00:00 | EL EQUIPO DESPUES DEL CICLON
Ojeda con la goleada
Gorosito hace rulo y barba después del 1-5 para ir a Perú: Barbosa será el arquero y mete otros cinco cambios para darle forma a un 4-4-2. Otro que paga los platos rotos es el Enano Buonanotte. MARTIN BLOTTO | mblotto@ole.com.ar
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El técnico no pone ni saca jugadores. Los jugadores se ponen y se sacan solos, con su rendimiento". Esta máxima de Gorosito es tan particular como realista, porque el que elige siempre es el DT, pero lo que inducen sus decisiones (salvo ciertos caprichos) es el nivel de los futbolistas. Por eso, tal vez sea incorrecto afirmar que Pipo sacó a JM Ojeda del equipo. ¿No se sacó solo el arquero? Lo concreto es que el técnico decidió darle la chance a Mariano Barbosa ante San Martín de Porres. Y no por rotación, como puede ser en los otros cinco cambios que presentará el equipo en Perú: Ojeda sale por bajo rendimiento.
Esta modificación es el caso más notorio de que la goleada recibida ante San Lorenzo dejó un costo muy alto. La factura más cara la recibió el 1, de notorios errores en el clásico. Su salida de ninguna manera puede interpretarse como parte de una rotación, porque la semana pasada Gorosito fue muy claro con Olé: “El arquero no tiene tanto desgaste. El que mejor esté va a atajar en los dos torneos”. Por lo tanto, a partir de ahora Barbosa perderá el puesto sólo si no responde en el nivel que espera el DT…
Las otras variantes tienen matices diferentes. En parte responden a una rotación, aunque también conllevan un mensaje, consecuencia inevitable tras la abrupta caída del domingo. ¿Por qué salen los laterales, Augusto, Abelairas y Buonanotte? ¿Acaso Ahumada no realiza un desgaste mayor que ellos y es más fundamental su descanso? ¿Falcao no para?
Es llamativo que Ferrari y Villagra dejen la titularidad al mismo tiempo, ya que ninguno tiene un reem- plazante cantado. De hecho, de 4 jugará Gerlo (más cómodo de central) y la punta izquierda la marcará Archubi. Si bien los dos ex Central no están en su mejor nivel, no puede leerse como castigo por el 1-5, porque Cabral y Nico Sánchez también anduvieron flojos y siguen entre los 11. Algo similar sucede con Augusto, quien ya le dejó el lugar a Galmarini ante Central. ¿Y Abelairas? Es tan evidente que ante San Lorenzo tuvo una mala tarde como que acumula muchos minutos. ¿Buonanotte? El técnico expresó que no le gustó el gesto del Enano cuando fue reem- plazado, por eso detrás de esta decisión sí puede haber un tirón de orejas. Con esta movida, el DT también modifica es esquema de juego: usará un 4-4-2 que ayer probó Cacho Borelli, con Galmarini, Domingo, Ahumada y Sambueza en el medio, en lugar del clásico 4-3-1-2.
Más allá del ruido que generan estos cambios, ante Arsenal volverían Ferrari, Villagra, Augusto, Abelairas y Buonanotte. Así quedará claro que Gorosito implementó una rotación en Perú. Y también se ratificará que el cambio de Barbosa por Ojeda es definitivo… Sí, a pesar de que lo tuvo en Central, de que lo bancó tras el 2-2 ante Colón (“Ni Superman las sacaba”) y de que lo elogió luego del triunfo a Banfield, Pipo le sacó los guantes al Chelo. Y Ojeda que es un mensaje para todos.
La continuidad cuesta un Perú
Barbosa, Domingo y Sambueza: casi nada de fútbol en 6 meses.
Son códigos futboleros. Así como no existe jugador que exprese su felicidad en caso de entrar por la lesión de un compañero, en River tampoco se oirán voces que digan que el 1-5 ante San Lorenzo funcionó como guiño. Aunque, en realidad, el cachetazo del domingo les abrió la puerta a varios. Y la de entrada tiene tres casos especiales, por la poca o nada continuidad que tuvieron en los últimos seis meses.
Se trata de Barbosa, Domingo y Sambueza, un trío que apenas sumó ocho partidos durante el semestre pasado. El que peor la pasó fue el volante central, que ni siquiera jugó un segundo en el Genoa. Entonces volvió a River, pero no pedido por Gorosito, a punto tal de que en la pretemporada se manejó la posibilidad de ceder a Nico si es que a Pipo le llegaban todos los refuerzos pedidos. Como Mercier no está y Santana hace goles con otra camiseta, el rubio ya tuvo un minuto contra Nacional de Paraguay y mañana irá en lugar de Abelairas. Para Rubens, es la Copa o nada, ya que no fue anotado para el Clausura. Así y todo, si a River le va bien en el continente, el zurdo podría tener más partidos que los siete que disputó con Flamengo. Y Barbosa está ante la chance de adueñarse del arco más grande, aunque espera que no sea tanto como pareció aquél que ocupó con Estudiantes: Argentinos le hizo cinco en su único partido de los últimos 18 meses.
“Tengo clavada la espina del 2004”
Sambueza vuelve a jugar en River y no olvida aquella roja con Boca. “Mis hijos me hicieron moderar más la cabeza”.
FEDERICO ROZENBAUM | frozenbaum@ole.com.ar
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RUBENS CUENTA QUE SE LE PONE LA PIEL DE GALLINA POR SU REGRESO: “SOÑÉ CON UN GOL”.
Fue un jueves 17 de junio. Todo lo que pasaba en el universo parecía dirimirse en una esquina: Figueroa Alcorta y Udaondo. Allí estaba el epicentro mundial de la tensión. Y, mucha sangre bombeada con taquicardia. Y, una cancha dibujada de rojo y blanco. Y, un superclásico inédito. Y, un jugador, Rubens Sambueza. “Lo que pasó esa noche fue tremendo -comienza su catarsis-. Tengo clavada la esquina del 2004”.
La espina de Sambueza es la de la semifinal ante Boca por la Copa. Había ingresado en el entretiempo por Coudet. A los 39, en un instante de confusión, el línea Taddeo le informó a Baldassi que el jugador de la camiseta 21 lo acababa de insultar. Resultado: roja directa. Sambueza ya no estuvo en el gol de Tevez, ni en la jugada épica de Nasuti, ni en la serie de penales que finalizó 4-5. Pero la marca quedó hecha recuerdo. Y reaparece en la previa al partido de mañana ante Universidad San Martin. Para Sambueza volver a jugar la Copa es sacudir su memoria negativa. Es pedir revancha.
“Yo le dije al juez de línea que no se dejara meter presión. Y entendió que le grité cagón”, cuenta. “La verdad es que se me cayeron las lágrimas, fue injusto. Me había acercado al banco porque se acababa de lesionar Ricky Rojas. Y mientras volvía al campo pasó lo que pasó. Siempre dije que tenía ganas de ganar una Copa para olvidar ese mal momento”.
-¿La revancha sería con Boca, con la Libertadores o con vos mismo?
-Con lograr ese título que se nos escapó ese año. El equipo estaba para llegar lejos. Y coincidió también con mi mejor momento personal en River.
-Después no te pudiste consolidar nunca.
-Por ahí tuve posibilidades. A veces se da que jugás, que salís, que te ponen. Pero la verdad es que también tuve varios problemas personales, y si uno no está bien de la cabeza se hace difícil…
-¿O sea que dejaste pasar las oportunidades?
-No. Pero se complica por la fama, por todas las cosas buenas que se le presentan al futbolista.
-¿Que diferencias hay entre el actual Sambueza con el del 2004?
-Yo creo que la maduración es el principal cambio. Me casé y soy feliz con mi mujer y mis hijos Yair y Yan. Ellos me hicieron moderar más de la cabeza.
-¿Están contentos con tu regreso a River?
-Sí, porque apenas nacieron les compré cosas de River. Después se hicieron una mezcolanza, porque se hicieron de Pumas, después de nuevo de River, de Flamengo y ahora otra vez de River.
-¿En lo futbolístico también cambiaste?
-Sí. Aprendí a jugar más sencillo. Si bien debuté con Pellegrini, el que me dio toda la confianza fue Astrada. El me pedía que tuviera el mismo atrevimiento que en las prácticas. La verdad que le estoy muy agradecido, fue el técnico que más me marcó, que me habló, que me ayudó, pero luego tuve que empezar a hacer las cosas más simples.
-¿Eso equivale a dejar de ser el Cañito?
-Los caños, los tacos y los lujos son lindos. Uno no se olvida. El tema es que en el fútbol actual eso casi no se puede hacer. Trato de asistir más, de jugar a un toque, de colaborar en la recuperación de la pelota. La experiencia me hizo mejor jugador.
-Pero llegás con varios meses de inactividad…
-Si bien en el Flamengo me tocó jugar poco, luego hice una buena pretemporada. La semana pasada aguanté los 90 minutos ante el Red Bulls. Me siento preparado para salir a la cancha. No soy de demostrar mucho, pero tengo una ansiedad increíble. En la primera fecha de la Copa, cuando me tocó quedar afuera del banco, sentí la adrenalina de mis comienzos. Es que hace mucho no me pongo esta camiseta -Nder: su último partido fue por la Libertadores 2007, en el 2-0 ante Colo Colo-.
-¿Creías que ya no jugarías para River?
-El año pasado fui al hotel en el que se alojaba el equipo antes de jugar contra el América. Yo en ese momento estaba en Pumas, y me agarró un cosquilleo. Pero siempre supe que iba a volver. Porque mi pase pertenece al club.
-Esa posibilidad se te frustró a mediados del año pasado, ¿no?
-Sí, me volví a entrenar unas semanas, cuando estaba Simeone. Pero después surgió la chance de ir a Brasil y, como acá no iba a poder jugar mucho, pensé que sería una buena experiencia.
-¿Y ahora te molestó que no te anotaran en el torneo local?
-Me puse contento al verme en la lista de la Copa. En el medio llegó una oferta del Barcelona de Ecuador, y decidí quedarme.
-Al no estar en el Clausura corrés el riesgo de sumar pocos minutos.
-Es cierto, aunque hablé con Pipo y me quedé más tranquilo.
-¿El te garantizó que vas a jugar todos los partidos de la Libertadores?
-Me dijo que si hacía las cosas bien iba a tener muchas posibilidades de estar en el equipo. Por suerte me metió en la primera rotación, para ir a Perú.
-¿Cómo viste al equipo luego del domingo?
-Hay que olvidar lo que nos pasó. Todos tenemos ganas de revertir lo de San Lorenzo y yo, de demostrar lo que puedo dar.
-¿Soñaste algo para este nuevo debut?
-Sí, durante mucho tiempo soñé con volver con un gol. Le pido a Dios que me dé fuerza para este momento tan especial. En River crecí, hice las Inferiores y me enseñaron a ganar. Estar otra vez acá me hace poner la piel de gallina.
Carrera contra la balanza
Fabbiani fue el único en hacer doble turno ayer y lo repetirá hoy con el objetivo de bajar algunos kilos, ser titular el domingo y no salir más. SANTIAGO GOMEZ | santiagogomez@ole.com.ar
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¡RUN, OGRO, RUN! AL MEDIODÍA ALMORZÓ LIVIANO EN EL MONUMENTAL Y VOLVIÓ A MOVERSE.
Hace más de 50 años, Charles Atlas se hacía millonario con su método para dejar de ser un alfeñique en apenas 12 sesiones de gimnasia. Hace más de 50 años, Cristian Fabbiani no había nacido. Y a decir verdad, de alfeñique nunca tuvo nada. Sin embargo, al Ogro no le vendría nada mal repasar las técnicas de entrenamiento que habitualmente se promocionaban en los comics, ya que hoy su objetivo más urgente es ponerse bien físicamente. O mejor dicho, bajar esos 102 kilos que todavía no lo dejaron ser titular por los que Gorosito se molestó (y hasta lo expuso públicamente) y por los que ayer, mientras algunos de sus compañeros terminaban de armar la valija para viajar a Perú y otros aprovechaban el descanso en familia, el delantero se entrenó en el Monumental. En doble turno, sí. En una carrera contra la balanza que ya se largó…
“No pretendo que esté en 92 ó 93 kilos, pero sí en 97 y hoy está en ciento y pico… Y en ese peso, si uno se cuida un poquito, tres kilos se bajan fácil. Yo le digo al Tanque que aunque coma ensalada, si se come tres tarros de ensalada, es lo mismo que otra cosa. Porque la vaca come pasto y es vaca…”. La sinceridad de Gorosito tocó el orgullo de Fabbiani. Y aunque intentó disimularlo, se sabe que mucho no le gustó la comparación vacuna. Por eso ayer, el Ogro dejó el predio de Ezeiza y no se fue a su casa. No, siempre acompañado por los profes Agustín Buscaglia y Sebastián Somoza, enfiló derechito hacia el Monumental, en donde lo esperaba Raúl, el cocinero del club, con un churrasquito magro y ensalda mixta, una combinación especialmente planificada por Francis Hollway, el nutricionista de River. ¿Qué hizo después de comer? Durmió una horita de siesta en la concentración del primer piso, tomó una merienda (también livianita) y bajó al campo de juego donde se entrenó durante una hora y media haciendo hincapié en trabajos aeróbicos para quemar grasas. Una rutina que, según lo estipulado por el cuerpo técnico, el ex Newell’s repetirá hoy y mañana. Aunque ya no estará solo, sino con la compañía de Andrés Ríos, quien necesita recuperar el entrenamiento que no tuvo por haber participado del Sudamericano Sub 20 con la Selección.
Así, Fabbiani se prepara para ser titular contra Arsenal y, como él mismo dijo, no salir más.
Zapping
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BORELLI, A CARGO DEL EQUIPO.
El plantel vuela hoy y reconoce el estadio
Los jugadores de River viajarán hoy a las 9.45 con destino a Lima, almorzarán en el hotel Los Delfines y por la tardecita peruana (tres horas menos que en Buenos Aires) se entrenarán en el estadio de Alianza Lima, donde jugarán mañaña.
Para el DT rival no tienen ninguna ventaja
“No nos beneficia que River venga de perder 5-1 porque va a querer lavarse la cara con nosotros. Es muy respetado por su historia más allá de que no vengan algunos jugadores importantes como Fabbiani y Buonanotte”, dijo Víctor Rivera, DT de San Martín.
Un turno para casi todos los que no viajan
Los jugadores que se quedan en Buenos Aires y no son Fabbiani ni Andrés Ríos (ver página 7) se entrenarán junto al PF Sebastián Somoza en Ezeiza hoy y mañana por la mañana. Ellos son Buonanotte, Villagra, Augusto Fernández y Flores, entre otros.
La Sexta sumó dos triunfos de selección
Sin los ocho convocados por el Sub 17 argentino (entre ellos el Keko Villalba y Lamela), la Sexta de River sumó dos muy buenos triunfos: 1-0 a Paraguay (gol del colombiano Franco Cortes) y, ayer, 2-0 a Estados Unidos (doblete de Luis Vila).
Lo que falta es diálogo
Veo que no hablan entre el arquero y los defensores.
UBALDO FILLOL. En 100% River, por La Red. |
Decir que me sorprendió la derrota frente a San Lorenzo sería mentir, ya que defensivamente River cometió las mismas fallas que había tenido frente a Banfield. Lo que sí me llamó la atención, y no es nuevo, es que adentro de la cancha no veo que los jugadores se reclamen, que se hablen, hasta que se insulten. No veo el diálogo entre el arquero y la defensa. Y es grave. Cuando jugaba, no me daba por vencido hasta que la pelota pasaba la línea de gol. Pero acá veo que no pasa nada, que están con la cabeza gacha y el ánimo por el suelo. Y está mal. Debe haber una autocrítica profunda y saber que la bravura la tienen que demostrar ganando o perdiendo.
Para tomar la decisión de cambiar al arquero, hay que saber cómo está Ojeda en el vestuario, en la semana y también, ojo, ver cómo está el que lo reemplazará. Ataje Ojeda, Vega o Barbosa, ellos tienen que ser conscientes de que no va a ser fácil hacer olvidar la figura de Carrizo. Y menos en poco tiempo. Porque si River ganó su último campeonato fue justamente por Juan Pablo y por Ortega. Pero bueno, por algo están en River. Y tienen que demostrar que pueden ocupar ese arco. Cuando yo llegué a Racing, el arco era más grande que el de Quilmes y encima se había ido Cejas, un prócer para la gente. ¿Y sabés lo que estuve para que me reconocieran? Pero lo logré, eh. Como también demostré carácter al debutar en Primera, porque ese día me comí seis goles y en la siguiente práctica Carmelo Faraone, el técnico, no me puso. ¿Qué hice? Le fui a patear la puerta del vestuario, algo por lo que Carmelo me borró pero que al poquito tiempo, como me reconoció después, me volvió a poner porque le demostré que yo quería ocupar ese lugar.