Miren esta “nota” que publican sin necesidad…
River le tomó el gustito a las derrotas - Infobae.com
Yo digo, despues se quejan todos de Rial que es un mugriento chimentero, pero la verdad es que son todos iguales!!!
Lean y vean por ustedes…
El campeonato Clausura '07 que obtuvo el equipo de Simeone apenas fue un maquillaje de la humillante eliminación del conjunto de Núñez, en su propia casa, con dos hombres de más y ganando 2 a 0, a manos de San Lorenzo, en el marco de la Copa Libertadores de América.
No se trata de caer sobre una persona que trabaja, sin dudas, como lo hace Simeone, y como seguramente también lo hicieron Passarella, Merlo, Astrada y tantos otros.
Se trata, simplemente, de marcar eso que tan bien explicó el mismo entrenador, esta mañana, tras la derrota sin excusas de su equipo, ante un conjunto recién ascendido: “A mis futbolistas les falta decisión para ganar los partidos”, reconoció.
La realidad le da la razón: River entra a la cancha sin saber cuál es su patrón de juego, sus futbolistas parecen rogar para que la pelota no les llegue, asi no tendrán que tomar decisiones. Contra Vélez, por ejemplo, se lo vio jugar de contra, en el mismísimo Monumental.
Las responsabilidades son compartidas: no hay una idea de juego, tampoco un equipo titular. De repente, ayer, apareció el ignoto Omar Merlo, que de naufragar en divisiones menores pasó a marcar el gol de una victoria que no fue tal. Y así unos tras otros, supuestos titulares, prometedores suplentes, expectantes pibes de la cantera que poco y nada pueden hacer.
Simeone pone a Danilo Gerlo, quien estando en ritmo de competencia no es un jugador de grandes capacidades, mucho menos sin ese engranaje futbolístico, lo que quedó a las claras en el partido de ayer, que es el resumen de la vertiginosa caída de River.
El equipo del “Cholo” no tiene un jugador rebelde, todos intentan respetar un no se qué dentro de la cancha, todos se quedan en su lugar. Nadie va para adelante, nadie intenta “lo impredecible”, los jugadores entran a cualquier cancha, empezando por la suya, sabiendo que van a perder. River es “la nada futbolística”.
Simeone ha entrado en el mundo de los técnicos que se miran de reojo, a los que cada vez se les tiene menos paciencia. Habiendose jugado apenas 7 de 19 fechas, está prácticamente eliminado del campeonato, y ahora sólo le queda la Copa Sudamericana que, de no ganarla, depararía el final del ex caudillo de la selección nacional al mando de los de Nuñez.
Pasan los años, los compeonatos, los jugadores y los técnicos: queda la dirigencia, y las frustraciones.
El silencio atroz que Ahumada inmortalizó se siente domingo a domingo, porque el equipo no contagia: porque los hinchas también se acostumbraron a perder.
La dirigencia, connivente con los barrabravas, con los pases de jugadores teñidos de corruptela y más preocupados por Madonna o los Rolling Stones que por el bienestar deportivo del club, también tienen serias responsabilidades, de las que nunca se harán cargo.
La historia gloriosa está pisoteada. Las grandes conquistas, al otro día, quedan obsoletas para un club tan prestigioso. River se durmió en los laureles y ahora, va de fracaso en fracaso.