Garré asume en Seguridad, busca aplicar ASD y descabeza la Federal

Garré asume con un plan para la “seguridad democrática”
15 de diciembre de 2010 21:40

Nilda Garré tomó las riendas del Ministerio de Seguridad para hacer frente a una de las principales demandas sociales, pero con eje en el “Acuerdo para una política de Seguridad Democrática”, y opuesto a los discursos de mano dura.

El ASD, presentado en diciembre de 2009 con respaldo del arco político progresista, surgió con el objetivo de consolidar un espacio de debate y elaboración de propuestas para abordar el problema de la inseguridad que brinde soluciones inmediatas y perdurables, pero evite el “facilismo represivo”.

En un comunicado, los impulsores del ASD señalaron que la creación del Ministerio de Seguridad “representa una oportunidad histórica para llevar adelante reformas destinadas a garantizar la conducción política del sistema federal de seguridad, que fueron postergadas desde la recuperación de la democracia”.

“La alianza multisectorial que integra el ASD y el trabajo realizado por los especialistas con experiencia en gestión, académicos, organizaciones de la sociedad civil y referentes de todas las fuerzas políticas que adhieren a este programa de seguridad representan hoy el espacio desde donde nutrir y sostener los cambios que requiere esta nueva etapa”, indicó la nota de prensa.

Los firmantes, entre ellos el director ejecutivo del CELS, Gastón Chillier; el ex ministro de Seguridad bonaerense León Arslanian; y el ex interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria Marcelo Saín advirtieron que las prioridades del nuevo Ministerio “deben orientarse a poner fin al autogobierno de las fuerzas de seguridad, en particular de la Policía Federal, que representa una amenaza permanente para el sistema democrático”.

Pero, además, marcaron la necesidad de “encontrar soluciones inmediatas y perdurables para las legítimas demandas de la sociedad, a partir del desarrollo de políticas multiagenciales y de una eficaz coordinación a nivel federal, provincial y local”.

“Una reforma de este tipo requiere partir de un diagnóstico situacional apropiado acerca de las modalidades de la violencia y el delito, como el que propusimos en el proyecto de ley de creación del Observatorio Nacional”, señalaron los especialistas, entre ellos también el secretario ejecutivo de la Comisión Provincial por la Memoria, Alejandro Mosquera; el vicepresidente de INECIP, Alberto Binder; y Enrique Font, secretario de Seguridad Comunitaria de Santa Fe.

En el comunicado, [b]la ASD remarcó además que para generar esas transformaciones “será necesario dotar de capacidad técnica y política a dependencias estatales como la actual Secretaría de Seguridad Interior, la Dirección Nacional de Política Criminal, la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal y el Consejo de Seguridad Interior, que se integrarán al nuevo Ministerio”.

“A esto se deberá sumar la creación de un área dedicada al control interno y externo del desempeño de las fuerzas de seguridad”, reclamaron.
[/b]
Finalmente, la ASD señaló que “la sucesión de hechos de violencia policial de los últimos meses es una clara muestra de la crisis del sistema de seguridad y del fracaso de las formas de autogestión de las fuerzas policiales, tanto a nivel nacional como provincial”.

“El asesinato de tres personas en el conflicto por la ocupación del Parque Indoamericano en Villa Soldati; las cuatro ejecuciones de jóvenes por parte de la policía rionegrina; el asesinato de un indígena toba en Formosa; y el crimen de Mariano Ferreyra a manos de una patota sindical ante la inacción de la Policía Federal, ponen de manifiesto la necesidad de impulsar sin más demora reformas sostenidas que se extiendan a todo el país”, insistió.

El ASD originalmente tuvo las firmas entre muchas otras de integrantes del oficialismo; del peronismo disidente, como Felipe Solá; de dirigentes de la UCR como Gerardo Morales, y Ricardo Alfonsín, la diputada de la Coalición Cívica Marcela Rodríguez, referentes de otras fuerzas políticas como Margarita Stolbizer, Fernando “Pino” Solanas y Martín Sabbatella, el juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni; el titular de la CGT, Hugo Moyano, y el de la CTA, Hugo Yasky, y casi todos los organismos de derechos humanos.

Garré asume con un plan para la “seguridad democrática”


Cambios en el área de seguridad
Garré removió a Vallecca y a toda la cúpula de la Policía Federal

El nuevo jefe es el comisario Enrique Capdevila; pasaron a retiro a 11 comisarios generales

                                                                Viernes 17 de diciembre de 2010 |

Gustavo Carabajal
LA NACION

Con el pase a retiro de los 11 comisarios generales que integraban la cúpula de la Policía Federal, comenzó anoche la reforma de la fuerza de seguridad encarada por la nueva ministra, Nilda Garré.
Después de seis años y medio, el comisario general Néstor Vallecca dejó de ser el jefe de la Policía Federal. En su lugar, Garré designó al comisario mayor Enrique Capdevila, de 56 años, que se desempeñaba como jefe de la Dirección General de Orden Urbano.
También se comunicó, al filo de la medianoche (una hora inusual para un anuncio de esta naturaleza), que Alejandro Di Nizo, de 54 años, un comisario mayor con no más de un año en ese escalafón y que realizó casi toda su carrera en el Departamento Interpol, asumirá como subjefe de la Policía Federal en lugar del comisario general Jorge Oriolo.
La decisión de Garré constituyó un cambio de dirección fuerte en cuanto a los intérpretes que deberán aplicar la política de seguridad del Gobierno. “Se trató de un mensaje contundente para los casi 40.000 efectivos que tiene esta fuerza de seguridad”, dijo uno de los integrantes de la nueva cúpula. Las designaciones de Capdevila y Di Nizo se concretaron luego de que el equipo de colaboradores de la ministra Garré analizara los legajos de los 30 comisarios mayores que se desempeñan en la Policía Federal.
Anoche, la sorpresa fue grande entre los oficiales superiores de la fuerza. Durante la tarde, en la sede del Departamento Central de la Policía Federal, eran otros dos los nombres que figuraban como principales candidatos a ocupar los cargos de jefe y subjefe. Ambos candidatos eran dos comisarios generales recientemente nombrados. Sin embargo, al caer la tarde los colaboradores de Garré le sugirieron a la ministra hacer un cambio más profundo y comenzar la nueva etapa con los oficiales superiores que no tuvieron vinculación con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak.
Así surgió el nombre de Capdevila, un comisario mayor con mucha experiencia en comisarías y que habría sido compañero de colegio del secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini.
Antes del anuncio oficial, ayer por la mañana, ante los inminentes cambios en la cúpula de la Policía Federal que se producirían a partir de la designación de Garré, la mayoría de los comisarios generales antiguos comenzaron a preparar su retiro.
El panorama en el edificio Moreno 1550 mostraba a los distintos superintendentes a la espera la comunicación oficial del pase a retiro. Era la primera de una serie de medidas que tomarían los funcionarios del ministerio creado oficialmente anteayer con el fin de realizar una profunda renovación en la faz operativa y doctrinaria de Policía Federal.
El nuevo jefe de la fuerza salió de un listado de 30 comisarios mayores, cuyos legajos comenzaron a ser analizados el martes pasado por el equipo de colaboradores de Garré. Todos aquellos oficiales que participaron activamente durante la época del gobierno militar o que tuvieran alguna denuncia por violaciones de los derechos humanos fueron desplazados.
Dicha medida está relacionada con el perfil de los miembros del equipo de colaboradores de Garré, integrado por la fiscal Cristina Caamaño, a cargo de la Secretaría de Seguridad, y Gustavo Sibilia, a cargo de Planeamiento y Estrategia.
Desde el Gobierno se buscó una salida elegante para el jefe de la fuerza de seguridad, Vallecca. Los máximos referentes del Poder Ejecutivo tenían varias razones de peso para no forzar un retiro traumático de Vallecca: estuvo seis años y medio al frente de la Policía Federal; ningún otro jefe comandó durante tanto tiempo la institución. Y además Vallecca enfrentó más de 7000 manifestaciones y, en particular, su designación como máximo responsable de la Policía Federal contó en su momento con la anuencia del entonces presidente Néstor Kirchner.
Algunos de los oficiales jefes consultados por La Nacion entendieron que la depuración era una cuestión cíclica y lógica, pero también asumieron que el recambio planteado por el Gobierno constituía uno de los ejes la nueva política de seguridad. “Se debe aplicar una política de seguridad seria y efectiva para la gente, que hasta ahora el Gobierno no logró”, afirmó uno de los altos jefes policiales consultados.
Según los comisarios que ayer comenzaron a preparar su retiro, otra de las cuestiones que deberá considerar la nueva conducción será la de reforzar las dotaciones de las comisarías, debido a que fueron seriamente afectadas para poder controlar las decenas de manifestaciones que se suceden cotidianamente en la Capital.
Esperan que ahora la policía pueda actuar ante delitos de acción de pública que rozan la política, como los cometidos en el parque Indoamericano, sin tener que pedir permiso al poder político, como viene ocurriendo hasta ahora.
Otra de las cuentas pendientes que el Gobierno deberá encarar con la nueva conducción de la Policía Federal, según las fuentes consultadas, tiene relación con la Justicia. Creen que deben poner freno a las excarcelaciones de los ladrones en la Capital. “No puede ser que la policía detenga una docena de veces al mismo ladrón en un año. Este sistema de la puerta giratoria deberá cambiar para que cualquier plan de seguridad pueda tener éxito”, dijo un veterano jefe policial.
Garré tiene bajo su mando las cuatro fuerzas federales de seguridad. Con casi 40.000 efectivos, la Policía Federal es la más numerosa.

Garr removi a Vallecca y a toda la cpula de la Polica Federal - lanacion.com


Me gusta Garré y la designación de la fiscal Camaño, es un buen primer paso. Esto es lo que venimos pidiendo. Solución a los problemas de inseguridad sin aplicar mano dura. Y una reforma policial, que esperemos, veremos con el tiempo, sea lo necesariamente profunda.

Por último, una buena reflexión de un bloggero K:

Ahí la tienen a Cristina

Publicadas por Gerardo Fernández

Cuando muchos le auguraban una plancha de un año y otros ponían en duda su capacidad de mando, Cristina aparece encarando la reforma más compleja y por cierto riesgosa que un gobierno democrático pueda emprender: Imponer el control y mando civil a la Policía Federal. Aprovecha el momento con precisión de relojería. Nunca tendrá tanta buena imagen y por ende tanto resto político como para emprender esta tarea complejísima.

Los titulares parecen un invento. Ver la cúpula de la Federal descabezada y a tres mujeres encabezando la ofensiva para imponerle de una buena vez el control civil y democrático a la Policía Federal parece de otro mundo, pero está sucediendo acá, ante nuestras narices.

Teléfono para los que dudan de la capacidad, el coraje y audacia de nuestra presidenta.

Tirando al Medio: Ahí la tienen a Cristina

Garré asume con un plan para la “seguridad democrática”
15 de diciembre de 2010 21:40

Nilda Garré tomó las riendas del Ministerio de Seguridad para hacer frente a una de las principales demandas sociales, pero con eje en el “Acuerdo para una política de Seguridad Democrática”, y opuesto a los discursos de mano dura.

El ASD, presentado en diciembre de 2009 con respaldo del arco político progresista, surgió con el objetivo de consolidar un espacio de debate y elaboración de propuestas para abordar el problema de la inseguridad que brinde soluciones inmediatas y perdurables, pero evite el “facilismo represivo”.

En un comunicado, los impulsores del ASD señalaron que la creación del Ministerio de Seguridad “representa una oportunidad histórica para llevar adelante reformas destinadas a garantizar la conducción política del sistema federal de seguridad, que fueron postergadas desde la recuperación de la democracia”.

“La alianza multisectorial que integra el ASD y el trabajo realizado por los especialistas con experiencia en gestión, académicos, organizaciones de la sociedad civil y referentes de todas las fuerzas políticas que adhieren a este programa de seguridad representan hoy el espacio desde donde nutrir y sostener los cambios que requiere esta nueva etapa”, indicó la nota de prensa.

Los firmantes, entre ellos el director ejecutivo del CELS, Gastón Chillier; el ex ministro de Seguridad bonaerense León Arslanian; y el ex interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria Marcelo Saín advirtieron que las prioridades del nuevo Ministerio “deben orientarse a poner fin al autogobierno de las fuerzas de seguridad, en particular de la Policía Federal, que representa una amenaza permanente para el sistema democrático”.

Pero, además, marcaron la necesidad de “encontrar soluciones inmediatas y perdurables para las legítimas demandas de la sociedad, a partir del desarrollo de políticas multiagenciales y de una eficaz coordinación a nivel federal, provincial y local”.

“Una reforma de este tipo requiere partir de un diagnóstico situacional apropiado acerca de las modalidades de la violencia y el delito, como el que propusimos en el proyecto de ley de creación del Observatorio Nacional”, señalaron los especialistas, entre ellos también el secretario ejecutivo de la Comisión Provincial por la Memoria, Alejandro Mosquera; el vicepresidente de INECIP, Alberto Binder; y Enrique Font, secretario de Seguridad Comunitaria de Santa Fe.

En el comunicado, [b]la ASD remarcó además que para generar esas transformaciones “será necesario dotar de capacidad técnica y política a dependencias estatales como la actual Secretaría de Seguridad Interior, la Dirección Nacional de Política Criminal, la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal y el Consejo de Seguridad Interior, que se integrarán al nuevo Ministerio”.

“A esto se deberá sumar la creación de un área dedicada al control interno y externo del desempeño de las fuerzas de seguridad”, reclamaron.
[/b]
Finalmente, la ASD señaló que “la sucesión de hechos de violencia policial de los últimos meses es una clara muestra de la crisis del sistema de seguridad y del fracaso de las formas de autogestión de las fuerzas policiales, tanto a nivel nacional como provincial”.

“El asesinato de tres personas en el conflicto por la ocupación del Parque Indoamericano en Villa Soldati; las cuatro ejecuciones de jóvenes por parte de la policía rionegrina; el asesinato de un indígena toba en Formosa; y el crimen de Mariano Ferreyra a manos de una patota sindical ante la inacción de la Policía Federal, ponen de manifiesto la necesidad de impulsar sin más demora reformas sostenidas que se extiendan a todo el país”, insistió.

El ASD originalmente tuvo las firmas entre muchas otras de integrantes del oficialismo; del peronismo disidente, como Felipe Solá; de dirigentes de la UCR como Gerardo Morales, y Ricardo Alfonsín, la diputada de la Coalición Cívica Marcela Rodríguez, referentes de otras fuerzas políticas como Margarita Stolbizer, Fernando “Pino” Solanas y Martín Sabbatella, el juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni; el titular de la CGT, Hugo Moyano, y el de la CTA, Hugo Yasky, y casi todos los organismos de derechos humanos.

Garré asume con un plan para la “seguridad democrática”


Cambios en el área de seguridad
Garré removió a Vallecca y a toda la cúpula de la Policía Federal

El nuevo jefe es el comisario Enrique Capdevila; pasaron a retiro a 11 comisarios generales

                                                                Viernes 17 de diciembre de 2010 |

Gustavo Carabajal
LA NACION

Con el pase a retiro de los 11 comisarios generales que integraban la cúpula de la Policía Federal, comenzó anoche la reforma de la fuerza de seguridad encarada por la nueva ministra, Nilda Garré.
Después de seis años y medio, el comisario general Néstor Vallecca dejó de ser el jefe de la Policía Federal. En su lugar, Garré designó al comisario mayor Enrique Capdevila, de 56 años, que se desempeñaba como jefe de la Dirección General de Orden Urbano.
También se comunicó, al filo de la medianoche (una hora inusual para un anuncio de esta naturaleza), que Alejandro Di Nizo, de 54 años, un comisario mayor con no más de un año en ese escalafón y que realizó casi toda su carrera en el Departamento Interpol, asumirá como subjefe de la Policía Federal en lugar del comisario general Jorge Oriolo.
La decisión de Garré constituyó un cambio de dirección fuerte en cuanto a los intérpretes que deberán aplicar la política de seguridad del Gobierno. “Se trató de un mensaje contundente para los casi 40.000 efectivos que tiene esta fuerza de seguridad”, dijo uno de los integrantes de la nueva cúpula. Las designaciones de Capdevila y Di Nizo se concretaron luego de que el equipo de colaboradores de la ministra Garré analizara los legajos de los 30 comisarios mayores que se desempeñan en la Policía Federal.
Anoche, la sorpresa fue grande entre los oficiales superiores de la fuerza. Durante la tarde, en la sede del Departamento Central de la Policía Federal, eran otros dos los nombres que figuraban como principales candidatos a ocupar los cargos de jefe y subjefe. Ambos candidatos eran dos comisarios generales recientemente nombrados. Sin embargo, al caer la tarde los colaboradores de Garré le sugirieron a la ministra hacer un cambio más profundo y comenzar la nueva etapa con los oficiales superiores que no tuvieron vinculación con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak.
Así surgió el nombre de Capdevila, un comisario mayor con mucha experiencia en comisarías y que habría sido compañero de colegio del secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini.
Antes del anuncio oficial, ayer por la mañana, ante los inminentes cambios en la cúpula de la Policía Federal que se producirían a partir de la designación de Garré, la mayoría de los comisarios generales antiguos comenzaron a preparar su retiro.
El panorama en el edificio Moreno 1550 mostraba a los distintos superintendentes a la espera la comunicación oficial del pase a retiro. Era la primera de una serie de medidas que tomarían los funcionarios del ministerio creado oficialmente anteayer con el fin de realizar una profunda renovación en la faz operativa y doctrinaria de Policía Federal.
El nuevo jefe de la fuerza salió de un listado de 30 comisarios mayores, cuyos legajos comenzaron a ser analizados el martes pasado por el equipo de colaboradores de Garré. Todos aquellos oficiales que participaron activamente durante la época del gobierno militar o que tuvieran alguna denuncia por violaciones de los derechos humanos fueron desplazados.
Dicha medida está relacionada con el perfil de los miembros del equipo de colaboradores de Garré, integrado por la fiscal Cristina Caamaño, a cargo de la Secretaría de Seguridad, y Gustavo Sibilia, a cargo de Planeamiento y Estrategia.
Desde el Gobierno se buscó una salida elegante para el jefe de la fuerza de seguridad, Vallecca. Los máximos referentes del Poder Ejecutivo tenían varias razones de peso para no forzar un retiro traumático de Vallecca: estuvo seis años y medio al frente de la Policía Federal; ningún otro jefe comandó durante tanto tiempo la institución. Y además Vallecca enfrentó más de 7000 manifestaciones y, en particular, su designación como máximo responsable de la Policía Federal contó en su momento con la anuencia del entonces presidente Néstor Kirchner.
Algunos de los oficiales jefes consultados por La Nacion entendieron que la depuración era una cuestión cíclica y lógica, pero también asumieron que el recambio planteado por el Gobierno constituía uno de los ejes la nueva política de seguridad. “Se debe aplicar una política de seguridad seria y efectiva para la gente, que hasta ahora el Gobierno no logró”, afirmó uno de los altos jefes policiales consultados.
Según los comisarios que ayer comenzaron a preparar su retiro, otra de las cuestiones que deberá considerar la nueva conducción será la de reforzar las dotaciones de las comisarías, debido a que fueron seriamente afectadas para poder controlar las decenas de manifestaciones que se suceden cotidianamente en la Capital.
Esperan que ahora la policía pueda actuar ante delitos de acción de pública que rozan la política, como los cometidos en el parque Indoamericano, sin tener que pedir permiso al poder político, como viene ocurriendo hasta ahora.
Otra de las cuentas pendientes que el Gobierno deberá encarar con la nueva conducción de la Policía Federal, según las fuentes consultadas, tiene relación con la Justicia. Creen que deben poner freno a las excarcelaciones de los ladrones en la Capital. “No puede ser que la policía detenga una docena de veces al mismo ladrón en un año. Este sistema de la puerta giratoria deberá cambiar para que cualquier plan de seguridad pueda tener éxito”, dijo un veterano jefe policial.
Garré tiene bajo su mando las cuatro fuerzas federales de seguridad. Con casi 40.000 efectivos, la Policía Federal es la más numerosa.

Garr removi a Vallecca y a toda la cpula de la Polica Federal - lanacion.com


Me gusta Garré y la designación de la fiscal Camaño, es un buen primer paso. Esto es lo que venimos pidiendo. Solución a los problemas de inseguridad sin aplicar mano dura. Y una reforma policial, que esperemos, veremos con el tiempo, sea lo necesariamente profunda.

Por último, una buena reflexión de un bloggero K:

Ahí la tienen a Cristina

Publicadas por Gerardo Fernández

Cuando muchos le auguraban una plancha de un año y otros ponían en duda su capacidad de mando, Cristina aparece encarando la reforma más compleja y por cierto riesgosa que un gobierno democrático pueda emprender: Imponer el control y mando civil a la Policía Federal. Aprovecha el momento con precisión de relojería. Nunca tendrá tanta buena imagen y por ende tanto resto político como para emprender esta tarea complejísima.

Los titulares parecen un invento. Ver la cúpula de la Federal descabezada y a tres mujeres encabezando la ofensiva para imponerle de una buena vez el control civil y democrático a la Policía Federal parece de otro mundo, pero está sucediendo acá, ante nuestras narices.

Teléfono para los que dudan de la capacidad, el coraje y audacia de nuestra presidenta.

Tirando al Medio: Ahí la tienen a Cristina

interesantes las primeras medidas y parece piola el plan de seguridad (este es de De Narvaez o ese plan todavía no apareció??)
ojala se avance también en el control ciudadano:)

El mapa del colombiano fue un rotundo fracaso en la ciudad, se ve que ni quiso proponerlo a nivel nacional.

Finalmente, la ASD señaló que “la sucesión de hechos de violencia policial de los últimos meses es una clara muestra de la crisis del sistema de seguridad y del fracaso de las formas de autogestión de las fuerzas policiales, tanto a nivel nacional como provincial”.

Esto me parece lo mas importante, hay que eliminar la autarquía de las fuerzas de seguridad.

Excelente Ministra, siga yendo al frente que la espalda es ancha y a las lacras hay que ir mandandolas a su casita.

Me encantó algo que escuché hoy a la mañana, que Marcelo Saín va a ser parte importante de este nuevo esquema de seguridad. Si no lo conocen búsquenlo en youtube, el flaco es crack en serio, la tiene muy clara.

Dejo una entrevista titulada “Ningún político se le anima a la Federal” al flaco:

http://notas.desaparecidos.org/2010/02/marcelo_sain_ningun_politico_s.html