Le pegan a los uachos y a las MUJERES

Donde hubo fuego…La interna de La Doce es un infierno: un grupo opuesto de la barra quemó parte del club de Mauro, amenazó de muerte a la madre y roció con nafta a una empleada. GUSTAVO GRABIA | ggrabia@ole.com.ar
Si nadie la para, la interna de La Doce está a punto de contar cadáveres. Desde julio, cuando se dio la fractura entre el grupo de Mauro Martín, el jefe, con el Uruguayo Richard, su ladero, Olé advirtió cómo la violencia iba in crescendo. Y el sábado llegó a su punto máximo: cinco barras opuestos a Martín ingresaron armados al club Leopardi, propiedad de la familia de Mauro, incendiaron parte de las instalaciones, rociaron con nafta a una empleada y amenazaron de muerte a la madre del líder, como consta en la denuncia realizada en la comisaría 40 y en la que interviene la fiscalía 37. Y parte de las 15 personas que estaban en el club dijeron que podrían reconocer a tres de los atacantes, porque cuando la barra era una sola, éstos solían pasar varias tardes en el lugar.

El increíble suceso, que rompió todos los códigos entre los barras (supuestamente los problemas se arreglan entre ellos, sin meter a sus familias), ocurrió a las 19 horas, cuando terminaba el primer tiempo de Boca y San Lorenzo. En ese instante, dos personas entraron al club y se sentaron a mirar el partido. Tras ver que no había nadie del otro grupo, les dieron aviso a los tres que afuera esperaban armados. Estos entraron, hicieron tirar a todos al piso (la mayoría, jubilados), prendieron fuego las mesas de billar, rompieron la vajilla y ante el horror de todos, le tiraron nafta a una empleada y amenazaron con gatillarle a la madre de Mauro, avisándole que “esto es por tu hijo. O se baja o la próxima disparamos”. Antes de irse, robaron pertenencias de los presentes y cortaron las líneas telefónicas. Mauro se enteró promediando el segundo tiempo y decidió quedarse al frente de la barra y fue su hermano Gabriel quien volvió al club y convenció a todos de hacer la denuncia policial.

El terrible hecho habría sido una vendetta por lo sucedido minutos antes de comenzar el partido: cuando La Doce estaba por ingresar, divisaron en el lugar a cinco barras que responden a Richard. Un grupo de 40 fueron a su encuentro y uno de los barras disidentes, de nombre Claudio, quedó herido de arma blanca. En ese mismo momento, se tramó la increíble revancha.

Fuentes del caso aseguraron a Olé que Richard no está en la mira. “Sabemos que estuvo en Ezeiza por la tarde, y a la hora del hecho en su casa”. Pero también confiaron que tres de los atacantes serían de su entorno. Para entender la interna hay que ir seis meses atrás. Ambos dominaban la barra tras bajar en julio 07 al Gordo Ale y Tyson, puestos por Di Zeo cuando cayó preso. Pero el primer cruce se dio el 16/3/08, cuando la banda de Lomas fue a copar Casa Amarilla y Mauro sospechó que tenían la venia de Richard para limarle poder y quedarse él solo. Desde ahí, nada sería igual. Y el quiebre definitivo se dio cuando en el lunch con parte del plantel previo al viaje de pretemporada a EE.UU., el Uruguayo le bajó un diente a Migliore y fue expulsado de la barra. Y Richard, con su grupo de Barracas, decidió ir a la guerra. Hubo dos batallas que ganó el grupo de Mauro, bastante más numeroso. Ahí la táctica pasó a ser meterle denuncias judiciales para sacarlo del paraavalanchas. Los de Mauro respondían agrediendo a cada opositor que divisaban en la cancha. La situación era pública, pero nadie la detuvo. Ahora el volcán está por estallar. Y si el Estado no interviene, la lava correrá ardiente y mortal.

Oh, boca sos cagon, sos cagon, sos cagon, boca sos cagon…

Donde hubo fuego…La interna de La Doce es un infierno: un grupo opuesto de la barra quemó parte del club de Mauro, amenazó de muerte a la madre y roció con nafta a una empleada. GUSTAVO GRABIA | ggrabia@ole.com.ar
Si nadie la para, la interna de La Doce está a punto de contar cadáveres. Desde julio, cuando se dio la fractura entre el grupo de Mauro Martín, el jefe, con el Uruguayo Richard, su ladero, Olé advirtió cómo la violencia iba in crescendo. Y el sábado llegó a su punto máximo: cinco barras opuestos a Martín ingresaron armados al club Leopardi, propiedad de la familia de Mauro, incendiaron parte de las instalaciones, rociaron con nafta a una empleada y amenazaron de muerte a la madre del líder, como consta en la denuncia realizada en la comisaría 40 y en la que interviene la fiscalía 37. Y parte de las 15 personas que estaban en el club dijeron que podrían reconocer a tres de los atacantes, porque cuando la barra era una sola, éstos solían pasar varias tardes en el lugar.

El increíble suceso, que rompió todos los códigos entre los barras (supuestamente los problemas se arreglan entre ellos, sin meter a sus familias), ocurrió a las 19 horas, cuando terminaba el primer tiempo de Boca y San Lorenzo. En ese instante, dos personas entraron al club y se sentaron a mirar el partido. Tras ver que no había nadie del otro grupo, les dieron aviso a los tres que afuera esperaban armados. Estos entraron, hicieron tirar a todos al piso (la mayoría, jubilados), prendieron fuego las mesas de billar, rompieron la vajilla y ante el horror de todos, le tiraron nafta a una empleada y amenazaron con gatillarle a la madre de Mauro, avisándole que “esto es por tu hijo. O se baja o la próxima disparamos”. Antes de irse, robaron pertenencias de los presentes y cortaron las líneas telefónicas. Mauro se enteró promediando el segundo tiempo y decidió quedarse al frente de la barra y fue su hermano Gabriel quien volvió al club y convenció a todos de hacer la denuncia policial.

El terrible hecho habría sido una vendetta por lo sucedido minutos antes de comenzar el partido: cuando La Doce estaba por ingresar, divisaron en el lugar a cinco barras que responden a Richard. Un grupo de 40 fueron a su encuentro y uno de los barras disidentes, de nombre Claudio, quedó herido de arma blanca. En ese mismo momento, se tramó la increíble revancha.

Fuentes del caso aseguraron a Olé que Richard no está en la mira. “Sabemos que estuvo en Ezeiza por la tarde, y a la hora del hecho en su casa”. Pero también confiaron que tres de los atacantes serían de su entorno. Para entender la interna hay que ir seis meses atrás. Ambos dominaban la barra tras bajar en julio 07 al Gordo Ale y Tyson, puestos por Di Zeo cuando cayó preso. Pero el primer cruce se dio el 16/3/08, cuando la banda de Lomas fue a copar Casa Amarilla y Mauro sospechó que tenían la venia de Richard para limarle poder y quedarse él solo. Desde ahí, nada sería igual. Y el quiebre definitivo se dio cuando en el lunch con parte del plantel previo al viaje de pretemporada a EE.UU., el Uruguayo le bajó un diente a Migliore y fue expulsado de la barra. Y Richard, con su grupo de Barracas, decidió ir a la guerra. Hubo dos batallas que ganó el grupo de Mauro, bastante más numeroso. Ahí la táctica pasó a ser meterle denuncias judiciales para sacarlo del paraavalanchas. Los de Mauro respondían agrediendo a cada opositor que divisaban en la cancha. La situación era pública, pero nadie la detuvo. Ahora el volcán está por estallar. Y si el Estado no interviene, la lava correrá ardiente y mortal.

Oh, boca sos cagon, sos cagon, sos cagon, boca sos cagon…

Ya hay un thread de este tema.

http://foros.riverplate.com/tribuna/37297-interna-de-la-12-a.html

cierren

andamos más boton qe de costumbre o me eqivoco luky :twisted: