Los que no son Coca Cola, al menos son Fanta. O Sprite cero.
Suman 16 apellidos. Promedian los 27 años. Tienen nombre, trayectoria y vuelo propio. Pueden llegar y ponerse la camiseta mañana mismo, una de las pretensiones primordiales. Por eso integran la lista sábana de prioridades que el técnico les entregó a los dirigentes hace una semana y Olé te cuenta en exclusiva.
Como Gorosito pretende “marcas”, figuras reconocidas o promesas ya probadas y con rodaje suficiente para el River de Ortega y Gallardo, arrancó descorchando exigencias. Nada de Pepsi. Y menos Pecsi. Para ahorrar ya hubo tiempo. El técnico les puso nombres a sus palabras. Y por más que sepa que salvo un par de casos los demás puedan terminar nadando en un mar de burbujas, pidió juntar las tapitas más difíciles. O al menos hacer el esfuerzo para no tener que conformarse sólo con agua.
La dificultad que implican sus pedidos se expresa en apenas dos casos. Sebastián Leto (22), por ejemplo, ayer firmó por cinco temporadas para el Panathinaikos griego después de ser campeón con el Olympiakos. Y Nacho Piatti (24), de la mano del grupo inversor que encabeza Tinelli, está muy cerca de ser el primer refuerzo del Cholo Simeone en San Lorenzo. Si se tachan ambos jugadores, el promedio sube a casi 28 (27,7).
Y no es casual: apenas tres posibles refuerzos, y dos de ellos arqueros, Nico Navarro (24) y el Gatito Romero (24) no superan los 25. El otro es Juan Pablo Caffa (24), el único que jugó los 38 partidos en la campaña del ascenso del Zaragoza. Y sin Leto ni Piatti entre el menú de posibilidades de volantes externos, la realidad del mercado muestra su crudeza en la figura del ex Arsenal: los aragoneses posee in tenciones de comprárselo al Betis, club que tampoco está dispuesto a desprenderse de Mariano Pavone (señalado por el DT en caso de que se vaya Falcao) si no hay efectivo en el medio.
Como los casi inaccesibles Lugano, Ayala, su ex compañero Iván Córdoba o los más terrenales Mercier y Santana, otro nombre repetido del anterior libro de pases es Navarro: Nico quiere saber si seguirá como titular en el Napoli ahora que su club acaba de comprar a De Sanctis (ex Galatasaray) y cuenta con cinco arqueros. Si a él lo tuvo en Argentinos, a Orión lo dirigió en San Lorenzo. Y a Fernández, dueño de los guantes en Cerro Porteño y la sorpresa de esta nómina, se lo recomendó Pedro Troglio. Como sea, uno debe llegar para pelearle el puesto a Vega.
Aunque Guille Pereyra está asomando, Pipo busca otro volante central si se va Ahumada. Y Bolatti se transforma en opción a partir de la oferta del Porto por el 50% de Falcao: la mitad del pase del cordobés y tres millones de euros cuando River pide cinco y el préstamo con opción del top del Clausura.
A no ser que entre plata fresca por las promocionadas ventas (el colombiano o Buonanotte), no hay chances de aspirar a los centrales de mayor renombre. Ni siquiera al Pampa Romero (ex Lanús, hoy en Morelia) o a otra debilidad del entrenador, Darío Cvitanich, quien se clasificó a la Copa UEFA con el Ajax.
Reforzame. Reforzate. Pipo es un hombre común. Y quiere Coca Cola.