La mafia italiana

La mafia italiana

A punta de pistola, un grupo de barras del Azzurro amenazó al plantel y le robó la ropa de entrenamiento. A Britos hasta le gatillaron en la cabeza…

Britos, el 10, se llevó la peor parte. ¿Seguirá?

Sportivo Italiano perdió la categoría y la locura de los barras no tardó en aparecer. Porque ayer, mientras el plantel del Azzurro concentraba en la previa al partido frente a Olimpo, un grupo de violentos irrumpió en Ezeiza y, a punta de pistola, amenazó a los jugadores y les robó todas las prendas de vestir de entrenamiento que tenían. Pero lo peor llegaría después: Olé confirmó que uno de los hombres increpó y le gatilló en la cabeza a Gustavo Britos, referente del equipo, con un arma que no se sabe si estaba o no cargada, ya que afortunadamente no hubo disparo. Tremendo.

El episodio sucedió alrededor de las 20. Mientras el plantel se encontraba en la zona de concentración, que está ubicada debajo de una de las tribunas del estadio, entre seis y siete barras (serían de segunda línea) aparecieron en el lugar y llamaron a los jugadores a que fueran a reunirse con ellos en el vestuario. Ante el pedido/obligación, todo el plantel se dirigió al sitio y dentro del mismo sucedió lo inesperado.

Una vez allí, los hombres comenzaron a insultar a los futbolistas, recriminándoles el descenso consumado de su equipo, a la vez que los exabruptos y amenazas irreverentes comenzaban a sucederse. Y también, a hacerse cada vez más pesadas. Porque en un momento, los barras sacaron armas y les apuntaron a los jugadores, al grito de que les dieran todas sus ropas de entrenamiento.

Al observar la gravedad de la situación, los integrantes del plantel les entregaron las vestimentas, mientras trataban de calmar los ánimos para que el calvario terminara lo antes posible. Pero todavía faltaba el momento más crítico: uno de los barras insultó a Gustavo Britos, se le acercó y con su pistola le gatilló en la cabeza. Una verdadera pesadilla.

Luego, los violentos se marcharon como si nada hubiera ocurrido. Y los jugadores, claro, quedaron shockeados por lo vivido. Incluso quisieron marcharse del club. Por lo pronto, al cierre de esta edición estaban reunidos con Sergio Marchi -titular de Agremiados- decidiendo si el juego de hoy ante Olimpo (desde las 17) se iba a disputar o no. Claro, nadie quiere volver a tratar con la mafia italiana…

Consultado por Olé sobre el episodio, Salvador D’Antonio, mandamás de Italiano, aseguró:“Llevo 15 años como presidente y jamás tuve un solo problema como éste. No tienen idea de lo que es ganarse el pan laburando todos los días… Están totalmente desubicados. Hay una impunidad total y ellos aprovechan…”.

La mafia italiana

La mafia italiana

A punta de pistola, un grupo de barras del Azzurro amenazó al plantel y le robó la ropa de entrenamiento. A Britos hasta le gatillaron en la cabeza…

Britos, el 10, se llevó la peor parte. ¿Seguirá?

Sportivo Italiano perdió la categoría y la locura de los barras no tardó en aparecer. Porque ayer, mientras el plantel del Azzurro concentraba en la previa al partido frente a Olimpo, un grupo de violentos irrumpió en Ezeiza y, a punta de pistola, amenazó a los jugadores y les robó todas las prendas de vestir de entrenamiento que tenían. Pero lo peor llegaría después: Olé confirmó que uno de los hombres increpó y le gatilló en la cabeza a Gustavo Britos, referente del equipo, con un arma que no se sabe si estaba o no cargada, ya que afortunadamente no hubo disparo. Tremendo.

El episodio sucedió alrededor de las 20. Mientras el plantel se encontraba en la zona de concentración, que está ubicada debajo de una de las tribunas del estadio, entre seis y siete barras (serían de segunda línea) aparecieron en el lugar y llamaron a los jugadores a que fueran a reunirse con ellos en el vestuario. Ante el pedido/obligación, todo el plantel se dirigió al sitio y dentro del mismo sucedió lo inesperado.

Una vez allí, los hombres comenzaron a insultar a los futbolistas, recriminándoles el descenso consumado de su equipo, a la vez que los exabruptos y amenazas irreverentes comenzaban a sucederse. Y también, a hacerse cada vez más pesadas. Porque en un momento, los barras sacaron armas y les apuntaron a los jugadores, al grito de que les dieran todas sus ropas de entrenamiento.

Al observar la gravedad de la situación, los integrantes del plantel les entregaron las vestimentas, mientras trataban de calmar los ánimos para que el calvario terminara lo antes posible. Pero todavía faltaba el momento más crítico: uno de los barras insultó a Gustavo Britos, se le acercó y con su pistola le gatilló en la cabeza. Una verdadera pesadilla.

Luego, los violentos se marcharon como si nada hubiera ocurrido. Y los jugadores, claro, quedaron shockeados por lo vivido. Incluso quisieron marcharse del club. Por lo pronto, al cierre de esta edición estaban reunidos con Sergio Marchi -titular de Agremiados- decidiendo si el juego de hoy ante Olimpo (desde las 17) se iba a disputar o no. Claro, nadie quiere volver a tratar con la mafia italiana…

Consultado por Olé sobre el episodio, Salvador D’Antonio, mandamás de Italiano, aseguró:“Llevo 15 años como presidente y jamás tuve un solo problema como éste. No tienen idea de lo que es ganarse el pan laburando todos los días… Están totalmente desubicados. Hay una impunidad total y ellos aprovechan…”.

La mafia italiana

Hijos de mil puta. Gracias, dirigentes de mierda.