Heroe por una noche ( homenaje )

Rubén Norberto Bruno fue un futbolista argentino que se desempeñaba como delantero en River Plate y también estuvo en otros equipos del ascenso argentino.

Quedó en la historia por haber marcado el gol del 1:0 ante Argentinos Juniors, en el partido que consagró a River Plate campeón después de 18 años sin títulos. Así lo relató el juvenil, forzado titular porque jugadores de Cuarta, Quinta y Sexta reemplazaron a los profesionales que estaban de paro:

“Avancé con la pelota y se me fué larga; el 2 quiso hacerme un sombrero y me rebotó en la cabeza. Me quedó boyando y cuando me salió el arquero, definí a un costado. Me felicitaron, festejamos, nos llevaron al Monumental, luego me fuí a casa en colectivo sin que nadie me conociera”
Clubes:

River Plate Argentina 1975 - 1977 , Los Andes Argentina 1977-1978 , Huachipato Chile 1978-1980 , Unión de Zapala Argentina 1980-1981 , Independiente de Neuquén Argentina 1981-1982.

Titulo : Torneo Metropolitano 1975 River Plate Argentina

Un Poquito de su noche soñada

La noche del jueves 14 de agosto de 1975 no fue una más para muchos. Había fútbol. Jugaba Argentinos Juniors frente River Plate, que arrastraba 18 años de no lograr un título.

A los 21 minutos del segundo tiempo, un tal Bargas le tiró un pelotazo largo a un tal Bruno. El 3 del Bicho, Ricardo Próstamo, quiso cancherear en el anticipo e intentó hacerle un sombrerito a Bruno, pero el pibe se frenó y se encontró con la pelota en la cabeza, la llevó hacia adelante con toda la defensa saliendo, quedó cara a cara con el arquero y definió de zurda al segundo palo. Una explosión en las tribunas. River se estaba consagrando campeón tras una larga sequía.

Quien alguna vez haya visto el canal Volver, se habrá deleitado con el inefable Minguito, entrañable personaje de Juan Carlos Altavista que aseveraba enfáticamente que a cualquiera le podían levantar un monolito como hacerle una lápida. Nada mejor para ilustrar la figura de Rubén Norberto Bruno, quien podría haber pasado a la historia como un héroe, pero no fue así.

Eran tiempos de huelga de futbolistas profesionales y esos pibes de River salieron a la cancha apretados por la dirigencia. Al mismo tiempo fueron crucificados por Agremiados y ninguneados por sus “compañeros” mayores. Se escuchó el término “carneros” por ese entonces. Y se sigue escuchando.

El tiempo pasó y la euforia también. Aquellos que consiguieron lo que otros ilustres no pudieron, rápidamente se fueron perdiendo en la muchedumbre y fueron dejados al costado del fútbol. El tal Bruno aguantó dos años en los Millonarios, con sólo 11 partidos jugados y dos goles.

En 1977 quedó libre y fichó para Los Andes en la B. Durante 10 sábados pudo calzarse la casaca milrayitas y fue subcampeón a sólo dos puntos de Estudiantes de Caseros. La llama de Bruno se consumía inexorablemente. El goleador del conjunto de Lomas de Zamora fue Lanza, con 21 anotaciones, a sólo un par de Carlos Danton Seppaquercia.

Nuestro antihéroe homenajeado ya no salía en la tapa de los diarios ni se lo escuchaba en los relatos, factores desencadenantes de su viaje a Chile para jugar en el Huachipato. Luego regresó con pena y sin gloria a tirar sus últimos cartuchos en Unión de Zapala e Independiente de Neuquén, para finalmente retirarse en 1982, con apenas 24 años.

Dos décadas después de ese histórico título de River, Bruno culminó su carrera de DT y fue a ejercer a un country. Todo lo que vino más tarde fue el anonimato. Por ahí dicen que lo vieron trabajando en un comedero de spetto corrido, pero para el mundo del fútbol siempre quedará muy lejos del monolito y demasiado cerca de la lápida. Minguito era un sabio: no le gustaban los “carneros”.

El Gol De Esa Noche Mágica Que Jamas Olvidará

//youtu.be/kMnds5ul9E0

[CENTER][FONT=Arial Black]Una Nota En La Actualidad


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[LEFT]Jueves 14 de agosto de 1975: 22 horas y 31 minutos… “Veo que Héctor Bargas me cruza una pelota desde 30 metros. Yo venía rápido y con el rocío de la noche trastabillo, pero el cuatro de Argentinos, Ricardo Próstamo, piensa que me caigo y se confía: para mala suerte de él, me tira un sombrero y la pelota me pega en la cabeza y sale hacia adelante. Así quedo mano a mano con el arquero Díaz. En esos diez segundos se me cruzaron muchísimas cosas por la cabeza, ver al arquero, esperar que cambiara de paso y tocar la pelota por abajo del cuerpo hacia el segundo palo. Recordarlo me emociona”, dice.

Rubén Bruno marco el gol que le dio el Metropolitano de 1975 a River Plate luego de 18 años de sequía. Esa tarde jugaron los pibes de la Tercera debido a que los profesionales estaban de huelga por una lucha por mejorar el Estatuto del Futbolista.

-¿Fue una jugada preparada?

-Sí. En el entretiempo hablé con Héctor Bargas, que era compañero mio en la Tercera, y le pedí que por favor me cruzara la pelota en diagonal, porque normalmente esa jugada nos daba resultados en nuestra categoría.

-¿Qué imágenes tenés?

-Fue apoteótico ver a tanta gente llorar, ¡comerse el pasto! En el gol estaba como loco y tuve una crisis de nervios: había una tensión muy fuerte y tras el festejo sentí un shock. Tuve que salir…

-¿Por el shock?

-Sí. Me agarró una crisis, me tiraron un poco de alcohol y agua en la cabeza, y entré otra vez.

-¿Causó malestar que los pibes jugaran ese partido?

-Sí. Por muchísimo tiempo tuvímos el mote de carneros. Fue mortal, pero jugamos porque quisimos. Votamos el día del partido y de los 20 concentrados, sólo Rubén Cabrera dijo que no.

-¿Cómo fue el reencuentro con Alonso, Jota Jota…?

-Difícil. Muy difícil. En el trato te dabas cuenta de que las cosas habían cambiado, y mucho.

-¿Qué fue de tu vida?

-Hay gente que está marcada por ser un ídolo y otros que están en el medio. Yo estaba para ubicarme en el medio, pero pasaron muchas cosas raras. Esos pibes merecíamos mejor suerte.

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Rubén Norberto Bruno fue un futbolista argentino que se desempeñaba como delantero en River Plate y también estuvo en otros equipos del ascenso argentino.

Quedó en la historia por haber marcado el gol del 1:0 ante Argentinos Juniors, en el partido que consagró a River Plate campeón después de 18 años sin títulos. Así lo relató el juvenil, forzado titular porque jugadores de Cuarta, Quinta y Sexta reemplazaron a los profesionales que estaban de paro:

“Avancé con la pelota y se me fué larga; el 2 quiso hacerme un sombrero y me rebotó en la cabeza. Me quedó boyando y cuando me salió el arquero, definí a un costado. Me felicitaron, festejamos, nos llevaron al Monumental, luego me fuí a casa en colectivo sin que nadie me conociera”
Clubes:

River Plate Argentina 1975 - 1977 , Los Andes Argentina 1977-1978 , Huachipato Chile 1978-1980 , Unión de Zapala Argentina 1980-1981 , Independiente de Neuquén Argentina 1981-1982.

Titulo : Torneo Metropolitano 1975 River Plate Argentina

Un Poquito de su noche soñada

La noche del jueves 14 de agosto de 1975 no fue una más para muchos. Había fútbol. Jugaba Argentinos Juniors frente River Plate, que arrastraba 18 años de no lograr un título.

A los 21 minutos del segundo tiempo, un tal Bargas le tiró un pelotazo largo a un tal Bruno. El 3 del Bicho, Ricardo Próstamo, quiso cancherear en el anticipo e intentó hacerle un sombrerito a Bruno, pero el pibe se frenó y se encontró con la pelota en la cabeza, la llevó hacia adelante con toda la defensa saliendo, quedó cara a cara con el arquero y definió de zurda al segundo palo. Una explosión en las tribunas. River se estaba consagrando campeón tras una larga sequía.

Quien alguna vez haya visto el canal Volver, se habrá deleitado con el inefable Minguito, entrañable personaje de Juan Carlos Altavista que aseveraba enfáticamente que a cualquiera le podían levantar un monolito como hacerle una lápida. Nada mejor para ilustrar la figura de Rubén Norberto Bruno, quien podría haber pasado a la historia como un héroe, pero no fue así.

Eran tiempos de huelga de futbolistas profesionales y esos pibes de River salieron a la cancha apretados por la dirigencia. Al mismo tiempo fueron crucificados por Agremiados y ninguneados por sus “compañeros” mayores. Se escuchó el término “carneros” por ese entonces. Y se sigue escuchando.

El tiempo pasó y la euforia también. Aquellos que consiguieron lo que otros ilustres no pudieron, rápidamente se fueron perdiendo en la muchedumbre y fueron dejados al costado del fútbol. El tal Bruno aguantó dos años en los Millonarios, con sólo 11 partidos jugados y dos goles.

En 1977 quedó libre y fichó para Los Andes en la B. Durante 10 sábados pudo calzarse la casaca milrayitas y fue subcampeón a sólo dos puntos de Estudiantes de Caseros. La llama de Bruno se consumía inexorablemente. El goleador del conjunto de Lomas de Zamora fue Lanza, con 21 anotaciones, a sólo un par de Carlos Danton Seppaquercia.

Nuestro antihéroe homenajeado ya no salía en la tapa de los diarios ni se lo escuchaba en los relatos, factores desencadenantes de su viaje a Chile para jugar en el Huachipato. Luego regresó con pena y sin gloria a tirar sus últimos cartuchos en Unión de Zapala e Independiente de Neuquén, para finalmente retirarse en 1982, con apenas 24 años.

Dos décadas después de ese histórico título de River, Bruno culminó su carrera de DT y fue a ejercer a un country. Todo lo que vino más tarde fue el anonimato. Por ahí dicen que lo vieron trabajando en un comedero de spetto corrido, pero para el mundo del fútbol siempre quedará muy lejos del monolito y demasiado cerca de la lápida. Minguito era un sabio: no le gustaban los “carneros”.

El Gol De Esa Noche Mágica Que Jamas Olvidará

//youtu.be/kMnds5ul9E0

[CENTER][FONT=Arial Black]Una Nota En La Actualidad


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[LEFT]Jueves 14 de agosto de 1975: 22 horas y 31 minutos… “Veo que Héctor Bargas me cruza una pelota desde 30 metros. Yo venía rápido y con el rocío de la noche trastabillo, pero el cuatro de Argentinos, Ricardo Próstamo, piensa que me caigo y se confía: para mala suerte de él, me tira un sombrero y la pelota me pega en la cabeza y sale hacia adelante. Así quedo mano a mano con el arquero Díaz. En esos diez segundos se me cruzaron muchísimas cosas por la cabeza, ver al arquero, esperar que cambiara de paso y tocar la pelota por abajo del cuerpo hacia el segundo palo. Recordarlo me emociona”, dice.

Rubén Bruno marco el gol que le dio el Metropolitano de 1975 a River Plate luego de 18 años de sequía. Esa tarde jugaron los pibes de la Tercera debido a que los profesionales estaban de huelga por una lucha por mejorar el Estatuto del Futbolista.

-¿Fue una jugada preparada?

-Sí. En el entretiempo hablé con Héctor Bargas, que era compañero mio en la Tercera, y le pedí que por favor me cruzara la pelota en diagonal, porque normalmente esa jugada nos daba resultados en nuestra categoría.

-¿Qué imágenes tenés?

-Fue apoteótico ver a tanta gente llorar, ¡comerse el pasto! En el gol estaba como loco y tuve una crisis de nervios: había una tensión muy fuerte y tras el festejo sentí un shock. Tuve que salir…

-¿Por el shock?

-Sí. Me agarró una crisis, me tiraron un poco de alcohol y agua en la cabeza, y entré otra vez.

-¿Causó malestar que los pibes jugaran ese partido?

-Sí. Por muchísimo tiempo tuvímos el mote de carneros. Fue mortal, pero jugamos porque quisimos. Votamos el día del partido y de los 20 concentrados, sólo Rubén Cabrera dijo que no.

-¿Cómo fue el reencuentro con Alonso, Jota Jota…?

-Difícil. Muy difícil. En el trato te dabas cuenta de que las cosas habían cambiado, y mucho.

-¿Qué fue de tu vida?

-Hay gente que está marcada por ser un ídolo y otros que están en el medio. Yo estaba para ubicarme en el medio, pero pasaron muchas cosas raras. Esos pibes merecíamos mejor suerte.

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Mi viejo me contó 45 veces la historia de este gol y el campeonato despues de 18 años. Le dimos 18 años de ventaja a todos y seguimos a 11 o 10 torneos del segundo, que gigante somos. Por que carajo nos toca estar en la B ahora? HASTA CON JUVENILES SALIMOS CAMPEONES LA CONCHA BIEN DE SU MADRE!!

Todo, absolutamente todo gracias al gran Angelito.

Alguien me explica por que motivo no jugaron los titulares en ese partido?

Habia huelga, por eso buscaron a los pibes amateurs