EL PRESIDENTE DEL CENTRO PARA LA INVESTIGACION DE LA HISTORIA DEL FUTBOL DESCUBRIO QUE UN TANTO DE 1941 FUE SUYO Y NO EN CONTRA
Labruna gritó otro gol 67 años después
Ahora suma 293 tantos y alcanza a Arsenio Erico como máximo goleador del profesionalismo.
River ya no sólo grita goles de Buonanotte, Falcao o Abelairas… Ahora también festeja goles caídos desde el cielo, como el que Angel Amadeo Labruna metió desde allá arriba para igualarlo a Arsenio Erico (Independiente) como máximo goleador de la historia del fútbol argentino, con 293 goles cada uno. Como se lee, Angelito Labruna, el Feo, uno de los más grandes ídolos de la vida del club, fue reivindicado y continúa dándole alegrías a River en 2008, a casi 25 años de su muerte. Ese gol que ahora celebra todo River había sido erróneamente adjudicado en 1941 a un defensor de Estudiantes, en contra…
El River de Simeone ganó el Clausura. Y tuvo, según los promedios de Clarín, el mejor jugador del torneo (Diego Buonanotte) y el mejor arquero del campeonato (Juan Pablo Carrizo). Ahora, la ronda de festejos continúa, ya que Labruna vuelve a alzar sus brazos y festeja un gol suyo de 1941, ante Estudiantes de La Plata, 67 años después de haberlo convertido.
Es que el CIHF (Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol) descubrió en estos días que un gol que las estadísticas se lo daban a Eduardo Rodríguez en contra fue de Angel Labruna, de cabeza y tras un tiro de esquina, aunque la pelota rozó en la cara del zaguero de Estudiantes.
Carlos Yametti, presidente del CIHF, se tomó la tarea de revisar todas las publicaciones de un Estudiantes 1-River 3, jugado el 26 de octubre de 1941 por la última fecha del campeonato que River ganó ese año. No hay dudas de que el primer gol de River fue del Charro Moreno, de que el gol de Estudiantes lo hizo Laferrara y de que cerró la cuenta para River Juan Carlos Muñoz.
Pero, ¿y el segundo gol de River…? De todos los medios consultados por Yametti, cinco le dan el gol a Labruna, dos a José María Moreno y uno solo a Rodríguez, en contra.
Dijo La Razón: “El tiro de esquina lo dirigió Muñoz en forma alta y cerrada, y Labruna, con un recio cabezazo, alojó la pelota en la red, pese a los esfuerzos del guardavallas local”.
La Nación escribió: “Muñoz ejecutó un córner otorgado por Ogando. La pelota, muy bien dirigida, cayó frente a los postes locales, y en tal momento Labruna, merced a un meritorio salto, la impulsó con la cabeza y la hizo penetrar por un costado del arco, en cuyas inmediaciones se encontraba Rodríguez que no pudo, empero, evitar la segunda conquista de los huéspedes”.
El Diario y La Vanguardia también se lo dan a Labruna. El Mundo y La Prensa cuentan que el segundo gol fue de Moreno. La Cancha fue la única publicación que se lo adjudica al defensor de Estudiantes: “Fue entonces cuando River Plate consiguió su segundo tanto, que primero se le atribuyó a Labruna, pero quien en verdad conquistó la ventaja fue el zaguero pincharrata Rodríguez, el que al pretender rechazar el cabezazo de Labruna, desvió también con la cabeza la trayectoria de la pelota”.
Clarín, fundado cuatro años después de ese gol de la discordia, habló con Yametti, quien encontró otra joyita periodística para terminar de corroborar que el autor fue Labruna: una foto de El Gráfico publicada en la página 25 de la edición 1114 de esa revista. Allí se ve el cabezazo de Labruna y, en el epígrafe, se describe la jugada: “Ejecutó un córner Muñoz, cabeceó Labruna, pegó la pelota en la cara de Rodríguez y penetró en la valla junto a un poste”.
Con esta última prueba, Yametti y el CIHF modificaron sus registros, le subieron a Labruna la cantidad de goles en 1941 (11) y, así, Angelito y el paraguayo Arsenio Erico, de Independiente, pasan a ser los máximos goleadores del fútbol local. Ambos quedan con 293 goles, 78 más que Oscar Mas, 87 más que Bernabé Ferreyra y Carlos Bianchi y 103 más que Martín Palermo.
Yametti, confeso hincha de Boca, privilegió su labor como investigador y no tuvo pruritos para adjudicarle otro gol más a Labruna, una eterna pesadilla para el rival de siempre. Promete que el CIHF seguirá investigando porque hay otro gol que podría haber sido de Labruna y la historia aún no se lo reconoció. ¿Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, los goles de Labruna, que de arriba ya van a venir…?
