Hace un año...

15/02/2009

Fabbiani tiene pasta de campeón LEO FARINELLA | lfarinella@ole.com.ar Entra y nos cambia el humor. Nos hace reír. Esperamos que nos sorprenda. Cada vez que la pelota lo busca (como debe ser, no va a ir él a buscarla) algo productivo o divertido puede pasar. El responsable de este cambio de ánimo que venimos experimentando los hinchas de River es el Ogro Fabbiani. La estábamos pasando mal, en términos generales y puntualmente ayer en Rosario. No jugábamos a nada y teníamos en el área de enfrente un peso magro, del agrado de Cormillot o Ravenna. Entró el Ogro, Tanque, Gordo, como quieran decirle, y se fueron al tacho todas las dietas. Entró a jugar, a divertirse, a mostrar su clase, a jugar para él y para el equipo. River dejó la timidez y se transformó en ganador. Contagia optimismo. Es una buena noticia, una alegría, la reconciliación con un equipo que no nos venía dando muchos argumentos para la tan ansiada peregrinación semanal o por la Copa. Es la reivindicación de los grosos, los que valen lo que pesan, obvio que tiene que bajar unos kilitos y ponerse más atlético, pero no hace falta que corra como Ahumada. Allá arriba, dásela al Ogro que él se la banca. Esta cuestión de peso, tan instalada mediáticamente no sólo en lo futbolístico sino en la sociedad, no tiene en cuenta que a veces, en este mundo de la pelotita, el peso más complicado es el de la camiseta. Atletas de alto rendimiento, campeones del test de Cooper, grandes valores de hoy y de siempre, se ponen la banda roja y se les frunce. Llega este impostor, crack del sumo, terror de los panqueques, asesino de mil milanesas y varias causas gastronómicas pendientes y otras que están por venir, e instantáneamente ocurren un par de cosas no sólo producto de su tamaño: la famosa banda no le queda grande y no se arruga. Suena lógico: al gordo no le pesa la camiseta.

15/02/2010
Hace un año Fabbiani era “el nuevo idolo de River.” Que ilusos fuimos nosotros, los hinchas, que nos creímos que por un golcito estabámos ante la presencia de un ídolo.
La prensa lo catalogo como tal, invitandolo a todos los programas de televisión, haciendole entrevistas hasta a la madre.

¿Quién hubiera pensado hace un año que Fabbiani iba a ser insultado y no tenido en cuenta por el tecnico?
¿Quién hubiera pensado que Fabbiani además de ese gol a Central, iba a convertir dos goles más?
¿Quién hubiese creído a Pipo Gorosito cuando dijo: “El Ogro puede ser el Guillermo de River”, o cuando seis meses despues dijo: “Si el tanque anda bien, lo veo en Sudáfrica?”
¿Qué pensarán ahora todos los que se pusieron la máscara de Shrek en el partido con Banfield?
¿Qué pensará la gorda Fiona, que no hace nada más que demostrar la decadencia de River?

En definitiva, hace un año eramos optimistas, creíamos que con Fabbiani se iban a solucionar todos las problemas, y que estábamos ante la presencia de un nuevo ídolo.
Pasaron Pipo Gorosito, Aguilar, Israel, y ahora con Astrada y Passarella tampoco parece haber soluciones para este presente negro.
Hoy en día para saber algo de Fabbiani hay que ver los programas de chimentos, ningún club mostró interes por llevarse al Ogro, a quien tampoco se lo ve muy interesado en seguir jugando.

15/02/2011
¿Que pasará en River?
¿Estaremos en zona de descenso directo?
¿Quién será el DT?
¿Cómo recordaremos el 2010?
¿Seguiran Ortega, Almeyda y Gallardo?
¿Volverá a ser el mismo de antes Buonanotte?