Jacobo Urso: dejar la vida en la cancha

Jacobo Urso: dejar la vida en la cancha

Cuantas veces uno dijo, refiriéndose a un jugador, que éste deja la vida en la cancha. Claro que cuando uno lo dice nunca está hablando de manera literal como en el caso de Jacobo Urso.

Jacobo llegó a San Lorenzo en 1914 para incorporarse a la sexta división, en 1915 en un ascenso meteórico —para esa época— pasó a tercera y el 7 de mayo de 1916 debutó en primera división ante Estudiantes de La Plata, el día de la inauguración oficial del Gasómetro de Avenida La Plata, partido que ganó 2 a 1 con goles de Moggio y Fernández el conjunto local.

En sus puestos de centro-half primero y half-izquierdo (lo q hoy en día se conoce como volante central ó 5 y volante izquierdo ó 3) supo rendir con gran solvencia, siendo un jugador temperamental, con mucha garra, pero también con habilidad y velocidad, como expresaban los medios de la época. En 1919 y 1920 tuvo altos rendimientos, que lo llevó a jugar en la selección de la asociación amateurs.

El 30 de julio de 1922, el conjunto azulgrana enfrentaba, en cancha de Palermo, a Estudiantes de Buenos Aires. A los diez minutos del segundo tiempo, con el marcado cero a cero, Jacobo fue a disputar una pelota en el medio campo contra dos rivales: Comolli y Van Kammenade. Fue como iba siempre, como se debe: de frente, limpiamente y con todo lo que tenía. El choque fue brutal. Jacobo demoró en reincorporarse, se tomaba el costado y escupió sangre. Dos costillas de Urso se fracturaron. Respiraba con dificultad y tenía una sola cosa en mente: la victoria.
Al rato se arrimó donde estaba parte del plantel que no le tocó jugar para tomar agua (como no había cambios no existía el banco de suplentes), El entrenador le pidió que dejara el campo pero eso lo ofendía infinitamente, quería la victoria. Aceptó solo un grueso pañuelo que mordía fuertemente para soportar mejor el dolor y siguió yendo a todas.
A la media hora del segundo tiempo llegó hasta fondo de la cancha, el pañuelo en su boca estaba completamente rojo y con lo último, apurado por un rival, alcanzó a meter el centro del gol que le dio el triunfo al Santo por 1 a 0. No lo gritó. Su equipo ganaba y a él lo abandonaban las fuerzas, quedó en el suelo y se desmayó.

Al finalizar el partido se había desvanecido ya que una de las costillas le perforo un riñón. Fue internado en el Hospital Ramos Mejia, donde fue operado 2 veces. Una multitud vivió de cerca toda la agonía del jugador, que duró una semana, falleciendo el 6 de agosto de 1922.

Lo que deja pensando esto es el espíritu amateur que tenían algunos jugadores en el pasado y que no es el mismo que tienen los jugadores de ahora a quienes solo les interesa hacer la diferencia económica, salir lindos para las cámaras y ganarse minitas.

Fuente: LaRedó.

Jacobo Urso: dejar la vida en la cancha

Cuantas veces uno dijo, refiriéndose a un jugador, que éste deja la vida en la cancha. Claro que cuando uno lo dice nunca está hablando de manera literal como en el caso de Jacobo Urso.

Jacobo llegó a San Lorenzo en 1914 para incorporarse a la sexta división, en 1915 en un ascenso meteórico —para esa época— pasó a tercera y el 7 de mayo de 1916 debutó en primera división ante Estudiantes de La Plata, el día de la inauguración oficial del Gasómetro de Avenida La Plata, partido que ganó 2 a 1 con goles de Moggio y Fernández el conjunto local.

En sus puestos de centro-half primero y half-izquierdo (lo q hoy en día se conoce como volante central ó 5 y volante izquierdo ó 3) supo rendir con gran solvencia, siendo un jugador temperamental, con mucha garra, pero también con habilidad y velocidad, como expresaban los medios de la época. En 1919 y 1920 tuvo altos rendimientos, que lo llevó a jugar en la selección de la asociación amateurs.

El 30 de julio de 1922, el conjunto azulgrana enfrentaba, en cancha de Palermo, a Estudiantes de Buenos Aires. A los diez minutos del segundo tiempo, con el marcado cero a cero, Jacobo fue a disputar una pelota en el medio campo contra dos rivales: Comolli y Van Kammenade. Fue como iba siempre, como se debe: de frente, limpiamente y con todo lo que tenía. El choque fue brutal. Jacobo demoró en reincorporarse, se tomaba el costado y escupió sangre. Dos costillas de Urso se fracturaron. Respiraba con dificultad y tenía una sola cosa en mente: la victoria.
Al rato se arrimó donde estaba parte del plantel que no le tocó jugar para tomar agua (como no había cambios no existía el banco de suplentes), El entrenador le pidió que dejara el campo pero eso lo ofendía infinitamente, quería la victoria. Aceptó solo un grueso pañuelo que mordía fuertemente para soportar mejor el dolor y siguió yendo a todas.
A la media hora del segundo tiempo llegó hasta fondo de la cancha, el pañuelo en su boca estaba completamente rojo y con lo último, apurado por un rival, alcanzó a meter el centro del gol que le dio el triunfo al Santo por 1 a 0. No lo gritó. Su equipo ganaba y a él lo abandonaban las fuerzas, quedó en el suelo y se desmayó.

Al finalizar el partido se había desvanecido ya que una de las costillas le perforo un riñón. Fue internado en el Hospital Ramos Mejia, donde fue operado 2 veces. Una multitud vivió de cerca toda la agonía del jugador, que duró una semana, falleciendo el 6 de agosto de 1922.

Lo que deja pensando esto es el espíritu amateur que tenían algunos jugadores en el pasado y que no es el mismo que tienen los jugadores de ahora a quienes solo les interesa hacer la diferencia económica, salir lindos para las cámaras y ganarse minitas.

Fuente: LaRedó.

Esta es la diferencia entre el fútbol de otras épocas y el fútbol actual. ¿Pocas, no?

Terrible , creo que lo escuche en estos dias en el programa del Beto Casella .

Asi se juega

que garra, encima murio en el dia de mi cumpleaños :expressionless:

huevo, corazon, garra, ganas de jugar cosas que faltan hoy en dia

que cosas eh… ahora son todas putitas…

amor a la camiseta lo que falta ahora .

dejar la vida por el club que casi nadie hace.

Pobre llega a ver cómo se juega hoy en día y se mata.

es otro futbol…antes el amor por la camiseta era comun…hoy se perdio todo esoo