Se lo adjudica a una simple casualidad pero no es tan casual. Algo tiene contra los equipos grandes. Porque así como hay jugadores de prácticas, que la rompen los jueves y desaparecen los domingos, también los hay de clásicos, que sobresalen cuando la camiseta rival es XXL. Y los números ubican a Radamel Falcao dentro de ese selecto grupo: el 40% de los goles que convirtió (ocho de 20) se reparten entre San Lorenzo (tres), Racing, Independiente (dos a cada uno) y Boca (uno). “Claro que me gusta mucho hacer goles en los clásicos, es una linda sensación, es diferente. Pero se dio así, nada más”, acepta con modestia el colombiano que también la metió en dos superclásicos de verano y que el domingo extendió su costumbre con un cabezazo ante el golpeado San Lorenzo de Ramón.
-Se nota en la cancha que jugar contra los grandes te motiva y te agranda.
-Puede ser que a los clásicos los viva de una manera diferente, pero uno se brinda de la misma manera en todos los partidos sin fijarse cuál es el rival. Gracias a Dios tuve la posibilidad de hacer muchos goles en partidos importantes, como el primero a Boca en el torneo pasado. Es muy lindo colaborar y ayudar a mi equipo de esa forma.
-Este domingo, además de jugar contra un grande, ¿tenías el incentivo hacerle un gol a Orión?
-No, el gol fue especial porque se trataba de un clásico, no porque el arquero rival era él.
-¿Al volver a jugar más adelantado aprovechaste más tus condiciones?
-De a poco voy asimilando algunas cosas y perfeccionando los movimientos para saber adónde tengo que ubicarme para hacer más efectivo mi juego. Igual, empecé el partido tirado unos metros atrás, .
-¿Lo que te pide Simeone es tan diferente a lo que estabas acostumbrado?
-Estoy aprendiendo a ser inteligente y a saber cómo moverme. Ahora tengo otras responsabilidades cuando no tenemos la pelota o en la generación del juego. Me estoy adaptando a esos requerimientos del técnico y pienso que estamos creciendo como equipo. Porque algo es claro: el funcionamiento ideal no se consigue de la noche a la mañana.
-¿Y con Abreu cómo te llevás en la cancha? ¿Les cuesta entenderse?
-Es un jugador con mucha inteligencia, que se brinda para el equipo. Muchas veces le toca hacer el trabajo sucio y lo aprovechamos los demás. Tal vez esas cosas no se notan tanto, pero son importantísimas.
Siempre amable, siempre correcto, Falcao elogia a su compañero de ataque del domingo o a su competidor por el puesto, según el esquema que prefiera Simeone. Porque a pesar de haber terminado el 2007 en un nivel similar al que había encontrado de la mano de Merlo (sus dos mejores etapas desde que debutó hace tres años), el colombiano arrancó de atrás la carrera por un lugar entre los 11. El Cholo apostó y apuesta sus fichas al uruguayo, pero el rendimiento del Tigre lo obligó a buscarle un lugar. Y tan buena fue la respuesta que el domingo el DT sacó al Loco.
-¿El de San Lorenzo fue el mejor partido del año?
-Sí. Vamos reafirmando muchas cosas que se vieron en otros encuentros y poniendo en práctica los conceptos que pide el Cholo. Cuando todos colaboramos y hay coordinación, se facilitan los partidos.
-¿Así da para ilusionarse con un despegue?
-Vamos por buen camino. Ahora queremos afirmarnos, crecer y dar el salto.
“Oré por Orión, lo necesitaba…” El Tigre cuenta que no se tomó revancha con el arquero que lo amenazó y revela que rezó por él. Te voy a mandar al hospital", fue el grito de Agustín Orión para Falcao que retumbó en los parlantes de los televisores de todo el país. Un roce entre el delantero y el arquero provocó la reacción de este último durante el cruce en Mar del Plata. Fue uno de los duelos del verano, que luego siguió con las declaraciones. De un lado, el colombiano dijo que no entendía la reacción de Orión y aclaró que nunca va con mala intención. Del otro, el de San Lorenzo admitió sus dichos aunque nunca pidió disculpas. Y en el reencuentro dentro de una cancha no hubo encontronazos ni amenazas. “No fue una revancha para mí. Los delanteros siempre queremos hacer goles. Lo más importante era que River ganara. El es un buen chico y nada más”, comenta Falcao después de su domingo goleador.
-Sin embargo, en la primera jugada que estuvieron cerca cruzaron miradas y sonrisas…
-Sí, por todas las cosas que se habían comentado. Lo vi muy bien, tranquilo. Con la actitud de él y la mía dimos a entender que no había ningún duelo ni cuenta pendiente entre nosotros. Es un colega más.
-¿Hablaste con él después de aquella noche?
-No, nunca.
-¿Y qué pasó cuando lo saludaste antes de que empezara el partido?
-Nada. Lo saludé de la misma manera que lo hice con el resto de los jugadores. Para mí es un tema que ya quedó atrás. Jugué como si nunca hubiera pasado nada, con naturalidad.
-¿Pero no te molestó que te haya amenazado?
-Lo entendí porque venía de una venta frustrada. Yo viví algo similar, sé lo que se siente y tuve la capacidad para controlarme y no reaccionar. Es más, después oré por él porque necesitaba contención y apoyo en un momento en el que muchos le cayeron encima con las críticas.
“Oré por Orión, lo necesitaba…” JAJAJAJAJAAAAAAAAAA
ESTA FRASE VA A KEDAR EN LA HISTORIA
“Me gusta hacer goles en los clásicos”