Jugadores inflados

[SIZE=2]Dejo post de La Redó, es largo pero está bueno… Recomiendo que lo lean.[/SIZE][b]

Inflar a un jugador[/b]

El arte de inflar un jugador es milenario. Como en toda rama artística, hay quien lo hace por vocación y quien lo hace con fin de lucro, pero de cualquier modo el inflador jugadoril (?) jamás cesa en su labor.

El fenómeno de la exageración de un futbolista no es nuevo, ni está limitado a la Argentina. Tampoco se circunscribe a la prensa, ya que también el público suele inflar a determinados jugadores. Asimismo, tampoco existe límite tempo-espacial (?) para el jugador inflado, por lo que se puede exagerar con sus condiciones tanto respecto de un futbolista nacional como de un extranjero, de un novato, como de alguien ya retirado.
En lo que hace a este post, el análisis se ciñe exclusivamente a dos variables: 1) que sean jugadores con pocos partidos en primera b[/b], 2) que sea realizado por la prensa (lo que a su vez repecute en el público). Por último, lo que este ensayo (!) abarcará, son distintos tips que ayudan al lector avezado (?) a detectar cuando se está en presencia de una operación de inflamiento (?) de X jugador.
b[/b] Aunque muchos de ellos no tienen limitación etaria.

La enumeración de virtudes
Obviamente el problema es la proporcionalidad entre condiciones reales e ínidice de inflación; es decir, mientras más cualidades positivas tiene un futbolista, menor es la necesidad de inflarlo. Existen dos libritos (?) para evitar el desagradable contratiempo de tener que lidiar con un futbolista a inflar que no ayude demasiado. El primero es repetir y reiterar varias veces sus virtudes. Ejemplo con un jugador que cabecea bien: “La defensa de Languedoc estuvo firme, cuidando todo el tiempo que Gómez Cou que va muy bien arriba no pudiese cabecear tranquilo. Así pasó el primer tiempo y la mitad del segundo, pero en el minuto 25 del complemento, Gómez Cou, que es muy peligroso en el juego áereo, pudo ganarle a los centrales y poner el 2 a 1. Claro, teniendo una torre que cabecea todo, la cosa se hace más fácil.
La otra posibilidad es más sutil, pero por ende más complicada y digna de una mente más avanzada (?). Asimismo, reconoce como requisito ineludible que el jugador en cuestión tenga al menos dos habilidades. Consiste en mencionar expresamente esos dones, y dar por sobreentendido que posee otros. Ejemplo: “Entre sus muchas virtudes, las más importantes que presenta Petorutti tal vez sean las de no dar nunca por perdida una pelota y la de estar siempre bien parado

La comparación con cracks del pasado.
Si la compulsa es pareja, o arroja algún ítem favorable al inflado, la cosa es sencilla. “Rondinelli ha llegado a los 5 goles con solo 18 años, los mismos que Maradona, y el doble de los que tenía Batistuta“.
Si los números no cierran, hay que buscar alguna estrella que haya explotado tarde: “Es cierto que Rondinelli aún erra mucho, pero con sólo 10 partidos en primera tiene 2 goles, y jugadores como Palermo comían banco en idéntico momento de su carrera
La prudencia indicará cuando usar cada rubro, y cuando basar cada confrontación en edad, partidos disputados, minutos jugados o gatos empomados (?)

Los elogios generalizados.
Pocos recursos son más útiles para fortalecer una opinión que el recurrir a las loas de otros. Esta técnica, además, brinda un amplio abánico de posibilidades a quien la utiliza. Se puede utilizar la declaración de algunos hinchas, la palabra de otros periodistas, la opinión ex jugadores (en lo posible del mismo puesto y aunque no puedan hilar dos palabras), o, sencillamente, apelar a la multitud: “En las tribunas se escuchaba como crecía la aprobación para Duferschmitz; “Bien ahí; Dale pibe; Este es crack
Algún temerario, incluso, recurrirá entre varios ex futbolistas elogiosos a la manifestación del algún crítico, en lo posible uno que dé el perfil de resentido-envidioso-malaleche. De ese modo, se disimulará un poco el propósito de inflar.

La crítica feroz a compañeros.
Subterfugio complicado, especialmente para aquellos escribas cuya mayor virtud es el amiguismo con los jugadores. Sin embargo, aceptado el riesgo el expediente es sencillo, cuando el inflado no rinde la culpa es de sus compañeros que no se la pasan, le hacen una cama, le tienen envida, son horribles, etcétera. También se puede optar por matar al DT diciendo que lo pone en una posición equivocada o que el esquema no lo favorece y, sólo en el caso de que el jugador se desempeñe en el extranjero, que el entrenador es antiargentino. Desde ya que puede atacarse al técnico y a uno o varios compañeros al mismo tiempo.

La minimización de errores.
Hay partidos en los que el inflado no ayuda en nada y la naturaleza se niega rotundamente a rendir más que lo establecido por sus condiciones. En ese caso, al inflador no le queda otra que hacerse el opa. Si el partido del hinchado (?) fue solamente opaco, basta con no mencionarlo y calificarlo con un 5; si, por el contrario, dio verdadero asco, erró 3 goles frente al arco desguarnecido, cometió dos penales y se hizo echar a los 20 del primer tiempo (!), se dirá simplemente que “El pibe Sargancha no tuvo un buen partido. Desconocido respecto al que se ve brillar todos los domingos, estuvo impreciso y nervioso, lo que es lógico teniendo en cuenta su edad

La entronización como pieza clave del equipo.
Arbitrio fundamental, especialmente útil en caso de tipos que estuvieron desaparecidos durante 88 minutos o que ingresaron desde el banco. Así, se afirmará que “Tuvo que aparecer Lantequier para abrir un partido que parecía totalmente cerrado“, por más que lo único que haya hecho sea haber forzado un lateral. Incluso puede servir en una derrota, toda vez que puede afirmarse que “Al no aparecer Lantequier, poco asistido, todo se hizo muy dificil para Cuyano Sur

Aparición en los medios.
El inflado debe hacerse conocido. Lo ideal es que pase por cuanto programa deportivo exista, en lo posible asegurándose que las entrevistas sean exclusivas. De cualquier modo lo que más suma es la concurrencia a noticieros o programas de “interés general” para que su cara y su nombre se hagan conocidas por la comunidad toda.

El supuesto interés de algún club extranjero.
De manual. En lo posible mencionado clubes grandes de Europa y cifras millonarias. En caso de imposibilidad, hablando sólo de importes -y en su caso de “varios millones“- y/o sólo del país. Asegurar que “el pase está por hacerse” y que los supuestos compradores “están muy interesados“, pero que tanto el jugador como los dirigentes no “están demasiado seguros de hacer la operación“.
De última, se le echa la culpa al club comprador, a algún jugador que no quiso liberar cupo de extranjero, a la crisis de Indochina o simplemente se asevera que el pase “no era conveniente” en ese momento.

Los orígenes.
Maniobra que siempre sirve, más que nada cuando el jugador es de una extracción humilde o tiene una familia copada. Las imágenes de un barrial con pibitos “como el fenómeno que surge” jugando a la pelota siempre suman rating, lo mismo que una madre cocinando los ravioles que siempre le gustaron a Fabbiani. En caso de no tener nada demasiado llamativo, sirve comentar que “Marintelli es un pibe común y corriente“, pero conviene rápido pasar a otro recurso.

La exaltación de logros.
No importa si el gol convertido fue el 6º de un 7 a 1 a favor, o el único en la derrota ominosa. No interesa si el tanto en cuestión fue en un amistoso intrascendente. No es relevante si el título obtenido es en una copa de cuarta, o si el inflado no jugó más que 3 minutos en todo torneo. Siempre hay que titular destacando al futbolista inflado. “Geremeces campeón“; “Ganó Cadorna de la mano de Geremeces“; o “Con Geremeces solo no alcanza

Sin repetir y sin soplar, jugadores inflados…

Empiezo con el patito Rodriguez.

[SIZE=2]Dejo post de La Redó, es largo pero está bueno… Recomiendo que lo lean.[/SIZE][b]

Inflar a un jugador[/b]

El arte de inflar un jugador es milenario. Como en toda rama artística, hay quien lo hace por vocación y quien lo hace con fin de lucro, pero de cualquier modo el inflador jugadoril (?) jamás cesa en su labor.

El fenómeno de la exageración de un futbolista no es nuevo, ni está limitado a la Argentina. Tampoco se circunscribe a la prensa, ya que también el público suele inflar a determinados jugadores. Asimismo, tampoco existe límite tempo-espacial (?) para el jugador inflado, por lo que se puede exagerar con sus condiciones tanto respecto de un futbolista nacional como de un extranjero, de un novato, como de alguien ya retirado.
En lo que hace a este post, el análisis se ciñe exclusivamente a dos variables: 1) que sean jugadores con pocos partidos en primera b[/b], 2) que sea realizado por la prensa (lo que a su vez repecute en el público). Por último, lo que este ensayo (!) abarcará, son distintos tips que ayudan al lector avezado (?) a detectar cuando se está en presencia de una operación de inflamiento (?) de X jugador.
b[/b] Aunque muchos de ellos no tienen limitación etaria.

La enumeración de virtudes
Obviamente el problema es la proporcionalidad entre condiciones reales e ínidice de inflación; es decir, mientras más cualidades positivas tiene un futbolista, menor es la necesidad de inflarlo. Existen dos libritos (?) para evitar el desagradable contratiempo de tener que lidiar con un futbolista a inflar que no ayude demasiado. El primero es repetir y reiterar varias veces sus virtudes. Ejemplo con un jugador que cabecea bien: “La defensa de Languedoc estuvo firme, cuidando todo el tiempo que Gómez Cou que va muy bien arriba no pudiese cabecear tranquilo. Así pasó el primer tiempo y la mitad del segundo, pero en el minuto 25 del complemento, Gómez Cou, que es muy peligroso en el juego áereo, pudo ganarle a los centrales y poner el 2 a 1. Claro, teniendo una torre que cabecea todo, la cosa se hace más fácil.
La otra posibilidad es más sutil, pero por ende más complicada y digna de una mente más avanzada (?). Asimismo, reconoce como requisito ineludible que el jugador en cuestión tenga al menos dos habilidades. Consiste en mencionar expresamente esos dones, y dar por sobreentendido que posee otros. Ejemplo: “Entre sus muchas virtudes, las más importantes que presenta Petorutti tal vez sean las de no dar nunca por perdida una pelota y la de estar siempre bien parado

La comparación con cracks del pasado.
Si la compulsa es pareja, o arroja algún ítem favorable al inflado, la cosa es sencilla. “Rondinelli ha llegado a los 5 goles con solo 18 años, los mismos que Maradona, y el doble de los que tenía Batistuta“.
Si los números no cierran, hay que buscar alguna estrella que haya explotado tarde: “Es cierto que Rondinelli aún erra mucho, pero con sólo 10 partidos en primera tiene 2 goles, y jugadores como Palermo comían banco en idéntico momento de su carrera
La prudencia indicará cuando usar cada rubro, y cuando basar cada confrontación en edad, partidos disputados, minutos jugados o gatos empomados (?)

Los elogios generalizados.
Pocos recursos son más útiles para fortalecer una opinión que el recurrir a las loas de otros. Esta técnica, además, brinda un amplio abánico de posibilidades a quien la utiliza. Se puede utilizar la declaración de algunos hinchas, la palabra de otros periodistas, la opinión ex jugadores (en lo posible del mismo puesto y aunque no puedan hilar dos palabras), o, sencillamente, apelar a la multitud: “En las tribunas se escuchaba como crecía la aprobación para Duferschmitz; “Bien ahí; Dale pibe; Este es crack
Algún temerario, incluso, recurrirá entre varios ex futbolistas elogiosos a la manifestación del algún crítico, en lo posible uno que dé el perfil de resentido-envidioso-malaleche. De ese modo, se disimulará un poco el propósito de inflar.

La crítica feroz a compañeros.
Subterfugio complicado, especialmente para aquellos escribas cuya mayor virtud es el amiguismo con los jugadores. Sin embargo, aceptado el riesgo el expediente es sencillo, cuando el inflado no rinde la culpa es de sus compañeros que no se la pasan, le hacen una cama, le tienen envida, son horribles, etcétera. También se puede optar por matar al DT diciendo que lo pone en una posición equivocada o que el esquema no lo favorece y, sólo en el caso de que el jugador se desempeñe en el extranjero, que el entrenador es antiargentino. Desde ya que puede atacarse al técnico y a uno o varios compañeros al mismo tiempo.

La minimización de errores.
Hay partidos en los que el inflado no ayuda en nada y la naturaleza se niega rotundamente a rendir más que lo establecido por sus condiciones. En ese caso, al inflador no le queda otra que hacerse el opa. Si el partido del hinchado (?) fue solamente opaco, basta con no mencionarlo y calificarlo con un 5; si, por el contrario, dio verdadero asco, erró 3 goles frente al arco desguarnecido, cometió dos penales y se hizo echar a los 20 del primer tiempo (!), se dirá simplemente que “El pibe Sargancha no tuvo un buen partido. Desconocido respecto al que se ve brillar todos los domingos, estuvo impreciso y nervioso, lo que es lógico teniendo en cuenta su edad

La entronización como pieza clave del equipo.
Arbitrio fundamental, especialmente útil en caso de tipos que estuvieron desaparecidos durante 88 minutos o que ingresaron desde el banco. Así, se afirmará que “Tuvo que aparecer Lantequier para abrir un partido que parecía totalmente cerrado“, por más que lo único que haya hecho sea haber forzado un lateral. Incluso puede servir en una derrota, toda vez que puede afirmarse que “Al no aparecer Lantequier, poco asistido, todo se hizo muy dificil para Cuyano Sur

Aparición en los medios.
El inflado debe hacerse conocido. Lo ideal es que pase por cuanto programa deportivo exista, en lo posible asegurándose que las entrevistas sean exclusivas. De cualquier modo lo que más suma es la concurrencia a noticieros o programas de “interés general” para que su cara y su nombre se hagan conocidas por la comunidad toda.

El supuesto interés de algún club extranjero.
De manual. En lo posible mencionado clubes grandes de Europa y cifras millonarias. En caso de imposibilidad, hablando sólo de importes -y en su caso de “varios millones“- y/o sólo del país. Asegurar que “el pase está por hacerse” y que los supuestos compradores “están muy interesados“, pero que tanto el jugador como los dirigentes no “están demasiado seguros de hacer la operación“.
De última, se le echa la culpa al club comprador, a algún jugador que no quiso liberar cupo de extranjero, a la crisis de Indochina o simplemente se asevera que el pase “no era conveniente” en ese momento.

Los orígenes.
Maniobra que siempre sirve, más que nada cuando el jugador es de una extracción humilde o tiene una familia copada. Las imágenes de un barrial con pibitos “como el fenómeno que surge” jugando a la pelota siempre suman rating, lo mismo que una madre cocinando los ravioles que siempre le gustaron a Fabbiani. En caso de no tener nada demasiado llamativo, sirve comentar que “Marintelli es un pibe común y corriente“, pero conviene rápido pasar a otro recurso.

La exaltación de logros.
No importa si el gol convertido fue el 6º de un 7 a 1 a favor, o el único en la derrota ominosa. No interesa si el tanto en cuestión fue en un amistoso intrascendente. No es relevante si el título obtenido es en una copa de cuarta, o si el inflado no jugó más que 3 minutos en todo torneo. Siempre hay que titular destacando al futbolista inflado. “Geremeces campeón“; “Ganó Cadorna de la mano de Geremeces“; o “Con Geremeces solo no alcanza

Sin repetir y sin soplar, jugadores inflados…

Empiezo con el patito Rodriguez.

Palermo

Sí, el tipo está tan inflado que le inflaron 220 goles.

palermo tiene más prensa que virtudes…

Pfff Tevez, Gago, Verón, Dátolo, Palacio, Viatri, Ibarra, Clemente, Banegas, etc.

A Palermo lo venden como el mejor delantero Argentino en 30 años, no me jodan

El problema no es Palermo sino los palermistas. Esos boludos que dicen: “Con Palermo en el 2002 hubiera sido otra cosa”. “Palermo es el mejor delantero argentino de los últimos 20 años”. “Palermo fue clave en el mundial 2010”, etc,etc. Si dijeran que es un buen delantero con muchos goles en el fútbol argentino yo personalmente no estaría en contra de los mismos. Pero cuando empiezan a agrandar el mito, dejando atrás a delanteros argentinos que superaron con creces a Palermo en todos los ámbitos, ahi se les va la mano a algunos.


Jajajaja callate vos! Cuantos goles hizo Henry en Sudáfrica?? Porque Palermo le hizo uno a los guerreros espartanos. LTA :mrgreen:

Riverplatenseax: Me$$i.

Fabbiani? Ah no… ese está gordo nada más.

Palacio y Salvio son dos que me vienen a la mente y que han tenido carreras malas hasta el momento en Europa.

Mascherano.
En su momento Romagnoli.

Rosales.

Livio Prieto. Juan Forlìn.

Mascherano?? Naaahh…
Gago te creo.

Una cosa son los jugadores buenos en serio, los cracks, y otra, muy distinta, son los que rindieron y mucho pese a no ser un gran jugador.


Ej: Salas es crack. Palermo es un jugador que rindio muchiiiiiiiisimo sin ser un gran jugador.

Mascherano??
Forlin???

8|8|8|8|8|8|8|

Debe estar jodiendo…

No terminaría más si los empiezo a nombrar a todos los que se me vienen a la mente.

Si, Mascherano.
Es un buen jugador, nadie lo discute, pero tampoco es lo que el periodismo dice que es. Un poquito inflado està, en mi opiniòn.
Y a Forlìn lo pintaban como el nuevo Ruggeri y se fuè de Boca sin pena ni gloria.