sin pruebas –obviamente- que ayer hubo Banelco (en referencia a las coimas del gobierno de DLR) y que la pagó Cristina. Ay ay ay alma bella…
A alguien así, en el fútbol se le dice vende humo. La imagen es muy gráfica. Y el principal productor de humo junto a Caruso Lombardies Angel Cappa. Durante algún tiempo no podía tomar partido si me caía bien o mal, no podía estar en desacuerdo con algunas ideas futbolísticas (de la boca para adentro) que profesaba, pero su materialización en la realidad nunca se han visto. Quizás el Huracán que perdió con Vélez el campeonato haya sido un buen equipo, pero después le fue bastante en mal en casi todos los clubes de dirigió. Para mí es un poco enigmático por qué lo tienen tan en alza no habiendo conseguido títulos (sólo de ayudante), sobre todo en un mundo tan básico, podrido y cabeza como es el del fútbol. Porque tampoco es que habla tan florido, defiende algunos puntos de manera vehemente pero eso no es un mérito (como tampoco Alfaro tirándose contra el Checho, que dicho sea de paso el primero hizo la peor campaña en la historia de Central, gracias).
Con el tiempo, esa gran distancia entre el señor correcto ante la prensa y el desaforado, incitador a la violencia y sobre todo mal perdedor (nunca la falla es propia) hizo que el personaje se me haga impresentable.
Un Carrió del fútbol y Lilita una Cappa de la política. Quizás deberían intercambiar roles y Lilita ponerse los cortos y hacerles hacer a jugadores ejercicios con pelota (¡la novedad de Cappa!), adelantarle las visiones de las jugadas y Angelito usar los sintagmas inamovibles de ella vociferando desde la cámara baja, ¿Por qué no? Dicen que habría negociaciones en un lado, entre un señor y una señora, según una fuente que habría recibido un mensaje de texto de la ex compañía donde importante actual funcionario habría tenido o tendrá amigos para beneficiar.