RIVER
“Miro la Copa y no la Promoción”
Cabral es resistido por la gente y aguantado por Pipo, quien lo va a esperar pese a una contractura. “Si hay que arriesgar, yo arriesgo”.
Ezequiel Cogan | ecogan@ole.com.ar
EL SARGENTO DICE QUE RIVER TIENE “UN GRAN PLANTEL Y SERÁ UN EQUIPO QUE LA VA A LUCHAR”.
¿Se viene un partido de seis puntos?
-La verdad, nos jugamos mucho el domingo. En el Monumental y ante nuestra gente hay que empezar a demostrar que podemos revertir este momento. Tenemos que salir a buscar el partido desde el primer minuto y crear situaciones de gol, algo que últimamente nos está faltando.
-Igual, lo pregunto porque una derrota con Gimnasia LP los acercaría más a la Promoción…
-Yo no me fijo en el promedio. Quizás ustedes, los medios, digo, agrandan ese tema más de lo que corresponde. Pero a mí no me preocupa. Yo miro la Copa y no la Promoción.
Gustavo Cabral no evoca los fantasmas del descenso, esos 15 puntos que separan a River de la zona de Promo. Se aferra a una historia que jamás imaginó este presente. Desdramatiza, por ende, una situación que a su vez asume como delicada. Por eso avisa: “Si hay que arriesgar, arriesgo. No me quiero borrar en un momento así”. Los estudios que le hicieron el miércoles arrojaron que el defensor sufre una contractura en el isquiotibial de la pierna izquierda. El quiere jugar y el cuerpo técnico lo probará en la práctica de hoy y lo esperará hasta mañana.
-Suena contradictorio: sos de los más resistidos por los hinchas, tuviste errores varios y Pipo te pondría hasta tocado…
-Soy autocrítico y sé cuando las cosas salen mal. Gorosito me está dando confianza y, por eso, cada vez que salgo a la cancha me esfuerzo el doble para demostrar que puedo jugar.
-¿Dolieron los silbidos?
-Seguro, a nadie le gusta. Pero no me voy a rendir.
-¿Cuál fue la macana que más te golpeó?
-La de la primera fecha con Banfield. Se trataba del arranque del torneo y yo estaba muy mal porque era consciente de que uno de los goles había sido tras un error mío. La verdad, me dolió mucho. Estuve masticando rabia toda la semana, esperando la chance para tomarme revancha y contra Chacarita, por suerte, me tocó convertir. Eso me dio confianza y también me sirvió el apoyo de Pipo. Siempre es bueno tener el respaldo del técnico.
-¿Creíste que ese error te podía costar el puesto?
-Y… Estaba dolido, muy dolido. Sabía que podía pasar cualquier cosa; durante la semana pasan muchas cosas. Pero por suerte sentí el respaldo de Pipo: tanto él como el resto del cuerpo técnico hablaron conmigo y me cambiaron el chip. Lo que me dijeron me hizo muy bien a la cabeza.
-Sos la excepción, entonces. A vos te llega el mensaje del técnico.
-Sí, por supuesto. Por algo Pipo habrá dicho eso, pero yo no sé si el mensaje no llega. A veces un partido cambia dentro del partido mismo, te cobran un penal que no fue, te hacen un gol tempranero y listo, ya no se puede aplicar lo que se trabajó en la semana.
Al Sargento, con apenas 23 años, le toca ser la experiencia de la zaga verde oliva que compone con Coronel. El ex Racing llegó a Núñez en el 2008 y, entonces, forma parte de la ciclotimia de los últimos tres torneos: campeón con Simeone, último también con el Cholo y octavo de la mano de Gorosito. ¿Y ahora? “Estamos para más que mitad de tabla. No arrancamos bien, es cierto, pero todavía quedan 14 partidos y los nueve puntos que nos alejan de los líderes se pueden descontar”, confía Cabral.
-Pero aún no se vieron argumentos futbolísticos que inviten a pensar que eso pueda pasar.
-Yo creo que tenemos un gran plantel, y no vi que algún rival nos superara ampliamente. Si corregimos algunas cosas, si no comentemos algunos errores evitables, vamos a levantar y la vamos a luchar. Todos estamos convencidos de que daremos pelea.
Como quien dice, un tremendo hijo de puta.