Gobierno vs. Monsanto

ECONOMIA › FALLO A FAVOR DE LA ARGENTINA EN UNA DEMANDA DE LA MULTINACIONAL

Monsanto muerde la semilla

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea desechó el reclamo de la compañía estadounidense para cobrar regalías por las exportaciones de harina de soja desde la Argentina. Es un pleito que empezó en 2006 y que llegó a frenar envíos.

Por Sebastián Premici

El gobierno argentino le ganó una pulseada a la multinacional Monsanto. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) resolvió que la compañía “no puede prohibir” la comercialización en Europa de la harina de soja argentina que contiene, en estado residual, una secuencia de ADN patentada por la empresa estadounidense en el Viejo Continente pero no en Argentina. Monsanto quería cobrar regalías –entre 15 y 18 dólares la tonelada– por la harina producida en el país, a pesar de no contar con una patente para ello. De esta manera, se le puso fin a un ida y vuelta de demandas judiciales iniciado en 2006, donde incluso Monsanto logró frenar embarques nacionales en puertos holandeses. Este fallo llegó cuando el Ministerio de Agricultura está analizando un Plan Estratégico Agroalimentario, en el cual uno de sus puntos esenciales es la creación de una nueva Ley de Semillas que beneficie a los productores locales y no a las multinacionales.

“Una patente europea es sólo efectiva cuando el producto protegido es utilizado con la misma función con la que está registrado. Esta función ya no puede ejercerse cuando la secuencia de ADN se encuentra en estado residual en la harina de soja, que es una materia inerte obtenida tras varias operaciones de transformación”, puede leerse en el fallo del tribunal de la UE, que tiene sede en Luxemburgo. Esto significa que aunque las harinas importadas tenían restos de la soja patentada, se trata de un producto final “inerte”.

Según indicaron en Monsanto a Página/12, el tribunal europeo no emitió un fallo, sino que se expidió luego de una consulta de la Justicia holandesa, que quería saber si la empresa tenía derecho (o no) a reclamar por la patente de la soja conocida como RR1. El tribunal europeo dijo claramente que no. De esta manera, ratificó una directiva de la UE donde se había establecido que “las patentes no corrían sobre los subproductos”. “La opinión está bien, puede servir para otros casos que se den en el futuro, pero nosotros ya cerramos nuestro pleito con las importadoras holandesas. Además, la patente RR1 vence entre 2011 y 2014, así que ahora estamos comprometidos en trabajar en nuevas tecnologías”, indicaron a este diario desde la multinacional.

Casi como olfateando la decisión del tribunal, Monsanto retiró la semana pasada una demanda contra dos importadores europeos –Cefetra y Alfred C. Toepfer Internacional–, para “minimizar” las consecuencias de la resolución de la Justicia europea.

La disputa con Monsanto comenzó en 2006, cuando la multinacional consiguió frenar en Europa cuatro contenedores con la harina de soja cuestionada. Por ese entonces, el secretario de Agricultura era Miguel Campos. Además de estas trabas, la multinacional realizó varias reuniones en la embajada estadounidense para conseguir el apoyo de los productores agropecuarios. Esto motivó una dura respuesta de Campos.

“El pago de patentes es un derecho que no puede pretenderse por la fuerza. El Gobierno asegura que la compañía no tiene derecho a reclamar esa compensación porque el gen no está patentado en el país. La actitud de la empresa es provocadora y tiende a confundir a la sociedad”, había indicado el funcionario en 2006. Esas palabras le valieron una felicitación por parte de Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria, hoy aliado de la Sociedad Rural y CRA, representantes empresarios interesados en eliminar las retenciones a la soja.

Más allá de este fallo, el conflicto alrededor del patentamiento de semillas no está saldado. El Gobierno quiere impulsar el desarrollo de un Plan Estratégico Agroalimentario, uno de cuyos ejes centrales es la sanción de un nuevo marco regulatorio para las semillas.

Página/12 :: Economía :: Monsanto muerde la semilla

ECONOMIA › FALLO A FAVOR DE LA ARGENTINA EN UNA DEMANDA DE LA MULTINACIONAL

Monsanto muerde la semilla

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea desechó el reclamo de la compañía estadounidense para cobrar regalías por las exportaciones de harina de soja desde la Argentina. Es un pleito que empezó en 2006 y que llegó a frenar envíos.

Por Sebastián Premici

El gobierno argentino le ganó una pulseada a la multinacional Monsanto. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) resolvió que la compañía “no puede prohibir” la comercialización en Europa de la harina de soja argentina que contiene, en estado residual, una secuencia de ADN patentada por la empresa estadounidense en el Viejo Continente pero no en Argentina. Monsanto quería cobrar regalías –entre 15 y 18 dólares la tonelada– por la harina producida en el país, a pesar de no contar con una patente para ello. De esta manera, se le puso fin a un ida y vuelta de demandas judiciales iniciado en 2006, donde incluso Monsanto logró frenar embarques nacionales en puertos holandeses. Este fallo llegó cuando el Ministerio de Agricultura está analizando un Plan Estratégico Agroalimentario, en el cual uno de sus puntos esenciales es la creación de una nueva Ley de Semillas que beneficie a los productores locales y no a las multinacionales.

“Una patente europea es sólo efectiva cuando el producto protegido es utilizado con la misma función con la que está registrado. Esta función ya no puede ejercerse cuando la secuencia de ADN se encuentra en estado residual en la harina de soja, que es una materia inerte obtenida tras varias operaciones de transformación”, puede leerse en el fallo del tribunal de la UE, que tiene sede en Luxemburgo. Esto significa que aunque las harinas importadas tenían restos de la soja patentada, se trata de un producto final “inerte”.

Según indicaron en Monsanto a Página/12, el tribunal europeo no emitió un fallo, sino que se expidió luego de una consulta de la Justicia holandesa, que quería saber si la empresa tenía derecho (o no) a reclamar por la patente de la soja conocida como RR1. El tribunal europeo dijo claramente que no. De esta manera, ratificó una directiva de la UE donde se había establecido que “las patentes no corrían sobre los subproductos”. “La opinión está bien, puede servir para otros casos que se den en el futuro, pero nosotros ya cerramos nuestro pleito con las importadoras holandesas. Además, la patente RR1 vence entre 2011 y 2014, así que ahora estamos comprometidos en trabajar en nuevas tecnologías”, indicaron a este diario desde la multinacional.

Casi como olfateando la decisión del tribunal, Monsanto retiró la semana pasada una demanda contra dos importadores europeos –Cefetra y Alfred C. Toepfer Internacional–, para “minimizar” las consecuencias de la resolución de la Justicia europea.

La disputa con Monsanto comenzó en 2006, cuando la multinacional consiguió frenar en Europa cuatro contenedores con la harina de soja cuestionada. Por ese entonces, el secretario de Agricultura era Miguel Campos. Además de estas trabas, la multinacional realizó varias reuniones en la embajada estadounidense para conseguir el apoyo de los productores agropecuarios. Esto motivó una dura respuesta de Campos.

“El pago de patentes es un derecho que no puede pretenderse por la fuerza. El Gobierno asegura que la compañía no tiene derecho a reclamar esa compensación porque el gen no está patentado en el país. La actitud de la empresa es provocadora y tiende a confundir a la sociedad”, había indicado el funcionario en 2006. Esas palabras le valieron una felicitación por parte de Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria, hoy aliado de la Sociedad Rural y CRA, representantes empresarios interesados en eliminar las retenciones a la soja.

Más allá de este fallo, el conflicto alrededor del patentamiento de semillas no está saldado. El Gobierno quiere impulsar el desarrollo de un Plan Estratégico Agroalimentario, uno de cuyos ejes centrales es la sanción de un nuevo marco regulatorio para las semillas.

Página/12 :: Economía :: Monsanto muerde la semilla

El otro día vi la película ‘El mundo según Monsanto’… qué tipos hijos de puta

Grossa película … hay otra que se llama “La corporación”, que trata sobre varias corporaciones en general, pero habla bastante de Monsanto también … está muy buena para verla también.

Gobierno vs. Monsanto???:lol:. Este Gobierno sigue sin escuchar los reclamos de los productores sobre el impacto negativo de las semillas transgénicas en los terrenos. Incluso Buzzi cuestionó con fuerza ,hasta que se sumó a la mesa de enlace(hasta que se sumó al negocio de la soja), a los productores de las semillas.

Pude ver las 2, una mejor que otra. Corporaciones como Monsanto son las que manejan el mundo, no los gobernantes. Hablar de Gobierno vs Monsanto me parece una exageración por los mismos motivos que plantea Nicolás.

En la telesis de Oscar que habla de titulos y de no comprender la y/o partes de la nota :), digo que (bah, supongo) el titulo refiere a la contienda judicial entablada por Monsanto contra el Gobierno Argentino.

esta muy mal que descrea en el derecho internacional?? bah, al menos en el publico… hay demasiada impunidad para los grandes… igual en la nota dice que no fallo, sino que respondio a una consulta de la justicia holandesa… bah me parece bastante confusa la nota en su redaccion:P

Me alegra que haya salido el fallo, y mucho más que haya sido en contra de Monsanto.

Abrazos, Martín.

Es de lo que trata la nota.

Monsanto lo que desarrollo fue el gen modificado que hace que la soja sea resistente a Glifosato o Roundup Resistant (de ahi el RR1) eso permite usar dicho herbicida como unico herbicida para eliminar malezas, entonces si vos tenes harina de soja que al ser un producto de la molienda de la misma, el gen sigue estando pero su utilizacion para el fin que fue creado y por el que se cobra no existe entonces cobrar una patente por eso es cualquier cosa.

Yo no estoy hablando de la producción agricola derivada del uso de productos monsanto, estoy hablando del daño que esos productos le hacen a los ecosistemas.

Por fin un tribunal internacional falla a favor de un pais como Argentina contra una multinacional.

Ah, ok, pensé que te referías al mismo reclamo de Buzzi que comenta la nota.

Monsanto es la peor mierda que existe en este planeta.

Monsanto es quien lleva las mayores ganancias del precio de la soja, y quien más daño hace al ambiente

El tema transgénicos debería ser llevado a UNASUR. Esta en peligro la soberanía alimentaria de Sudamérica.

Ojo que los transgenicos tampoco son tan malos como los pintan, el problema asociado a la soja RR es principalmente que los agricultores menos tecnificados tienden a usar glifosato indiscriminadamente porque es mas facil y comodo, esto es lo que causa el daño al medio ambiente. Igual te digo que segun las reglas del juego erradicar a los transgenicos es muy pero muy dificil y no pasa del todo por el interes economico de las multinacionales que los venden o las que venden agroquimicos, anda a decirle a un tipo que solamente sabe usar glifosato para erradicar maleza que va a tener que aprender sobre 4 o 5 herbicidas con sus respectivas dosificaciones y formas de aplicacion.

Tengo entendido que en Europa, el glifosato está prohibido, y está permitido en EEUU. La posible causa de esa diferencia es que los campos en EEUU están lejos de zonas pobladas, lo que no pasa en Europa.
Argentina está en una situación intermedia, si fuera esta la razón, ya que posee grandes extensiones, pero las zonas de mayor producción, también son las más pobladas

En San Jorge,Pcia de Santa Fe,la justicia prohibio el glifosato,por la cantidad de pibes que se enfermaron.

Un fallo contrario a la soja

La prohibición de emplear el glifosato en una zona de Santa Fe carece de base científica y perjudica a los productores

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				Sábado 27 de marzo de 2010 | [b]Publicado en edición impresa [/b] 					          			

Un fallo de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Santa Fe prohibió el uso del herbicida glifosato en un radio de 800 metros que circundan la ciudad de San Jorge, que podría extenderse a las poblaciones de la provincia, al aducir riesgos para la salud humana.
Anteriormente, el Ministerio de Defensa de la Nación prohibió su utilización en los campos administrados por las Fuerzas Armadas. Se intentaría también lograr una decisión del gobierno provincial a cargo del gobernador Hermes Binner en el mismo sentido para toda la provincia.
El herbicida, utilizado en el país desde hace décadas, tiene la virtud de destruir todas las malezas sin afectar la soja, el maíz y el algodón genéticamente modificados. Significa, pues, un enorme beneficio económico para la productividad y los costos de estos tres importantes cultivos y, potencialmente, para muchos otros.
En su momento, el glifosato utilizado desde hace más de 30 años en Estados Unidos, seguido por la Argentina y otras cien naciones, fue estudiado y avalado por la importante Agencia de Protección Ambiental (EPA) del país del Norte y por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y recibió la calificación de levemente tóxico, vale decir, de riesgo menor a una gran proporción de los utilizados en actividades diversas. En nuestro país, recibió la indispensable aprobación del Senasa para su utilización.
Sin embargo, meses atrás, la Asociación de Abogados Ambientalistas presentó un amparo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para demandar su prohibición, fundada en un estudio aún no publicado de un profesional del Conicet que recibió fundadas críticas de parte del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, quien calificó de poco ético el procedimiento de publicar un trabajo preliminar. Por su parte, en medio de aquella polémica, un Consejo de Expertos del Conicet hizo saber que el herbicida, utilizado bajo las normas establecidas, no acarrea riesgos para la salud humana.
Los cultivos de especies genéticamente modificados están basados en el famoso descubrimiento del ADN en la década del 50, que está revolucionando la producción animal y vegetal, así como la farmacopea, las relaciones sociales y otras áreas. Significa, en este caso, reemplazar un gen de los más de 20.000 que componen las mayorías de las especies aludidas, mediante procedimientos de alta precisión, menos complejos y costosos que los utilizados tradicionalmente para el mejoramiento de las especies.
Las academias más importantes del mundo han avalado estas formidables invenciones, entre las cuales la soja es, por ahora, el mayor beneficiario. El binomio soja-glifosato ha aportado beneficios a nuestro país. Virtualmente todos nuestros productores han adoptado esta combinación.
Unas 18 millones de hectáreas de soja y casi todo el maíz y el algodón la han adoptado. Lo aquí expresado, sobre la base del conocimiento mencionado, aconseja desestimar por las vías que correspondan, cualquier propósito de extender las prohibiciones adoptadas. De llevarse adelante los propósitos mencionados, perderán los propietarios de las tierras vecinas de los pueblos por la desvalorización que sufrirán sus campos. Y perderán la cadena productiva, el propio gobierno y la sociedad toda.