La noche de los Oscar

Mientras en Hollywood premiaban al cine, en San Juan River debía terminar de edificar los cimientos de un comienzo de año que fue bueno desde los números pero solo un poco menos magro en cuanto a los rendimientos colectivos. Luego del film desesperanzador que protagonizamos en Casanova y, teniendo en cuenta los rivales que había por delante, habíamos quedado en la antesala de 9 puntos vitales no solo de cara al futuro inmediato sobre las expectativas del equipo en el torneo, sino además respecto a la continuidad de Almeyda en el cargo. Se destaca y se reconoce el rescate de estas tres victorias importantes, pero también se debe remarcar que la realidad futbolística nos muestra todavía haciendo equilibrio sobre una delgada soga.

La película de River ante Desamparados pasó por varios géneros en su representación. Los movimientos y cambios repentinos del primer tiempo en el dibujo del mediocampo fueron una comedia animada sin sentido y bastante tragicómica, hecho que promovió a que se vea a un Aguirre flojo, perdido y emparentado con muchos aspectos del cine negro. En las franjas se proyectó una trama enmarañada en ataque, con la acción de Ocampos contenida y un Abecasis timorato; y una bien de suspenso en defensa, con un Arano que mostró su asombrosa capacidad de ser desbordado una y otra vez sin discriminar rivales. La típica y enorme distancia que suelen mostrar las líneas de este equipo, junto con la poco comprensible idea de no promover a abrir la cancha protagonizaron escenas de terror y de aventura, mientras que imprecisiones de Cirigliano, atajadas importantes de Vega en un 0-0 y buenas decisiones de Fúnes Mori en ataque contribuyeron con una cuota cinéfila casi de ciencia ficción o de fantasía.

De buenas a primeras, quienes podían considerarse en lo previo actores de reparto fueron los que finalmente encabezaron buena parte del núcleo de la trama y las escenas principales. Ponzio volvió a maquillar muchos de los defectos del andamiaje colectivo con buen sentido de la ubicación y un despliegue para destacar, sumado a que su pegada tuvo gran responsabilidad en la mitad de los goles del equipo.

Y luego dos pinceladas de un Cavenaghi pensante aportaron las mejores piezas de la banda sonora y efectos visuales, mientras que nuevamente esas sociedades centrales de zagueros y volantes de contención fueron un montaje defensivo más rescatable en el segundo tiempo para justificar la victoria, pese a lo excesivamente exagerado del marcador final.

El rodaje previo y sobre todo el guión fueron aspectos que fallaron sensiblemente en la cabeza del director, ya que Almeyda de antemano pensó y preparó el partido equivocado desde lo estratégico. Muchas veces hemos visto al equipo chocarse contra la pared de sus limitaciones tácticas, pero ayer también presenciamos, sobre todo en la primera parte, un cúmulo de variantes durante el desarrollo del juego que promovieron aún más a la confusión y a la profundización de esa merma constante de un patrón definido de juego.

Pasando en limpio, lo que realmente preocupa es que en San Juan volvieron a quedar evidenciados muchos flashbacks a escenas del pasado que nos hacen doler la vista. Este River apático pero efectivo da la sensación de que tiene los minutos contados, y si no florece una versión más superadora que logre regularidad, difícilmente se modifique la tendencia de un cierre de temporada dramático e incierto hasta el segundo previo al que aparezcan los títulos del final. Por el momento, la alfombra roja del primer puesto en la tabla sigue manchada de señales de alerta vertidas en una tonalidad más oscura.

El viernes se estrena uno de los films más esperados. Esperemos saber rodar esa película con las mayores dosis posibles de precisión, criterio, sentido, compromiso e inteligencia. Si logramos tener la capacidad de proyectarla con final feliz, podríamos estar en presencia del primer gran paso para subir al escenario, en busca ese Oscar tan codiciado y necesitado llamado ascenso…

Mientras en Hollywood premiaban al cine, en San Juan River debía terminar de edificar los cimientos de un comienzo de año que fue bueno desde los números pero solo un poco menos magro en cuanto a los rendimientos colectivos. Luego del film desesperanzador que protagonizamos en Casanova y, teniendo en cuenta los rivales que había por delante, habíamos quedado en la antesala de 9 puntos vitales no solo de cara al futuro inmediato sobre las expectativas del equipo en el torneo, sino además respecto a la continuidad de Almeyda en el cargo. Se destaca y se reconoce el rescate de estas tres victorias importantes, pero también se debe remarcar que la realidad futbolística nos muestra todavía haciendo equilibrio sobre una delgada soga.

La película de River ante Desamparados pasó por varios géneros en su representación. Los movimientos y cambios repentinos del primer tiempo en el dibujo del mediocampo fueron una comedia animada sin sentido y bastante tragicómica, hecho que promovió a que se vea a un Aguirre flojo, perdido y emparentado con muchos aspectos del cine negro. En las franjas se proyectó una trama enmarañada en ataque, con la acción de Ocampos contenida y un Abecasis timorato; y una bien de suspenso en defensa, con un Arano que mostró su asombrosa capacidad de ser desbordado una y otra vez sin discriminar rivales. La típica y enorme distancia que suelen mostrar las líneas de este equipo, junto con la poco comprensible idea de no promover a abrir la cancha protagonizaron escenas de terror y de aventura, mientras que imprecisiones de Cirigliano, atajadas importantes de Vega en un 0-0 y buenas decisiones de Fúnes Mori en ataque contribuyeron con una cuota cinéfila casi de ciencia ficción o de fantasía.

De buenas a primeras, quienes podían considerarse en lo previo actores de reparto fueron los que finalmente encabezaron buena parte del núcleo de la trama y las escenas principales. Ponzio volvió a maquillar muchos de los defectos del andamiaje colectivo con buen sentido de la ubicación y un despliegue para destacar, sumado a que su pegada tuvo gran responsabilidad en la mitad de los goles del equipo.

Y luego dos pinceladas de un Cavenaghi pensante aportaron las mejores piezas de la banda sonora y efectos visuales, mientras que nuevamente esas sociedades centrales de zagueros y volantes de contención fueron un montaje defensivo más rescatable en el segundo tiempo para justificar la victoria, pese a lo excesivamente exagerado del marcador final.

El rodaje previo y sobre todo el guión fueron aspectos que fallaron sensiblemente en la cabeza del director, ya que Almeyda de antemano pensó y preparó el partido equivocado desde lo estratégico. Muchas veces hemos visto al equipo chocarse contra la pared de sus limitaciones tácticas, pero ayer también presenciamos, sobre todo en la primera parte, un cúmulo de variantes durante el desarrollo del juego que promovieron aún más a la confusión y a la profundización de esa merma constante de un patrón definido de juego.

Pasando en limpio, lo que realmente preocupa es que en San Juan volvieron a quedar evidenciados muchos flashbacks a escenas del pasado que nos hacen doler la vista. Este River apático pero efectivo da la sensación de que tiene los minutos contados, y si no florece una versión más superadora que logre regularidad, difícilmente se modifique la tendencia de un cierre de temporada dramático e incierto hasta el segundo previo al que aparezcan los títulos del final. Por el momento, la alfombra roja del primer puesto en la tabla sigue manchada de señales de alerta vertidas en una tonalidad más oscura.

El viernes se estrena uno de los films más esperados. Esperemos saber rodar esa película con las mayores dosis posibles de precisión, criterio, sentido, compromiso e inteligencia. Si logramos tener la capacidad de proyectarla con final feliz, podríamos estar en presencia del primer gran paso para subir al escenario, en busca ese Oscar tan codiciado y necesitado llamado ascenso…

No entendi

Dame las drogas Turco.

En la cùspide de las sensaciones, escucho dislates discursivos y sin plurales de OSCAR RUGGERI, con el fondo de una tocata de OSCAR ALEMAN, para que exploten mis ventriculos. Luego leo al Turco y los OSCARES se equilibran en mi conciente sanguineo.:smiley: Gracias por la fantasía turco.

La camiseta pide a gritos victoria/s ante los fuertes del certamen. RIVER nos las debe y se las debe.

Funes Mori se ganó el Oscar al Mas Burro

Esto es lo que llamaria… “Bajar los decibeles…”

Excelente.

Excelente Turco, que falta de cine que tienen varios jaja…

Yo no entiendo nada de cine, pero como el texto lo escribió Turco entendí todo. Muy bueno, como de costumbre

Impecable

Bien Arano interpretando a Cirano de Bergerac:lol:

Excelente Turco como siempre. El naufrago vendría a ser Aguirre anoche, perdido durante todo el partido que le toco jugar.

a vos te parecio bueno, porque te nombra :twisted:.

Perfecto, como siempre…

Muy bueno, Turco. Muy bueno.

ENTONCES , TU OPINION ES…

Excelente texto :cool:
Yo creo que hoy día River es hacer el primer gol como sea(ya sea error de los adversarios como contra Chaca o una individualidad como el remate de Ponzio ayer) y luego acomodarse un poco y trabajar mas con ese resultado. Yo creo que si no nos vamos ganando al entretiempo no ganamos un partido ni en pedo, ni hablar si empezamos perdiendo.

Muy buen texto turco. Es así, nos damos cuenta todos, se ganó, pero jugando mal, y debe mejorar el equipo, porque con un nivel así no vamos a ganarle a Quilmes…

Tocaste un buen punto. Creo que la importancia del primer gol en un equipo que no ofrece tantas garantías en su funcionamiento aporta esa cuota de tranquilidad para aumentar las dosis de confianza en los trámites.

Es cierto que River es por escándalo el equipo más goleador del torneo y que gracias a la jerarquía de sus delanteros tiene el poder de generar muchas situaciones aún jugando mal, pero en estas instancias de temporada un 0-1 puede ser más cuesta arriba de lo habitual…

Después de 10.000 mensajes llegó el día que posteaste algo como la gente…

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Oscar
Moderador

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