Futbol: el nombre de la diferencia misma [OPINIÓN]

¿Cuántas veces se dijo que nuestra pasión por el fútbol era la misma?, ¿que eso que sentíamos por nuestros colores era simplemente uno de los lados de la misma moneda; lugares intercambiables, reversibles?

Algo así como “si te cambias la camiseta por la de la otra vereda”, en el fondo, seguís estando en el mismo palo, parte del mismo amor, el futbol.

Para los que hemos sido hechizados en lo más sincero de nuestro ser por este juego, solo sabemos que se trata de brindar un amor incondicional por la camiseta elegida que lo trasciende todo.

Con el acto más cobarde de la historia del fútbol argentino aún en la retina, la situación se ha vuelto a develar (tan claramente como, en numerosos hechos del pasado, no se la ha querido asumir) en su real posición:

Ellos no sienten (nunca) al fútbol; ellos no saben amar al fútbol incondicionalmente a través de sus colores.

Ellos sólo se aman a ellos mismos. Esto (boca) es boca; boca y nada más (que boca).
Su obsceno goce auto-celebratorio se los impide.

Ellos no son fútbol.


Sos todo lo que no queremos ser”, y no porque vos estas del otro extremo de la cancha o seas la otra cara de la misma moneda, sino porque el fútbol es el nombre de la diferencia misma entre vos y nosotros

Y esa diferencia mínima, (nada más ni nada menos que) la del fútbol, es todo lo que nosotros no podemos ser, es lo que esta fuera del fútbol y de lo que vos estas hecho: trampa, negociados, cobardía, victimización y operaciones.

Esa diferencia misma, llamada fútbol, es tu límite inherente, aquello en vos que siempre fue más de lo que podías -y decidiste-ser; es lo que te definió toda tu historia: sos el equipo de la(falsa) humildad, el equipo del poder y los escritorios, el equipo dela vergüenza y la impunidad.

Esa diferencia en sí misma llamada fútbol, que nos separa esencialmente a nosotros de vos, esta abierta desde siempre para todos. “Mira que distintos somos” significa precisamente eso, que nosotros identificados con la banda roja que nos cruza el alma, pero también que nosotros el fútbol argentino que se reconoce como tal, somos todo lo que no podes ser: amor incondicional por el juego antes que cualquier otra cosa.

Vos sólo podes / sabes jugar y ganar “a lo boca”. Siendo más exactos, sólo vos realmente gozas y deseas existir desde lo que no es fútbol. Esa fue y es siempre tu única posición (no) asumida.


Esa mancha que no se borra más de tu cobarde nombre, es la misma que te acompaña desde siempre:

  • Tu existencia se dictó por decreto (¡naciste de un escritorio!) y no por mérito deportivo y competitivo.

  • Tus grandes hitos y logros (tanto del pasado ya olvidado como del más reciente) están apestados en su verdadera forma de obtención: por la a(soci@)ción directa al poder dirigencial y deportivo, y por el determinante apuntalamiento (ilícito e inmoral) de tus manejos arbitrales-extradeportivos.

  • Tu vínculo con poderes económicos y políticos te convirtió en máximo factor de presión e interés; de allí la cobertura mediática e informativa sin límites -ni precedentes- que has tejido en las últimas dos décadas. Época en la que las comunicaciones han cambiado al mundo, y en la que vos creíste encontrar el paraguas de impunidad absoluta (lease, el bosteriodismo como ideología hegemónica).

  • En tus jugadores, sellados a fuego por la trampa, el juego sucio, la (falsa) ventaja criolla (si angelici, ¿cómo te da la cara?). Todas esas cosas de las que ellos realmente se jactaban orgullos de hacer/ser.

  • Pero por sobre todo, y siendo lo más importante, que toda tu gente se siente verdaderamente orgullosa e identificada a plena consciencia con tu posición de no-fútbol; esa que te vimos el otro día, la del acto ventajero, cobarde, artero, inmoral. Como no podes darlo vuelta en la cancha, no sabes hacer otra cosa. Eso que toda tu gente defiende con el llamado“a lo boca” es su sentimiento más sincero,y, por lo tanto, es lo que constituye como tu mancha distintiva a la diferencia en sí misma con nosotros.


Toda tu (falsa) dualidad es tan solo el resultado de la renegación fundamental y esencial que vos tenes por el fútbol:

  • Sólo puede haber UN equipo del poder, y el resto se constituye desde esa diferencia misma (si todos fueran equipos del poder, ninguno lo sería en verdad); pero vos necesitas engañarte al proclamarte “el equipo del pueblo”, porque no podes tolerar el reconocimiento de tu pura condición esencial: optaste por ser el cobarde y tramposo.

  • Tu renegación por el fútbol, y tu obscena [i]obsesión/i con vos mismo, te hace auto-identificarte con lo que no sos: te crees que sos “el fútbol”, y por eso jamás aceptas en verdad perder.

Tu actitud de eterna paranoia nace de éste mismo hecho, de que vos no sos el fútbol, vos te creíste (y crees) por encima de todo “el fútbol mismo”; y no vas a poder nunca sentir de que se trata ese amor incondicional por el juego.

Para vos lo único que “hay” son todos complots, y planes sistemáticos, siempre orquestados “en contra” de VOS = BOCA = EL (falso)fútbol.

Desde ya que el fútbol no es el juego más limpio de todos, ni un lugar sin intereses (enormes). Pero VOS sos el único que sistemáticamente se ha construido -y obrado fielmente en consecuencia- para que todo sea corrupto e interesado (eso que en VOS es el único interés real, “a lo boca”)

Por eso para vos, no hay otra victima posible más que vos mismo; y por eso la única manera de seguir siendo VOS, con lo que paso el otro dia, es tratar de convertir a la victima de la agresión en VICTIMARIO de lo sucedido. Imperdonable e imborrable.

  • La careta que se cayó del todo, tan claramente, después del acto más cobarde de nuestra historia, es la careta del AGUANTE BOCA (graciasdani-rocker por difundirlo): como ellos se creen (de verdad, en lo más concreto de su ser) algo (“boca y nada más [que boca] es el fútbol”) que no pudieron nunca ser, se sienten plenamente validados y libres de designar a los demás como inferiores e incompletos.

[[breve nota marginal: Y la justicia divina, tarde o temprano, a manos de ellos mismos, supo refregarles en el medio de su rostro eso de lo que están hechos. Fue un pequeño acto de reivindicación de la propia historia consigo misma, de esos que marcan un quiebre del que no se puede volver nunca más (consejo, no te hagas mala sangre, vos, así como entraste a la copa por escritorio, decidiste irte vos mismo por ese lugar, porque adentro de la cancha jamás lo pudiste ganar, te mantuviste fiel a tu -sucio y tramposo- juego SIEMPRE).]]


(aquí, en este punto, respondamosle a un ejemplar más de la ideología bostera, esa que impera como modo -y límite- de pensamiento dominante en nuestra sociedad. Este sujeto, banal fanático del mal al que me refiero, y a quién no conocía hasta hace breves minutos,se hace con sus palabras defensor pleno de la posición que valida el no-fútbol ante todo, y acepta caer así en plena consciencia en la trampa del mal más profundo, el mal que no tiene razón, el que se elige ante todo: [u]Revista UN CAÑO)

El hecho de que VOS (en plural), tu gente, “se crean” genuina y sinceramente la verdadera y única encarnación del fútbol, los convierte en los máximos exponentes de la actitud discriminatoria, violenta y fascista: los otros, que en realidad son todo el mundo del fútbol menos vos (pero, no por nada, vos lo centras en nosotros), como aquellos a los que “por no poseer tu condición elegida” (de trampa y adicción al poder como norma del ser), se les puede hacer, decir y acusar de cualquier cosa, porque son inferiores.

Habrá que entender que aquí, la actitud fascista como tal radica esencialmente en el gesto de identificación -y clausura- pura de algo (Vos, “boca y nada más [que boca]”) con una verdad absoluta y NATURAL. Que te hayas creído EL fútbol, cuando optabas por ser todo lo contrario, te condena. ¿Porqué?

Porque todo lo que puede derivarse en concreto desde allí es algo que esta más allá del mal, una dimensión profundamente más perturbadora que la de la banalidad del mal (ese mal anónimo ejecutado por personas “normales y corrientes” en una estructura social pervertida), una pura intencionalidad del mal inexplicable, excimida de la cadena de causas. Un mal que no tiene explicación ni razón alguna. Simplemente es, se elige.

Y VOS, que hiciste a consciencia -y defendes- tu posición como la del no-fútbol, has llegado a expresar el punto paradigmático de tu condición ELEGIDA (Y NO NATURAL): agrediste a los jugadores de un equipo rival, porque NO PUDISTE GANARLO JUGANDO AL fútbol.

El mal sin porqués, que VOS encarnas con tu elección y acción, tal como lo señalamos lineas arriba, es el que te define desde que llegaste a primera por decreto hasta el jueves pasado que después de anotarte en la copa por decreto te sacaste vos mismo fuera-del-fútbol porque no supiste revertir en la cancha el partido que estabas PERDIENDO.
Y es un mal sin porqués que se expresó como “unidad total”, en todas sus dimensiones, en el papelon que se dio desde el jueves a la noche hasta el día de hoy (ver en detalle cada uno de los elementos de esta “unidad” del no-fútbol en este otro th [u][OPINION]El acto más cobarde de la historia ... - Campo de Juego - tuRiver). Jugadores, dirigentes, medios de comunicación asociados directa o indirectamente, y tu “hinchada”, toda la gente que (como pasaba en la Alemania nazi y el colaboracionismo masivo) festejo esa actitud históricamente cobarde, y se mantuvo por elección durante horas (y días) en el goce de ese festejo obsceno de la trampa, la agresión y la cobardía, QUE NO SE BORRA NUNCA MÁS, o mejor dicho que fue siempre tu posición elegida.

El “mira que distintos somos” marca EL RECHAZO SIMBÓLICO absoluto a tu posición tramposa-cobarde-manipuladora-vil por la que optaste como tu naturaleza-escogida, la posición esencial en la que vos te definís sinceramente; el “mira que distintos somos” marca la diferencia misma llamada fútbol, a partir de la cuál no hay nada más que el fútbol como diferencia entre NOSOTROS y VOS.

Y por eso justamente, porque NOSOTROS, porque el verdadero fútbol argentino en tanto tal que se reconoce a sí mismo en esa diferencia, no entendemos como puede haber alguien que opta por el mal más allá del mal, del mal sin porqués, del mal por el mal mismo, en su vedadera dimensión diabólica es que cantamos el famoso: SOLO LE PIDO A DIOS.

Muy por el contrario de lo que tu banal posición frente al mal (como algo por lo que optas, a través de tus palabras y tu posición, sin razón ni justificación), NOSOTROS, en un canto que nace de una posición ABIERTA A TODOS LOS QUE QUIERAN SER PARTE DEL fútbol, lejos de cualquier discriminación, hacemos un pedido alegre para que SIMBÓLICAMENTE NO EXISTA MÁS EL NO-fútbol, no podemos entenderlo, ese es nuestro limite inherente.

No hay universalmente posición mas alegré y anti-fascista que esa, la cual reconoce la posibilidad indistinta a TODOS (sin hacer, como haces vos, un gesto violento de reducción a una falsa-naturaleza, y la discriminación real que de ahí optas por generar) los que se asuman como parte del fútbol, del juego, del amor incondicional por la camiseta. Es una universalidad que no excluye a nadie, pero que si se construye en esa diferencia misma llamada fútbol, que nos separa. Es un canto universal que invita incluso a los que, sin entender lo que era ser-de-boca, creían que eran hinchas de esa posición cobarde y tramposa.

NADIE QUEDA AFUERA DE ESA VERDAD, universal y abierta, a diferencia de tu posición particular y cerrada. NOSOTROS LE CANTAMOS A LA VIDA, nosotros alegremente reforzamos nuestro amor al fútbol, al amor incondicional por nuestras camisetas, “no confrontamos con sujetos” concretos, confrontamos con posiciones inmorales y anti-deportivas. Vos le CANTAS A SUJETOS CONCRETOS, discriminas a los tipos de verdad, VOS QUERES “MATAR AL TERCERO” EN SERIO, vos cantas una canción en la que las acciones CRIMINALES Y CANALLAS que decís SON FESTEJADAS POR TODOS como algo hecho “A LO BOCA”.

A diferencia de VOS, que muy sinceramente y de verdad optas por la trampa, das aval a la violencia y la agresión, festejas esos actos y los estimulas, que te consideras la única víctima cuando el resultado (que es parte del juego, del fútbol, pero que a vos siempre se te escapó de tu entendimiento) te es desfavorable, VOS LEGITIMAS LA VIOLENCIA MÍSTICA, la VIOLENCIA DE VERDAD, CANTAS Y AGREDÍS CONTRA “LOS OTROS” PORQUE SINCERAMENTE LOS CREES INFERIORES, y por eso “hay que matarlos” pero bien de verdad. Vos, desde tu posición, SI PENSAS EN LA MUERTE REAL DEL OTRO; NOSOTROS sin dudas “cantamos por mejoras y bondad”, pedimos por un fútbol verdaderamente para todos (entiéndase sin intención de propaganda política alguna)

El verdadero mal, tu posición del no-fútbol (y de la trampa, la agresión y la cobardía), no tienen ningún porqué; tu goce masturbatorio auto-referencial en el que te asumís como la verdad del fútbol (“Boca y nada más [que boca]”) ES el acto violento y fascista por excelencia.

En nosotros, en el resto del fútbol, claro que puede haber (y habrá) actos de violencia como en todos los ordenes de la vida, pero jamás van a ser ni defendidos en tanto tales, ni cubiertos con la inversión de la victima en victimario, o justificaciones masivas en cadena nacional, ni mucho menos avalados (PEOR AÚN, FESTEJADOS, DIAS DESPUES, UN SIGLO DESPUES) por la propia HINCHADA DE fútbol. VOS seguís festejando que ascendiste por decreto, “a lo boca”; que compraste las copas, los torneos, que comprabas árbitros, que entras a la conmebol y rosqueas con lobby para hacer lo que se te canta, vos te crees el más pillo del juego y pensas que “esto es para los vivos”, VOS SOS ESO, PORQUE LO ELEGISTE Y LO CELEBRAS DESDE LO MAS SINCERO DE TU SER. Un acto “irrancional” lo podría cometer cualquiera, lo tuyo ES MUY DISTINTO.

Y nosotros así y todo, desde esa diferencia misma llamada fútbol, vamos a seguir siendo universalmente HINCHAS DEL fútbol, y singularmente hinchas de River. Porque amamos incondicionalmente nuestra camiseta, y por que ese amor sincero trasciende TODO; en la victoria o en la derrota, la grandeza jamas se construyo desde el resultado sino en la forma en la que cada quién se juega su posición. Nosotros somos los más grandes porque siempre, y ante todo, amamos al juego del fútbol.

¿Cuántas veces se dijo que nuestra pasión por el fútbol era la misma?, ¿que eso que sentíamos por nuestros colores era simplemente uno de los lados de la misma moneda; lugares intercambiables, reversibles?

Algo así como “si te cambias la camiseta por la de la otra vereda”, en el fondo, seguís estando en el mismo palo, parte del mismo amor, el futbol.

Para los que hemos sido hechizados en lo más sincero de nuestro ser por este juego, solo sabemos que se trata de brindar un amor incondicional por la camiseta elegida que lo trasciende todo.

Con el acto más cobarde de la historia del fútbol argentino aún en la retina, la situación se ha vuelto a develar (tan claramente como, en numerosos hechos del pasado, no se la ha querido asumir) en su real posición:

Ellos no sienten (nunca) al fútbol; ellos no saben amar al fútbol incondicionalmente a través de sus colores.

Ellos sólo se aman a ellos mismos. Esto (boca) es boca; boca y nada más (que boca).
Su obsceno goce auto-celebratorio se los impide.

Ellos no son fútbol.


Sos todo lo que no queremos ser”, y no porque vos estas del otro extremo de la cancha o seas la otra cara de la misma moneda, sino porque el fútbol es el nombre de la diferencia misma entre vos y nosotros

Y esa diferencia mínima, (nada más ni nada menos que) la del fútbol, es todo lo que nosotros no podemos ser, es lo que esta fuera del fútbol y de lo que vos estas hecho: trampa, negociados, cobardía, victimización y operaciones.

Esa diferencia misma, llamada fútbol, es tu límite inherente, aquello en vos que siempre fue más de lo que podías -y decidiste-ser; es lo que te definió toda tu historia: sos el equipo de la(falsa) humildad, el equipo del poder y los escritorios, el equipo dela vergüenza y la impunidad.

Esa diferencia en sí misma llamada fútbol, que nos separa esencialmente a nosotros de vos, esta abierta desde siempre para todos. “Mira que distintos somos” significa precisamente eso, que nosotros identificados con la banda roja que nos cruza el alma, pero también que nosotros el fútbol argentino que se reconoce como tal, somos todo lo que no podes ser: amor incondicional por el juego antes que cualquier otra cosa.

Vos sólo podes / sabes jugar y ganar “a lo boca”. Siendo más exactos, sólo vos realmente gozas y deseas existir desde lo que no es fútbol. Esa fue y es siempre tu única posición (no) asumida.


Esa mancha que no se borra más de tu cobarde nombre, es la misma que te acompaña desde siempre:

  • Tu existencia se dictó por decreto (¡naciste de un escritorio!) y no por mérito deportivo y competitivo.

  • Tus grandes hitos y logros (tanto del pasado ya olvidado como del más reciente) están apestados en su verdadera forma de obtención: por la a(soci@)ción directa al poder dirigencial y deportivo, y por el determinante apuntalamiento (ilícito e inmoral) de tus manejos arbitrales-extradeportivos.

  • Tu vínculo con poderes económicos y políticos te convirtió en máximo factor de presión e interés; de allí la cobertura mediática e informativa sin límites -ni precedentes- que has tejido en las últimas dos décadas. Época en la que las comunicaciones han cambiado al mundo, y en la que vos creíste encontrar el paraguas de impunidad absoluta (lease, el bosteriodismo como ideología hegemónica).

  • En tus jugadores, sellados a fuego por la trampa, el juego sucio, la (falsa) ventaja criolla (si angelici, ¿cómo te da la cara?). Todas esas cosas de las que ellos realmente se jactaban orgullos de hacer/ser.

  • Pero por sobre todo, y siendo lo más importante, que toda tu gente se siente verdaderamente orgullosa e identificada a plena consciencia con tu posición de no-fútbol; esa que te vimos el otro día, la del acto ventajero, cobarde, artero, inmoral. Como no podes darlo vuelta en la cancha, no sabes hacer otra cosa. Eso que toda tu gente defiende con el llamado“a lo boca” es su sentimiento más sincero,y, por lo tanto, es lo que constituye como tu mancha distintiva a la diferencia en sí misma con nosotros.


Toda tu (falsa) dualidad es tan solo el resultado de la renegación fundamental y esencial que vos tenes por el fútbol:

  • Sólo puede haber UN equipo del poder, y el resto se constituye desde esa diferencia misma (si todos fueran equipos del poder, ninguno lo sería en verdad); pero vos necesitas engañarte al proclamarte “el equipo del pueblo”, porque no podes tolerar el reconocimiento de tu pura condición esencial: optaste por ser el cobarde y tramposo.

  • Tu renegación por el fútbol, y tu obscena [i]obsesión/i con vos mismo, te hace auto-identificarte con lo que no sos: te crees que sos “el fútbol”, y por eso jamás aceptas en verdad perder.

Tu actitud de eterna paranoia nace de éste mismo hecho, de que vos no sos el fútbol, vos te creíste (y crees) por encima de todo “el fútbol mismo”; y no vas a poder nunca sentir de que se trata ese amor incondicional por el juego.

Para vos lo único que “hay” son todos complots, y planes sistemáticos, siempre orquestados “en contra” de VOS = BOCA = EL (falso)fútbol.

Desde ya que el fútbol no es el juego más limpio de todos, ni un lugar sin intereses (enormes). Pero VOS sos el único que sistemáticamente se ha construido -y obrado fielmente en consecuencia- para que todo sea corrupto e interesado (eso que en VOS es el único interés real, “a lo boca”)

Por eso para vos, no hay otra victima posible más que vos mismo; y por eso la única manera de seguir siendo VOS, con lo que paso el otro dia, es tratar de convertir a la victima de la agresión en VICTIMARIO de lo sucedido. Imperdonable e imborrable.

  • La careta que se cayó del todo, tan claramente, después del acto más cobarde de nuestra historia, es la careta del AGUANTE BOCA (graciasdani-rocker por difundirlo): como ellos se creen (de verdad, en lo más concreto de su ser) algo (“boca y nada más [que boca] es el fútbol”) que no pudieron nunca ser, se sienten plenamente validados y libres de designar a los demás como inferiores e incompletos.

[[breve nota marginal: Y la justicia divina, tarde o temprano, a manos de ellos mismos, supo refregarles en el medio de su rostro eso de lo que están hechos. Fue un pequeño acto de reivindicación de la propia historia consigo misma, de esos que marcan un quiebre del que no se puede volver nunca más (consejo, no te hagas mala sangre, vos, así como entraste a la copa por escritorio, decidiste irte vos mismo por ese lugar, porque adentro de la cancha jamás lo pudiste ganar, te mantuviste fiel a tu -sucio y tramposo- juego SIEMPRE).]]


(aquí, en este punto, respondamosle a un ejemplar más de la ideología bostera, esa que impera como modo -y límite- de pensamiento dominante en nuestra sociedad. Este sujeto, banal fanático del mal al que me refiero, y a quién no conocía hasta hace breves minutos,se hace con sus palabras defensor pleno de la posición que valida el no-fútbol ante todo, y acepta caer así en plena consciencia en la trampa del mal más profundo, el mal que no tiene razón, el que se elige ante todo: [u]Revista UN CAÑO)

El hecho de que VOS (en plural), tu gente, “se crean” genuina y sinceramente la verdadera y única encarnación del fútbol, los convierte en los máximos exponentes de la actitud discriminatoria, violenta y fascista: los otros, que en realidad son todo el mundo del fútbol menos vos (pero, no por nada, vos lo centras en nosotros), como aquellos a los que “por no poseer tu condición elegida” (de trampa y adicción al poder como norma del ser), se les puede hacer, decir y acusar de cualquier cosa, porque son inferiores.

Habrá que entender que aquí, la actitud fascista como tal radica esencialmente en el gesto de identificación -y clausura- pura de algo (Vos, “boca y nada más [que boca]”) con una verdad absoluta y NATURAL. Que te hayas creído EL fútbol, cuando optabas por ser todo lo contrario, te condena. ¿Porqué?

Porque todo lo que puede derivarse en concreto desde allí es algo que esta más allá del mal, una dimensión profundamente más perturbadora que la de la banalidad del mal (ese mal anónimo ejecutado por personas “normales y corrientes” en una estructura social pervertida), una pura intencionalidad del mal inexplicable, excimida de la cadena de causas. Un mal que no tiene explicación ni razón alguna. Simplemente es, se elige.

Y VOS, que hiciste a consciencia -y defendes- tu posición como la del no-fútbol, has llegado a expresar el punto paradigmático de tu condición ELEGIDA (Y NO NATURAL): agrediste a los jugadores de un equipo rival, porque NO PUDISTE GANARLO JUGANDO AL fútbol.

El mal sin porqués, que VOS encarnas con tu elección y acción, tal como lo señalamos lineas arriba, es el que te define desde que llegaste a primera por decreto hasta el jueves pasado que después de anotarte en la copa por decreto te sacaste vos mismo fuera-del-fútbol porque no supiste revertir en la cancha el partido que estabas PERDIENDO.
Y es un mal sin porqués que se expresó como “unidad total”, en todas sus dimensiones, en el papelon que se dio desde el jueves a la noche hasta el día de hoy (ver en detalle cada uno de los elementos de esta “unidad” del no-fútbol en este otro th [u][OPINION]El acto más cobarde de la historia ... - Campo de Juego - tuRiver). Jugadores, dirigentes, medios de comunicación asociados directa o indirectamente, y tu “hinchada”, toda la gente que (como pasaba en la Alemania nazi y el colaboracionismo masivo) festejo esa actitud históricamente cobarde, y se mantuvo por elección durante horas (y días) en el goce de ese festejo obsceno de la trampa, la agresión y la cobardía, QUE NO SE BORRA NUNCA MÁS, o mejor dicho que fue siempre tu posición elegida.

El “mira que distintos somos” marca EL RECHAZO SIMBÓLICO absoluto a tu posición tramposa-cobarde-manipuladora-vil por la que optaste como tu naturaleza-escogida, la posición esencial en la que vos te definís sinceramente; el “mira que distintos somos” marca la diferencia misma llamada fútbol, a partir de la cuál no hay nada más que el fútbol como diferencia entre NOSOTROS y VOS.

Y por eso justamente, porque NOSOTROS, porque el verdadero fútbol argentino en tanto tal que se reconoce a sí mismo en esa diferencia, no entendemos como puede haber alguien que opta por el mal más allá del mal, del mal sin porqués, del mal por el mal mismo, en su vedadera dimensión diabólica es que cantamos el famoso: SOLO LE PIDO A DIOS.

Muy por el contrario de lo que tu banal posición frente al mal (como algo por lo que optas, a través de tus palabras y tu posición, sin razón ni justificación), NOSOTROS, en un canto que nace de una posición ABIERTA A TODOS LOS QUE QUIERAN SER PARTE DEL fútbol, lejos de cualquier discriminación, hacemos un pedido alegre para que SIMBÓLICAMENTE NO EXISTA MÁS EL NO-fútbol, no podemos entenderlo, ese es nuestro limite inherente.

No hay universalmente posición mas alegré y anti-fascista que esa, la cual reconoce la posibilidad indistinta a TODOS (sin hacer, como haces vos, un gesto violento de reducción a una falsa-naturaleza, y la discriminación real que de ahí optas por generar) los que se asuman como parte del fútbol, del juego, del amor incondicional por la camiseta. Es una universalidad que no excluye a nadie, pero que si se construye en esa diferencia misma llamada fútbol, que nos separa. Es un canto universal que invita incluso a los que, sin entender lo que era ser-de-boca, creían que eran hinchas de esa posición cobarde y tramposa.

NADIE QUEDA AFUERA DE ESA VERDAD, universal y abierta, a diferencia de tu posición particular y cerrada. NOSOTROS LE CANTAMOS A LA VIDA, nosotros alegremente reforzamos nuestro amor al fútbol, al amor incondicional por nuestras camisetas, “no confrontamos con sujetos” concretos, confrontamos con posiciones inmorales y anti-deportivas. Vos le CANTAS A SUJETOS CONCRETOS, discriminas a los tipos de verdad, VOS QUERES “MATAR AL TERCERO” EN SERIO, vos cantas una canción en la que las acciones CRIMINALES Y CANALLAS que decís SON FESTEJADAS POR TODOS como algo hecho “A LO BOCA”.

A diferencia de VOS, que muy sinceramente y de verdad optas por la trampa, das aval a la violencia y la agresión, festejas esos actos y los estimulas, que te consideras la única víctima cuando el resultado (que es parte del juego, del fútbol, pero que a vos siempre se te escapó de tu entendimiento) te es desfavorable, VOS LEGITIMAS LA VIOLENCIA MÍSTICA, la VIOLENCIA DE VERDAD, CANTAS Y AGREDÍS CONTRA “LOS OTROS” PORQUE SINCERAMENTE LOS CREES INFERIORES, y por eso “hay que matarlos” pero bien de verdad. Vos, desde tu posición, SI PENSAS EN LA MUERTE REAL DEL OTRO; NOSOTROS sin dudas “cantamos por mejoras y bondad”, pedimos por un fútbol verdaderamente para todos (entiéndase sin intención de propaganda política alguna)

El verdadero mal, tu posición del no-fútbol (y de la trampa, la agresión y la cobardía), no tienen ningún porqué; tu goce masturbatorio auto-referencial en el que te asumís como la verdad del fútbol (“Boca y nada más [que boca]”) ES el acto violento y fascista por excelencia.

En nosotros, en el resto del fútbol, claro que puede haber (y habrá) actos de violencia como en todos los ordenes de la vida, pero jamás van a ser ni defendidos en tanto tales, ni cubiertos con la inversión de la victima en victimario, o justificaciones masivas en cadena nacional, ni mucho menos avalados (PEOR AÚN, FESTEJADOS, DIAS DESPUES, UN SIGLO DESPUES) por la propia HINCHADA DE fútbol. VOS seguís festejando que ascendiste por decreto, “a lo boca”; que compraste las copas, los torneos, que comprabas árbitros, que entras a la conmebol y rosqueas con lobby para hacer lo que se te canta, vos te crees el más pillo del juego y pensas que “esto es para los vivos”, VOS SOS ESO, PORQUE LO ELEGISTE Y LO CELEBRAS DESDE LO MAS SINCERO DE TU SER. Un acto “irrancional” lo podría cometer cualquiera, lo tuyo ES MUY DISTINTO.

Y nosotros así y todo, desde esa diferencia misma llamada fútbol, vamos a seguir siendo universalmente HINCHAS DEL fútbol, y singularmente hinchas de River. Porque amamos incondicionalmente nuestra camiseta, y por que ese amor sincero trasciende TODO; en la victoria o en la derrota, la grandeza jamas se construyo desde el resultado sino en la forma en la que cada quién se juega su posición. Nosotros somos los más grandes porque siempre, y ante todo, amamos al juego del fútbol.

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