Este es un texto del periodista Hector Cardozo que me gustaria compartir con ustedes. Fue escrito para la edicion del diario Clarin que salio en el dia de hoy, y si bien no soy partidiario de este diario, de vez en cuando, sobre todo con temas que no son politicos; deja explayar a sus periodistas, sin bajada de linea y salen notas interesantes.
Ante todo aclarar que me senti identificado con el texto en muchos aspectos. El futbol mueve sentimientos en mis que ninguna otra cosa suele hacer. Creo que en parte es por lo que Cardozo escribe a continuacion, el mismo sistema me lleva; quiza de forma inconciente, a seleccionar lo que considero que es importante y como actuar ante ese estimulo.
Tambien decir que no pretendo con esto decirle a los demas usuarios como actuar ante un impulso o un det. sentimiento xq no soy quien, simplemnte tenia ganas de subir este texto xq me siento idenficado, en primero lugar desde adentro, y en segundo lugar desde la opinon. creo que es un texto que puede ayudar a pensar.
EXAGERACION Y LOCURA
La calesita del éxito
Por: [EMAIL="hcardozo@clarin.com"] Héctor Hugo Cardozo [/EMAIL]
En la era de las [i]exageraciones[/i] gobiernan las desmesuras. Y el [b]eslogan[/b], pasó a convertirse, de pronto, en sentencia inapelable. Lo pintoresco ocupa el lugar de la realidad. El singular e impactante triunfo de San Lorenzo generó una [i]avalancha[/i] de descalificaciones para los dirigentes, el plantel y el técnico de River. Es el precio de una derrota no común. Pero es un sacrificio al que se someten los que le dan cabida a las cuestiones secundarias. Porque se juega "a vida o muerte". Está prohibido "gritar los goles propios al rival de pasado ídem". Imperan las frases hechas. Y se demoniza a los derrotados. ¿Qué significa el qué se vayan todos y que no quede ni uno sólo? ¿La desaparición de los directivos electos, del plantel profesional, del cuerpo técnico? ¿Quedaría River acéfalo? ¿Y quiénes se harían cargo? ¿Los 500, mil o cinco mil hinchas [i]calientes y desencantados[/i] que gritaron en el hall tras una nueva tristeza?
No es más ni menos idóneo Diego Simeone que antes de esta frustración. Cómo no lo es ninguno de sus pares, aunque una caída dolorosa signifique, en estos tiempos, transitar del endiosamiento al linchamiento (incluso mediático) en apenas minutos. Y los futbolistas mutan de héroes a villanos, de ídolos a desagradecidos, de acuerdo al último marcador.
En la calesita del éxito, la sortija la saca uno por vuelta. A veces, rotan los vencedores. En otras, se repiten. ¿Pero en qué lugar está escrito que tal club debe ganar siempre todo lo que juega? Caso contrario, fracasa. Esto ocurre porque se vive en estado de locura cuasi irracional. No se acepta perder ni aún mereciéndolo. Y a esto se abona diariamente desde todos los rincones. Hasta los mismos futbolistas y entrenadores se rinden convalidando situaciones que los apartan de su rol profesional. Andrés D’Alessandro cobra por jugar y si San Lorenzo responde a sus pretensiones, él no hace más que cumplir con sus obligaciones. Es ilógico que dé explicaciones. No necesita andar agradeciendo lo que siente porque lo siente. Como Ramón Díaz. El riojano también sucumbe a la presunta obligación de andar proclamando a cada rato que es hincha de River. ¿Para qué? Es que la histeria manda y los habitantes del mundo del fútbol claudican, se resignan. Por desgracia, cada vez más.
Gracias x el espacio, saludos.