¿Vieron casas como esta en su barrio? Si son del GBA, seguro:

Este es otro tipo de su época (Peronismo):

A modo de síntesis de la legislación en materia de vivienda de interés social
“El análisis de la legislación referente a vivienda de interés social en el período 1943-1955, debe ser necesariamente enmarcado en los aspectos doctrinarios que nutren la Constitución de 1949, y han sido inspirados en principios de Justicia Social.
En el capítulo IV, art. 38 y 39 se establece la doble función de la propiedad privada (social e individual) y se subordina el capital al servicio de la economía, y ésta al servicio del bienestar social.
De esta manera quedan reducidas las posibilidades de especulación inmobiliaria, tanto en lo que hace a la construcción de viviendas, como a las locaciones urbanas. La vivienda no se entiende como mercancía sino como bien social.
En el cap. III, art. 37, inc. 9, se ubica a la capacidad productiva y al empeño de superación como las actitudes que fundamenta el derecho al mejoramiento económico: ‘la sociedad debe apoyar y favorecer las iniciativas tendientes a ese fin y estimular la formación y utilización de capitales, en cuanto constituyen elementos activos de la producción y contribuyen a la prosperidad general.’
Es así que, en este período se registra un gigantesco impulso activador en la industria de la construcción (tanto privada como pública) que se constituye en uno de los más importantes factores de crecimiento económico global.
En el inc.6 del mismo artículo define el derecho de los trabajadores al bienestar ‘…cuya expresión mínima se concreta en la posibilidad de disponer de vivienda, indumentaria y alimentación adecuadas…’. Esta norma se objetiva en las facilidades que tenía el trabajador de acceder a créditos hipotecarios baratos y reintegrables en largos plazos.
En la Constitución se incluyen además los derechos de la ancianidad a poseer una vivienda digna, estableciendo en el cap. III, art. 3, inc. 2 que el anciano tiene derecho a ‘…un albergue higiénico, con un mínimo de comodidades hogareñas’ y que ese derecho, extensivo a todos los demás integrantes de la comunidad, es ‘inherente a la condición humana’.” (2)
Las realizaciones
Dos herramientas se dispusieron desde 1946 en adelante para llevar a cabo la política habitacional-urbanística del Peronismo.
En primer lugar las entidades que debían otorgar los créditos y ejecutar las construcciones fueron: el Banco Hipotecario Nacional, el Ministerio de Obras Públicas y las municipalidades en diferentes lugares del país, con mayor relevancia claro está por el peso de la población, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. La Fundación Eva Perón fue entidad gestora e intermediaria y a ella se debió la realización de importantísimos emprendimientos.
La segunda herramienta fue la puesta en marcha tanto, de nuevos conceptos habitacionales como urbanísticos, que empezaron a mejorar drásticamente la vida hogareña y comunitaria de muchos argentinos.
El Banco Hipotecario
El origen de este banco se lo encuentra durante la primera presidencia de Roca. El 14 de septiembre de 1886 queda sancionada la Ley 1.804 que lo crea. Su objetivo fue el de otorgar préstamos para diferentes tipos de construcciones.
Su Art. 1º dice: “Créase un Banco Hipotecario Nacional para facilitar préstamos sobre hipotecas en toda la República, bajo la base de la emisión de cédulas de crédito que se extinguirán por medio de un fondo amortizante acumulativo”. Pero nada dice la ley en sus 70 artículos sobre que los fondos a prestar fuesen orientados a viviendas de carácter popular. Es que no existía esa noción en la cabeza de los liberales de la generación del 80. Sus preocupaciones eran otras, como por ejemplo levantar una organización estatal y toda la estructura de desarrollo y comunicaciones apropiada al modelo agroexportador que le habían asignado a la Argentina. Esas sí lo eran.
Así, florecieron por un lado los palacios de la oligarquía y por el otro, los conventillos a donde fueron a parar miserablemente los millones de inmigrantes que vinieron a poblar nuestro territorio. La vivienda no era un problema para atender. Cada uno que se las arreglase como pudiere.
Décadas después comenzaron a otorgarse tibiamente algunos préstamos para vivienda.
Explica Perón en su mensaje al Congreso de la Nación el 1º de mayo de 1952 que: “Hasta 1946 el Banco prestaba dinero a los ricos para hacer grandes construcciones. Nosotros preferimos prestar a los trabajadores, para que cada uno de ellos sea dueño de su propia casa…”. (3)
Solo por tomar los 26 años anteriores al inicio de su gobierno, es decir desde 1920 hasta 1946, puede decirse que el Banco Hipotecario había concedido 14.800 préstamos para la construcción de viviendas rurales y urbanas. En cambio, sólo durante el Primer Plan Quinquenal 1947-1951, el mismo banco llegó a otorgar 170.000 préstamos.
“El regalo de la vivienda”
Solo bastó que el gobierno pusiese en marcha todos los planes de vivienda, para que la oposición más conservadora y concentrada hiciera alzar su voz para denigrar, calumniar y vilipendiar toda esa política. Sectores medios de la oposición, “compraron” ese relato del que aún quedan resabios en el presente.
Un sinnúmero de falsedades relativas al mal uso que los “negligentes” (una de las denominaciones humillantes con que se obsequiaba a los humildes que por primera vez tenían una vivienda digna) ocupantes de las viviendas supuestamente llevaban cabo, esto es, el levantamiento de los pisos de madera para utilizarlos como leña y la destrucción de artefactos como las bañeras para otros usos, entre otras muchas y distintas cuestiones, tejieron una verdadera leyenda negra.
¿Que estaba en realidad por detrás y en el fondo de todo esto? el odio. Era inconcebible que aquellos que hasta ese presente vivían en ranchos de adobe o lata, pudieran tener una vivienda digna. Ese era el problema y ningún otro para la oligarquía y para aquellos opositores, que sin serlo, sentían y pensaban como ella.
Además, se intentó manchar toda esta política con el término demagogia, siempre a mano de los pudientes cuando asoma la justicia social.
Ni siquiera retrocedieron cuando la realidad indicaba que a nadie se le regalaba nada. Por todo lo otorgado había que pagar. Lógicamente que los créditos eran los suficientemente blandos y accesibles para cualquier trabajador.
Tampoco se privaron de criticar ásperamente esta modalidad, porque para ellos, debía primar la rentabilidad y nunca pudieron entender que, como en este caso, el estado debía auxiliar en lo que pudieron ser pérdidas de la operatoria. Lo que se dirimía era, una política social o el lucro y la rentabilidad capitalista. El peronismo enarboló la primera y aunque hubiese déficit económico, se cumplió con el objetivo de garantizar un derecho, el de la vivienda. Esa era la discusión.
Con todas las herramientas para la canalización del crédito en todo el país, y alineadas detrás del mismo objetivo, se llegó al final del quinquenio, con un número record de viviendas otorgadas y construidas: 350.000 unidades.
Es la marca de los hechos, de las realizaciones, de la realidad sobre la puesta en marcha de una política al servicio del pueblo.
El Segundo Plan Quinquenal y la vivienda
Si el Primer Plan Quinquenal había sido exitoso, el Segundo lo superó en cuanto a que puso en manos de nuevos actores la realización de la política, además de mantener el ritmo de la construcción que se había conseguido hasta ese entonces y que fue violentamente interrumpido por la Revolución Libertadora en 1955, como no podía ser de otro modo.
En 1952 se alcanzó otro record, como fue el que daba cuenta que la inversión en vivienda era del 5,9% del P.B.I.
En septiembre de 1955, se llevaban construidas 150.000 viviendas del Segundo Plan Quinquenal, lo que hace para el periodo 1946-1955 la suma total de 500.000 y que pudieron haberse sumado otras 150.000 de no haber ocurrido el golpe de los “libertadores”.
En esta nueva etapa el Banco Nación intervendrá fuertemente en el otorgamiento del crédito para la vivienda rural; el Banco Hipotecario apoyará a las organizaciones gremiales y/o cooperativas para planes de viviendas conjuntos y también para que otorguen prestamos individuales a sus afiliados a fin de poder construir su vivienda propia; a través del Banco Industrial se canalizan créditos para todas las industrias proveedoras de la construcción de viviendas.
Para ver más: http://historiadelperonismo.com/vivienda-y-peronismo/
A este modelo de barrio se apuntaba:

(Ciudad Evita)
Acá vivieron mis abuelos. El desarrollo real comenzó en 1947, junto con unidades militares de la zona que financió de igual modo el Estado:

Plan del barrio Juan Perón, hoy Saavedra:

Wilde:

Moreno:

Monoblocks en Bs As, nótese la diferencia con lo que se construyó después (con el objetivo de llevar los pobres al Conurbano):

Cooperativa “Hogar Obrero” (Controlada por el Partido Socialista, ojo)

Otros barrios:




¿Cómo se denigró gran parte de esto? Bueno, del mismo modo que el trabajo y los ingresos de la gente en base a modelos económicos orientados a los ricos (como el actual). Ya no hay lugar para el obrero en un barrio tipo peronista, porque no cuenta con acceso al terreno y la vivienda. Es víctima de especuladores con mayor poder adquisitivo que alquilan, tomando una porción muy importante del ingreso ajeno. En otras palabras, viven del laburante.