La gran Panenka

El penalty de Panenka

Muchas veces vemos penalties de los que dicen “lo ha tirado a lo Panenka”. Un penalty que, si lo metes, eres un héroe, pero si lo fallas recibes las críticas de tu afición y las burlas de la afición rival. Pero que siempre, siempre, en el momento en el que ves la pelota salir del pie del lanzador, hace que tu corazón salga por la boca y vuelva a entrar. Pero, ¿de dónde procede esa expresión?

Eurocopa de 1976: Sorprendiendo a todos
La Eurocopa de 1976, celebrada en Yugoslavia, parecía a priori destinada a ser una reedición del Mundial 74 con la mítica final entre Holanda y Alemania. Los holandeses se disponían a vengarse de los alemanes y los alemanes pretendían seguir con su dominio mundial en esto de tocar el balón con el pie. En las semifinales, tres selecciones: por un lado, Alemania contra Yugoslavia, la anfitriona. Por el otro, Holanda, la otra candidata, contra la sorpresa del torneo: Checoslovaquia.

Los checoslovacos venían de dos fracasos en las fases clasificatorias de la Eurocopa 72 y el Mundial 74. Los bohemios habían sido la sensación del torneo en 1962, cuando se quedaron a las puertas de ganar el Mundial en una final que el fútbol le entregó a Brasil, tras adelantarse los checoslovacos con un gol del legendario Masopust. Así que, a priori, no eran grandes candidatos al título europeo y se habían convertido en el simpático equipo sorpresa.
Pero llegaron a semifinales y debían de enfrentarse a la todopoderosa Naranja Mecánica, con el hambre al máximo tras la derrota del 74. La sorpresa llegaba pronto, en el minuto 20 Checoslovaquia se adelantaba en el marcador, gracias a Ondrus. Parecía que el sueño podía cumplirse, pero para su desgracia el propio Ondrus marcó en propia puerta en el 77 lo cual llevó el partido a la prórroga, donde ya pocos le daban opciones a los checoslovacos. Checoslovaquia se rehizo y consiguió marcar dos goles, en el 114 y el 119, gracias a Nehoda y Vesely. Los holandeses volvían a fracasar. Al otro lado, Alemania se clasificaba para la final también en la prórroga gracias a un hat trick de Dieter Müller, que no tenía nada que ver con Gerd Müller y que había salido desde el banquillo.

La gran final
Podríamos hablar de aquel partido, que fue interesantísimo, con los checoslovacos adelantándose por dos goles a cero para ver como en el último minuto los alemanes, siempre los alemanes, les empataban el partido y forzaban la prórroga. Las caras de los checoslovacos eran un poema. Habían tenido el título en las manos para ver cómo se les escapaba en el último minuto. Otra vez parecía que el fútbol le arrebataba un título a Checoslovaquia.

La prórroga no tuvo goles y el partido llegó a la lotería de los penalties. Tres lanzamientos para cada equipo después, la tanda seguía empatada: todos habían anotado su lanzamiento. Masny, Bonhof, Nehoda, Flohe, Ondrus y Bongartz respiraban tranquilos. Jurgemik lanzaría el cuarto, que también anotaría para Checoslovaquia. Uli Hoeness, hoy presidente del Bayern de Munich, falló el suyo lanzándolo a las nubes. El siguiente en lanzar era Antonin Panenka. Si marcaba, Checoslovaquia se llevaba el título.
Así, Panenka puso el balón en posición. En la portería, Sepp Maier, uno de los mejores porteros de la historia del fútbol. El árbitro pita y Panenka corre hacia el balón, dispuesto a romperlo si hacía falta. Sepp Maier se lanza hacia donde cree que irá el balón. Pero Panenka se frena y golpea el balón con una suave vaselina que pasa por encima de Maier, ya en el suelo. Durante la trayectoria del balón, que se haría lentísima para checoslovacos y alemanes, todo el mundo del fútbol contiene la respiración.

//youtu.be/Tp2HZNheCZ8

Y el balón entró. Checoslovaquia se proclamó campeona de Europa y Panenka consiguió anotar el penalty más famoso del mundo. Checoslovaquia no se clasificaría para el Mundial 78, y en la Eurocopa de 1980 conseguiría un tercer puesto. Hasta la disolución de Checoslovaquia, sólo participaría en los Mundiales de España 82 y Italia 90, con resultados más bien discretos. Pero Panenka había dado al mundo un nuevo modo de lanzar los penalties. Un modo de infarto, un modo que puede elevarte a los altares o hundirte en el infierno. Y se lo dio en el penalty decisivo de la final de la Eurocopa de 1976. Algo que solo unos pocos son capaces de hacer. Gente como Zinedine Zidane, en la final del Mundial 2006. O gente como Panenka.

//youtu.be/CVTisZ9nLPI

El penalty de Panenka

El penalty de Panenka

Muchas veces vemos penalties de los que dicen “lo ha tirado a lo Panenka”. Un penalty que, si lo metes, eres un héroe, pero si lo fallas recibes las críticas de tu afición y las burlas de la afición rival. Pero que siempre, siempre, en el momento en el que ves la pelota salir del pie del lanzador, hace que tu corazón salga por la boca y vuelva a entrar. Pero, ¿de dónde procede esa expresión?

Eurocopa de 1976: Sorprendiendo a todos
La Eurocopa de 1976, celebrada en Yugoslavia, parecía a priori destinada a ser una reedición del Mundial 74 con la mítica final entre Holanda y Alemania. Los holandeses se disponían a vengarse de los alemanes y los alemanes pretendían seguir con su dominio mundial en esto de tocar el balón con el pie. En las semifinales, tres selecciones: por un lado, Alemania contra Yugoslavia, la anfitriona. Por el otro, Holanda, la otra candidata, contra la sorpresa del torneo: Checoslovaquia.

Los checoslovacos venían de dos fracasos en las fases clasificatorias de la Eurocopa 72 y el Mundial 74. Los bohemios habían sido la sensación del torneo en 1962, cuando se quedaron a las puertas de ganar el Mundial en una final que el fútbol le entregó a Brasil, tras adelantarse los checoslovacos con un gol del legendario Masopust. Así que, a priori, no eran grandes candidatos al título europeo y se habían convertido en el simpático equipo sorpresa.
Pero llegaron a semifinales y debían de enfrentarse a la todopoderosa Naranja Mecánica, con el hambre al máximo tras la derrota del 74. La sorpresa llegaba pronto, en el minuto 20 Checoslovaquia se adelantaba en el marcador, gracias a Ondrus. Parecía que el sueño podía cumplirse, pero para su desgracia el propio Ondrus marcó en propia puerta en el 77 lo cual llevó el partido a la prórroga, donde ya pocos le daban opciones a los checoslovacos. Checoslovaquia se rehizo y consiguió marcar dos goles, en el 114 y el 119, gracias a Nehoda y Vesely. Los holandeses volvían a fracasar. Al otro lado, Alemania se clasificaba para la final también en la prórroga gracias a un hat trick de Dieter Müller, que no tenía nada que ver con Gerd Müller y que había salido desde el banquillo.

La gran final
Podríamos hablar de aquel partido, que fue interesantísimo, con los checoslovacos adelantándose por dos goles a cero para ver como en el último minuto los alemanes, siempre los alemanes, les empataban el partido y forzaban la prórroga. Las caras de los checoslovacos eran un poema. Habían tenido el título en las manos para ver cómo se les escapaba en el último minuto. Otra vez parecía que el fútbol le arrebataba un título a Checoslovaquia.

La prórroga no tuvo goles y el partido llegó a la lotería de los penalties. Tres lanzamientos para cada equipo después, la tanda seguía empatada: todos habían anotado su lanzamiento. Masny, Bonhof, Nehoda, Flohe, Ondrus y Bongartz respiraban tranquilos. Jurgemik lanzaría el cuarto, que también anotaría para Checoslovaquia. Uli Hoeness, hoy presidente del Bayern de Munich, falló el suyo lanzándolo a las nubes. El siguiente en lanzar era Antonin Panenka. Si marcaba, Checoslovaquia se llevaba el título.
Así, Panenka puso el balón en posición. En la portería, Sepp Maier, uno de los mejores porteros de la historia del fútbol. El árbitro pita y Panenka corre hacia el balón, dispuesto a romperlo si hacía falta. Sepp Maier se lanza hacia donde cree que irá el balón. Pero Panenka se frena y golpea el balón con una suave vaselina que pasa por encima de Maier, ya en el suelo. Durante la trayectoria del balón, que se haría lentísima para checoslovacos y alemanes, todo el mundo del fútbol contiene la respiración.

//youtu.be/Tp2HZNheCZ8

Y el balón entró. Checoslovaquia se proclamó campeona de Europa y Panenka consiguió anotar el penalty más famoso del mundo. Checoslovaquia no se clasificaría para el Mundial 78, y en la Eurocopa de 1980 conseguiría un tercer puesto. Hasta la disolución de Checoslovaquia, sólo participaría en los Mundiales de España 82 y Italia 90, con resultados más bien discretos. Pero Panenka había dado al mundo un nuevo modo de lanzar los penalties. Un modo de infarto, un modo que puede elevarte a los altares o hundirte en el infierno. Y se lo dio en el penalty decisivo de la final de la Eurocopa de 1976. Algo que solo unos pocos son capaces de hacer. Gente como Zinedine Zidane, en la final del Mundial 2006. O gente como Panenka.

//youtu.be/CVTisZ9nLPI

El penalty de Panenka

Me acuerdo cuando estaban las semis de la Eurocopa del 2000 Italia vs Holanda
a Cobrar Francesco Totti, yo la verdad estaba bastante nervioso, cuando de repente va y lo cobra haciendo la vaselina, mi primera reacción fue y el Balón? yo esperaba un disparo potente o un engaño al otro palo, y cuando veo como iba la pelota, yo no lo creia, vi la repetición 3 veces…Y no lo creía, habia visto un penal ya cobrado así, pero no le tome importancia, de hecho lo mas probable es que haya sido el loco Abreu en la liga Mexicana, pero nadie les pone atención. Cuando lo Cobro Totti, sientes que se te va la respiración por un momento, no sabes que pasa ( Y mas si es al equipo que le vas) Despues de la 4 o 5 Repeticion ya dije Totti Hijo de P…Que gol te mandaste. Yo en ese momento no le tenia mucha Fé a Francesco, pues ah esa eurocopa no fue Roberto Baggio, porque Totti era la sensación, y para mi Baggio siempre habia sido lo mejor, y tenia que haber ido, junto a Delpiero…Desde ese momento, me di cuenta que Totti era diferente y que tenia un lugar en la Nazionale…Pero los huevos en la garganta de la espectacción no me los quito nadie durante un buen tiempo,.