Tratando de buscarle una explicación lógica a semejante trastorno positivo futbolístico desde la llegada de Cappa llegué a la conclusión de que en el compendio y en el recuento de la cantidad de cuestiones en las que se trabajó, las anímicas superan a las propiamente futbolísticas. No quiero decir que no se ha laburado desde lo táctico/estratégico, sino que el hincapié madre se centró en la mentalidad. Y esto se debe sencillamente al poco tiempo de trabajo que lleva el nuevo entrenador. Creo que Cappa más alla de tratar de imponer su identidad de juego desde el vamos, dedujo que la prioridad máxima ante el caos en el que estábamos inmersos era trabajar antes que nada en la cabeza del jugador, y que por decantación se iban a empezar a sanear los otros aspectos.
El paso anímico número uno es el CONVENCIMIENTO. El de imponerles un estilo a los jugadores para que lo desarrollen en campo. Elaborarles una idea en su cabeza y demostrarles que es correcta y efectiva, hacerles entender que ellos son capaces y pueden llevarla a cabo de la mejor manera para superar al rival.
El convencimiento empieza a generar sensaciones de seguridad, tanto individual como grupal e indefectiblemente se consigue lo que sería el paso dos: la SERENIDAD. El jugador, sabiendo qué tiene que hacer y cómo tiene que realizarlo se tranquiliza, piensa, razona mejor, libera tensiones, toma mejor las decisiones, identifica las posibles dificultades y, por decantación, limita los márgenes de error.
Una vez que el equipo empieza a reconocer en los partidos por los puntos que ésta nueva idea puede llevarse a cabo, porque están convencidos y tienen la serenidad necesaria para realizarlo, se produce un nuevo estado anímico en el conjunto: el CONTAGIO. Las piernas responden distinto, se empiezan a fabricar sociedades, se multiplican los esfuerzos, el pase que quedaba corto o largo ahora llega a destino, el remate que se iba afuera ahora va al arco, el cruce que antes era tardío pasa a ser tempranero, etc, etc, etc.
Pero todos éstos pasos serían inútiles si no existe el más esencial de los aspectos anímicos y que a mi entender esta directamente asociado a cada uno de ellos: la CONFIANZA. Y lo bueno es que la confianza es contagiosa para el afuera, para los hinchas. Creo que hoy todos confiamos en que por lo menos se encontró la primer calle de asfalto en medio de un camino empedrado y extensísimo hacia la salvación. Hace un mes parecía no haber manera de empezar a construir una esperanza, hoy por lo menos tenemos un pico y una pala.